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Capítulo: 32





























Meneó su cabeza, mientras seguía su camino en círculos, una y otra vez, parar sin parar.

La información seguía sin tener sentido. Aquel aroma a lavanda, ese aroma del día en que conoció al doctor, era el mismo olor que JaeBeom había emanado, ¿Era posible que ambos tuvieran el mismo olor y que sintiera la misma atracción por ambos?

Su cabeza no dejaba de pensar, y estaba sin pista alguna, la única esperanza que tenía era esperar a Lunes, y tratar de hablar con JaeBeom, después de todo, si su nariz no tenía error, era su Omega.

Omega.

Cubrió su boca con su mano, sintió una sensación de felicidad, vergüenza, una mezcla de sensaciones inexplicables que le revolvían el estómago.

Jackson nunca pensó en cómo sería su omega, no, eso siempre fue algo que no le importaba, porque sabía que los lazos estaban hechos de una forma específica, o eso al menos recordaba.

El universo, la naturaleza escogía entre todos a alguien que fue hecho a su medida, la idea de JaeBeom como esa persona lo ponía de buen humor, pero aún así preocupado por su reacción.

Cierta parte de si no creía que esté fuera un omega, pero entendía perfecto que él pudiera confundirse, no era la primera vez que pensaban eso de él.

Le pareció gracioso que ninguno mencionó algo relacionado a eso, quizá porque estaban centrados en otras cosas y ese detalle quedaba de más, asumieron las cosas sin preguntarse primero la situación del otro.

Suspiró y apretó los labios, aún no sabía que haría, pero tenía que resolverlo de alguna forma.

Detuvo su andar y miró su propio apartamento, aquel sobrio y aburrido lugar que siempre le daba tranquilidad el cuál en ese instante le causaba inquietud, al punto de querer lanzar todas sus cosas por la ventana, quizá en ese momento lo que necesitaba era algo distinto porque las paredes blancas y muebles negros, solo traían consigo un ruido en su cabeza, repetían una y otra vez cuanto necesitaba a JaeBeom consigo y poder hablar con él.

Aún si tenía una sensación de felicidad, terminaba con rapidez al traer el recuerdo de este, mirándole con desprecio y asco, como si fuera lo peor del mundo.

Esperaba de verdad poder encontrar una solución, porque para él, no era importante nada de eso, pero sabía que aquellos actos por parte de Lim traía algo consigo, ¿Como alguien puede despreciar a su propio Omega?

Quizá necesitaba salir y despejar su mente, pero no lo hizo, solo miró aquel lugar que le despertaba la ansiedad de sus pensamientos y su propio cuerpo se inclinó en el suelo, tomó asiento y abrazó sus piernas con sus brazos, su cabeza se colocó en aquel espacio entre sus piernas y brazos, cerró los ojos, para luego solo respirar, una y otra vez, con la intención de encontrar paz, tranquilidad, o algo distinto al pequeño dolor que comenzaba a aparecer en su pecho.






























Las escaleras eran de algún material frío, y la iluminación era nula, BamBam pensó que quizá debía levantarse de ese lugar y esperar de pie frente a su casa, pero antes de poder hacer algún movimiento, miró a YuGyeom llegar, hizo una mueca, esto no iba de acuerdo a su plan.

Observó como este colocaba la clave de acceso, pero está la rechazaba, frunció el ceño, no pensó nunca ver algo así.

Antes de poder ser descubierto, previó el poder ser visto, incluso si con el nulo brillo era difícil de diferenciar decidió dar un par de pasos atrás para no ser visto.

—Lo que necesitaba.

Escuchó a Kim quejarse, para luego mirar apenas como este se recargaba en la pared del departamento.

No parecía nada feliz, a cambio lucía molesto, irritado.

Cuando conoció a YuGyeom pensó que era un chico dulce y amable, así siempre lo vió, incluso si con el tiempo este tenía actitudes extrañas, incluso si este nunca veía el romance en la vida, Kunpimook siempre creyó que era alguien que valía la pena.

Ahora que lo veía, con ese gesto y postura, aquella dulce imagen no lucía tan amable como siempre creyó. Era extraño.

Quizá todo ese tiempo estuvo cegado por su amistad, y siempre quiso verlo como el bueno, incluso si no lo era del todo.

Dejó de observar a su dirección y miró sus propias manos, le dolía demasiado el recordar escucharlo hablar de esa forma.

—JinYoung, ¿Cambiaste la contraseña de tu departamento?

BamBam elevó la vista, y con la poca visibilidad pudo notar que JinYoung acababa de llegar a su hogar.

—Es natural, tú no tienes ningún derecho para venir aquí.

Kunpimook frunció el ceño y prefirió esconderse mejor para permitirse el solo escuchar la conversación.

—Aun lo tengo.

Kim cruzó sus brazos y miró con cierto desafío al otro, quién se limitó a negar la cabeza y decir: —No, tu y yo no tenemos nada que ver.

—Me hablas como si yo te hubiese hecho algo, debería ser yo quien te hablé así.

—Tu eres el único que aún viene aquí.

—Soy tu Omega JinYoung, tengo derechos.

YuGyeom no tenía ánimos de discutir, quería hablar con él, encontrar una estúpida solución y estar juntos, ¿Por qué de la nada tenía una actitud tan molesta? Era mucho más frustrante de lo que solía ser, al menos otras ocasiones no decía nada y solo lo dejaba pasar, pero ahora, JinYoung no lucía con ánimos, aunque sí con el valor de hablarle de ese modo, incluso si eran el uno para el otro.

—No lo eres —respondió—, ni siquiera tenemos un lazo, YuGyeom, tengo límites, aún si fueras mi Omega no tienes el mínimo derecho de entrar a mi propiedad.

Se colocó frente la puerta, impidiendo el paso del mayor, este sólo cerró los ojos y respiró, no tenía ánimos de pelear, pero Kim aún así insistía.

—¿En serio me dices esa tontería?

—Puedo demandarte si gustas, quizá así te das cuenta que no estoy jugando.

Lo hizo a un lado, para luego entrar a su apartamento y cerrar la puerta frente a él, sin darle una oportunidad para pasar.

Soltó una risa llena de enojo, y soltó un golpe sobre la puerta que hizo saltar al polizón.

BamBam escuchó después de eso los pasos de Kim alejarse.

En definitiva su plan inicial se vió afectado, pero no pensó que ese modo, por un instante pensó en seguir con el plan inicial, pero pensó que podía tomar ventaja del asunto.

Fue un viaje beneficioso después de todo.

[...]

Tuve una especie de bloqueo, por eso no me aparecía, además se vinieron los exámenes y eso, luego terminé el semestre y aquí estoy afuera de mi casa con los dedos entumecidos, y sin sentir mis rodillas ejejejejeje.

Nada, espero les guste, estaba pensando en otra historia, pero mejor acabo lo que tengo antes de empezar otra cosa.

Tengan lindo día, los quiero mucho ♥️

sumiso ;; jinbam; jackbeom ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora