Capítulo: 18
Su cumpleaños.
Estaban en casa de YuGyeom, era la primera vez que tuvo que enfrentar a su jefe a los ojos y fingir que era de las primeras veces que lo veía.
JinYoung lucía igual de incómodo que él.
Kunpimook no le prestó mucha atención, sus ojos estaban pegados a la pantalla, incluso si participaba de forma activa en las conversaciones sus ojos no dejaban de mirar las notificaciones en espera por una confirmación por parte de Tuan.
Sabía que era un poco ambicioso de su parte el desear tenerlo a su lado en su festejo, porque sabía que estaría ocupado en una operación, de la cual podría tardar un par de horas más de lo que dijo que tardaría.
No quería ser codicioso, pero de alguna forma necesitaba que estuviese con él.
—¿Podemos esperar otro poco?
Habló cuando notó que YuGyeom traería el pastel a la mesa, pudo notar que su amigo no estaba en el mejor ánimo de esperar otro rato más, pero aún así, forzó una sonrisa y asintió.
—Bam, no creo que esperar lo haga llegar.
Si era sincero podía ver el escepticismo de sus amigos al tener que esperar a alguien que quizá no llegaría, pero sabía que los rumores correrían y la imagen de mentiroso no se iría por un buen rato, al menos hasta que conocieran a Mark.
—Lo sé pero...
—¿Siquiera ese tal alfa tuyo existe? —la voz de Yeri cortó la conversación.
Kunpimook y Kim miraron con cuidado a la chica, uno preocupado y el otro con una sonrisa burlona en su rostro.
—¿Por qué tendría que mentir con algo así?
—Sí es tu alfa estaría aquí ya —Concluyó de forma coherente.
Yeri mejor que nadie sabía cómo funcionaba un buen lazo, no tuvo ninguna complicación y conocía de buena mano que un alfa haría todo lo posible por estar con su Omega, sin ninguna excusa de por medio.
Si Kunpimook tenía un alfa, este incluso movería el día de la operación para estar a su lado.
Las relaciones entre omegas y alfas no eran difíciles de entender, era un vínculo invisible que de cierta forma obligaba a ambas partes a tener sentimientos fuera de lo común el uno por el otro.
Como si algo descomunal los atrajera el uno al otro, así funcionaba, como un hilo rojo que tarde o temprano te guiaba a la persona correcta.
—Pero ese asunto no es tuyo —Jinyoung intervino.
La chica elevó su ceja, un poco desconcertada de aquella intervención.
—¿Acaso tú lo conoces?
—¿No es quién vino a visitarte a la oficina? —se dirigió a Kunpimook,
—Sí, es él.
BamBam respondió con cierto recelo, no quería involucrar de ninguna forma a Park en sus asuntos, pero él se las arreglaba para inmiscuirse.
—Bueno tu duda ya quedó resuelta.
—Jin... —YuGyeom intervino.
Trató de poner un poco de orden en el asunto, porque algo le decía que sino detenía a su alfa nada bueno podía resultar de ello, al menos ese fue la sensación que tenía, aún si era extraño, debía mantenerlo en raya.
—Ya, solo me molesta que las personas se metan en asuntos que no le corresponden.
—Digo lo mismo —BamBam replicó con cierto disgusto.
—Pensé que estaba de tu lado.
—Aun así intervino en algo que no le correspondía.
—¿Puedes dejar de portarte así conmigo? Trato de ser amable.
—Tu amabilidad nadie la pidió.
—¡Bien! —Kim elevó su voz, sonrió y dijo: —¿Por qué no tomamos un poco de vino?
—Funny as fuck—comentó la única chica dentro de la fiesta —, parecen una pareja discutiendo.
Ella sonrió de lado, jugó con la copa que estaba sobre sus dedos e inspeccionó con cuidado a ese par.
—No digas idioteces. —refutó el cumpleañero.
—Es mí alfa—, aclaró el más alto con cierta mueca.
—No hagan tanto alboroto, solo fue un comentario.
Yeri rodó los ojos, pero aún así notó el silencio notable de Park, con una casi minúscula expresión divertida.
¿Que le parecía tan gracioso?, todos parecían bastantes incómodos con la situación pero él parecía hasta feliz de ello. No le tomó más importancia, ya que Kim le entregó una nueva copa de vino y a ella le encantaba el vino.
Pasó otra media hora, y Kim parecía todo menos paciente, incluso si hablaban entre todos con gran ánimo el chico alto de cabello rubio no parecía interesado en mantener la conversación.
Se levantó de su lugar, no iba a esperar otro minuto más, quería acabar ya con la celebración, así que tomó el pastel del festejado y lo colocó sobre la mesa.
—Creo que ya esperamos bastante.
BamBam lució un poco decepcionado y se limitó solo decir sí con su cabeza.
Todos se acomodaron a su alrededor para cantar al unísono la típica canción de cumpleaños.
Kunpimook cerró los ojos y juntó sus manos para pedir su deseo, aún si no estaba de ánimos para hacerlo mostró un rostro emocionado y feliz.
No tenía porque hacer un berrinche respecto al tema, de cualquier miró YuGyeom era todo lo que tenía en ese mundo.
Al apagar las velas y escuchar los aplausos sintió un poco de calma, incluso si tenía una pequeña mueca en los labios, pensó que todo estaría bien.
De todos modos pidió el mejor deseo de cumpleaños que en cualquier otro momento de su vida hubiese hecho.
Comían del pastel de mil hojas, el favorito de Bhuwakul, mientras mantenían un ameno cotilleo, donde Park solo miraba a los lados un poco aburrido, echando un vistazo cada tanto a su empleado, si era sincero prefería no estar en aquella fiesta, deseaba estar en casa.
No quería estar en este tipo de circunstancias junto a Kunpimook, porque había algo en su pecho que lo hacía sentir vacío y desanimado, ni siquiera la presencia de su Omega podía hacerlo sentir mejor, y lo odiaba.
Abrió la boca para anunciar su partida, pero antes de poder hacer o decir algo, el timbre de la puerta sonó. En cuestión de según estuvo frente aquel hombre delgado de porte elegante que alguna vez llegó a ver.
—Disculpen la tardanza.
Tenía una sonrisa brillante, incluso si un par de colmillos pequeños se asomaban, irradiaba un aura amable y tranquilo, hasta deslumbrante.
—¿Tu eres el alfa de BamBam?
Las preguntas no tardaron en aparecer, pero el hombre aunque no parecía demostrar su desagrado, prefirió de forma directa ignorar ese tipo de preguntas. Se acercó directo al cumpleañero para abrazarlo y depositar un beso en su mejilla, al tiempo entregó una pequeña bolsa de regalo que hizo sonreír al contrario.
Park no evitó hacer un pequeño puchero incómodo. Era bastante asombroso aquel tipo.
Apartó la vista justo cuando los vio hablar entre ellos.
Sintió una especie de pesadez ver a Kunpimook tocar con delicadeza su ropa para arreglarla. Solo lo hacía pensar en esos días, cuando lo obligaba a quedarse a su lado un rato más y Kunpimook acomodaba su ropa, aún si solo era superficial, sentía que era algo íntimo.
Dolía, incluso si sabía que no debía importar de ninguna forma.
![](https://img.wattpad.com/cover/299637257-288-k958812.jpg)