Chapter: 8
Sus labios eran dulces, demasiado para su propio gusto, quizá eran los caramelos que acababa de comer, quizá ese aroma dulzón que lo caracteriza, no estaba seguro, a pesar de ser algo que lo volvía loco, no estaba del todo perdido en su aroma como la primera vez.
Quizá si jamás se hubiese topado con Kunpimook en su vida quizá en este momento estaría perdido en ese hombre de cabellos rubios frente a él.
—Me alegra que te tomarás la tarde.
Besó su mejilla y mostró una sonrisa amplia.
—Me alegra estar contigo.
Respondió, lo cuál no era una mentira, Kim era un chico divertido y libre, le encantaba pasar el tiempo con él, no le costaba de ninguna forma comunicarse y contarle cualquier asunto, le daba una gran confianza.
A pesar de tener una imagen suave y tímida era un chico con su propia actitud, que hacía un contraste interesante con su primer encuentro.
—Por cierto, encontré algo que pensé que te serviría
Extendió unas pequeñas gomitas de vitaminas, aquellas que eran dulces y más fáciles de digerir que esas pastillas de sabor áspero y molestó.
—Estos días el clima está como loco —continuó—, así que puede ayudarte a tener mejores defensas.
JinYoung tomó el bote de gomitas y sonrió mientras miraba la misma, leyendo de forma desinteresada la marca o la cantidad sugerida de consumo.
—No se supone que yo debo cuidar de ti —soltó aún con la vista fija en las vitaminas.
Su Omega soltó una pequeña risa y se acurrucó más cerca de él.
—Ah~, eres de ese tipo —habló en un tono juguetón—, ¿Te gusta el modo tradicional?
JinYoung elevó una de sus cejas y negó.
—Pienso que si soy tu alfa también debo cuidar de ti, pero la mayoría de veces lo haces tú.
Fue honesto, así lo educaron y así tenía la idea que debía ser su relación.
—No tenemos porque seguir las reglas de los demás —concluyó.
—Tienes un punto.
—Hablando de eso, —se acomodó mejor en el sofá y trató de mirar los ojos de su alfa—, ¿Has pensado en casarte?
Lució sorprendido, pero negó de forma ligera, con cierto miedo de tener una contrariedad con el chico.
—Creo que no es necesario —apoyó su respuesta.
Notó de inmediato como los músculos de Park se relajaban, después de la presión por una pregunta de ese estilo, y eso le parecía algo dulce de su parte.
Kim supuso que debía tomar un poco las riendas de la situación, manejarlo un poco para qué él pudiera asimilar el hecho de que pasarían el resto de sus vidas juntos.
—Si estás conmigo creo que es todo lo que necesito—terminó la oración con una sonrisa.
—¿Por qué preguntas?
La curiosidad de Park era genuina, no había pensado ni siquiera en aún crear su lazo y el chico parecía ya ir veinte pasos por delante.
—Bueno, hace un par de días hablaba con un amigo.
YuGyeom estaba despreocupado en todo sentido, pero desde aquella plática con su amigo fue algo que entró en su cabeza y sintió la necesidad de preguntar de saber si estaban en el mismo canal.
