Prólogo

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Han pasado un par de días después del último baile de la temporada. La alta sociedad de Londres planeaba irse a sus casas al campo para descansar de esas fiestas y bailes interminables dónde derrochar glamour, riqueza y belleza en su máximo esplendor era la parte más importante del día y de la noche también.

Penélope Featherington cruzaba  la calle. Estaba invitada a la hora del té en casa de los Bridgerton. Pues Penélope se había vuelto una Bridgerton honoraria, eso quería decir que era parte de esa gran y amorosa familia aún no llevará el apellido.

Dió unos pequeños golpes a la puerta de la mansión Bridgerton y esta fue abierta por el mayordomo Wickham, esté observo a la joven y en reacción se hizo a un lado dejando entrar a la dama.

- Hola, la señora Violet me ha invitado a tomar el té.

- La señora Violet no se encuentra por el momento, pero puede pasar a la biblioteca allí podrá esperarle y leer un libro mientras ella regresa.

- Muchas gracias. - Penélope se dirigio a la biblioteca.

Entro a la biblioteca cerrando la puerta, si iba a leer un libro sería en silencio. Además de que se estaba cuidando de Eloise, sabía que tenía que hablar con ella pero aún no era el momento o que tal vez después de tomar el té, tendría que tocar ese tema a solas con su mejor y única amiga.

Penélope camino por toda la biblioteca hasta llegar a la estantería donde estaba el libro que había dejado la vez anterior a media lectura, en el capítulo 6, marcando con un pequeño trozo de papel, este por la parte del frente escrito a mano por ella decía las veces que había leído el libro. Era una manera de decir "Pen estuvo aquí" sentirse orgullosa de sí por estar en esa casa donde es tan querida o bueno eso pensaba ella antes del descubrimiento de Eloise. Eso le hizo temblar las manos.

Observo de nuevo el papelito le dió una vuelta y miro la esquina superior derecha. Una P y una C muy diminutas se podían observar. Rio para sí. Miro hacia algún punto de la habitación como si se asegurase de que se encontrara sola. Su mirada dió con el escritorio, en el habían muchas cosas revueltas para su gusto. Pero sin duda un libro de cubierta cafe le llamó la atención y decidió poner el libro que sostenía en su lugar, con el trozo de papel marcando el capítulo 6.

Caminó al escritorio y leyó la primera línea, abrió los ojos. Leyó otra línea, se sorprendió leyó otras más y se empezó a imaginar todo lo que ese libro tenía escrito con tinta y... Penélope se dió cuenta que esto no era un libro. Era un tipo de diario y si no estaba tan obsesionada con Colín definitivamente era de él. Porque las curvas en esas "b" y "A" las conocía muy bien. Ya que Colín y ella se la habían pasado intercambiando cartas mientras el estaba ausente de Londres. Se acercó un poco más y se dijo así misma, no debo de leer algo tan personal de Colín, pero el saber más sobre ese escrito, la manera en que el autor describía lo que observaba en ese preciso momento Penélope lo había imaginado. Sin pensarlo si quiera tomo la esquina de la hoja y estaba volteando la página cuando alguien la interrogo a sus espaldas.

- ¿Qué haces? - Aquella voz para Penélope era imposible de no reconocer. Con un pequeño brinco y dando medía vuelta la susodicha respondió.

- ¡Colín! Que susto me has dado. - Dijo sonriendo.

- ¿Estáis leyendo mi libreta de notas? - Colin respondió enojado y la miro esperando una respuesta.

- Eh... Yo... Mmm... La señora Violet me ha invitado a tomar el té, pero no se encuentra - Colin camino atrás del escritorio - así que Wickham me ha hecho pasar a la biblioteca mientras ella llega. - Penélope tenía las manos abajo y se las retorcía en modo de nervios. Colín cerro su libreta de apuntes y le echo una mala mirada.

- Vaya, te haz tomado la casa Bridgerton, será mejor que me vaya de aquí. Antes de que también te tomes la sala, el comedor y las habitaciones. -Respondio en un tono demasiado sarcástico para el gusto de Penélope.

- Colín... No fue mi intención. - Penélope soltó en un tono muy bajo. - Lo siento. - Pen lo miro y este en respuesta empezó a levantar las cosas del escritorio mientras ella observaba.

- Solo asegúrate de que la casa Bridgerton no sea una extensión de la casa Featherington.

Penélope en ese instante se quiso morir, sintió que un balde de agua fría la caía encima. ¿Acaso Colín está diciendo qué no es bienvenida en esa casa? ¿Le incomoda su presencia? ¿No se supone que son amigos de muchos años? ¡Cómo podía Colín Bridgerton decir eso! Penélope hizo puños en sus manos, saco la poca dignidad que le quedaba en esa casa y respondió en un tono muy altivo, fuerte, poderoso y que se asegurara de que el interlocutor escuche muy bien sus palabras.

- No tiene porque irse algún lado, por que definitivamente la que no es bienvenida en esta casa soy yo. Me aseguraré que la casa Featherington no se tome de centro de entretenimiento la casa Bridgerton. Así como que ninguna Featherington vuelva a pisar el suelo donde usted está parado. - y haciendo una reverencia digna de una dama, Penélope se despidió diciendo - Mr. Bridgerton que tenga una excelente tarde. - Se dió media vuelta y salió de la biblioteca, con la frente en alto camino por el pasillo, salió de esa casa y cruzó la escalinata. Llegó a su casa, subió las escaleras, entro a su habitación y Penélope Featherington se derrumbó.

La vida no podía ser tan cruel ¿O sí? Se había enemistado con 2 de los 8 hermanos Bridgerton. ¿Qué le diría a su madre? Su madre sin duda preguntaría hasta saber todo lo que ocurrió...

Mr. Bridgerton, que tenga una excelente tarde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora