Mr. Bridgerton, que tenga una excelente tarde.

Capítulo 22

En la mansión Bridgerton todas las damas a excepción de Eloise estaban en el salón platicando sobre la boda de Prudence Featherington y lo hermoso que había sido la recepción social.

- Penélope fue la encargada de la boda. Le quedo maravillosa. - Daphne.

- Escuché decir que los juegos artificiales fueron cortesía de la reina Charlotte, que envidia. - Hayacinth.

- Quedé encantada con todo, Penélope es una muy buena anfitriona. Todos los detalles fueron hermosos.

Colín entro a la sala y tomo asiento y le gustaba escuchar los halagos que le hacían a Penélope.

- ¿Qué te ha parecido la boda hermano? - Hayacinth, este la miró y sonrió.

- Las Featherington  han tirado a la casa por la ventana.

- Así lo parece - Francesca - madre ¿mi boda será así?

- Por su puesto hija.

- ¿De que hablan? - Eloise se asomó bajo el marco de la puerta.

- De la boda de Prudence Featherington.

- Ah, me a gustado mucho. Pen hizo un maravilloso trabajo. - respondió Eloise, Colín se sintió orgulloso ante otro comentario.

- Madre, ¿Cuándo empezaremos con los preparativos de mi boda?

- Muy pronto ¿Qué les parece ir al Central Park?

- Gracias, pero - Kate con sus dedos índices señalo su barriga - ...

- ¿Hayacinth? - Cuestionó Violet.

- Iré a cambiarme de zapatos.

- Debo escribir una carta...

- Tendré visita...

- ¿Colín?

- Te llevaré al parque si así lo deseas madre. - Violet le sonrió a su hijo. Se puso de pie y salió de la sala.

- ¿Qué raro no les parece?

- ¿Qué?

- No insistió en que vayamos. - Eloise se quedó pensativa.

Al cabo de 30 minutos Hayacinth, Gregory, Violet y Colín iban a central Park en el carruaje.

Mientras en la mansión Featherington, la condesa viuda Ághata Danbury llegaba de visita inesperada.

- Buenos días.

- Lady Ághata, ¿A que debemos su visita?

- Vine a ver a Penélope.

- Oh ya veo - Portia ordenó que vayan por Penélope - tome asiento por favor. Estamos muy cansadas por lo de la boda.
¿Gusta beber o comer algo?

- Así está bien. Me interesa hablar con Penélope. Pasados diez minutos la dama de cabellos rojos entro a la sala. Aún tenía sueño y cansancio por el evento de la noche anterior.

- Lady Danbury, buenos días, de que manera le puedo ayudar.

- Vamos a central Park, quiero un poco de sol.

- Ahhh... Es que yo. - Ágatha alzó una ceja.

- Te tengo una propuesta.

- ¿A mí? ¿De qué podría ser?

- Si lo quieres saber tienes que venir conmigo al parque.

- Bien deme diez minutos, iré a cambiarme las zapatillas.

- Te espero en el carruaje.
Penélope y Ághata Danbury estaban en un banco de Central Park sentadas, la dama de bastón no había dicho nada en todo el camino mientras que Penélope se intrigaba más a cada minuto.