Capítulo: 34
Sus labios se movieron de forma juguetona, sus lenguas jugaron entre sí, dejaron que esa pequeña ansiedad de volver a sentir disminuyera.
JinYoung pensó que incluso ahora sus besos eran mejor de lo que recordaba. Era como una explosión de sensaciones que emanaban solo de aquel peculiar beso. Le gustaba el sabor de sus labios, le gustaba cómo colocaba sus manos sobre los costados de su rostro, le gustaba todo eso, pero en cuanto pudo reaccionar tuvo que separarse de forma abrupta de él, incluso si él mismo quería continuar, esa pequeña molestia lo hizo parar.
Kunpimook no parecía satisfecho de aquella decisión, pero no dijo nada, permaneció en silencio, solo miró y esperó a su reacción, o a una respuesta.
El castaño por su lado apretó los labios y apartó la vista, la idea de una trampa estaba en su cabeza, y no dejaba de dar vueltas, solo lograba perturbar su mente y el momento, no había empezado del todo su plan y Bhuwakul estaba ahí.
Era su mejor amigo y estaba seguro que no le haría algo así.
—¿Por qué?
Balbuceó.
—¿Qué?
Kunpimook pareció interesado de forma genuina a esa pregunta, miró de reojo, notó como este aún seguía inclinado sobre el escritorio, y le miraba escéptico ante tal pregunta sin contexto alguno.
Aclaró su garganta, bajó la vista y apretó sus labios.
—¿Es una clase de broma? —cuestionó—, ¿Esto lo planeaste con YuGyeom?
No recibió respuesta alguna, y eso le ponía bastante ansioso.
—¿Quieres probarme o algo por el estilo? Dime, ¿Qué intentas?
Lo miró a los ojos, Kunpimook por su lado apretó los labios y negó. Elevó sus manos y las colocó sobre el rostro de Park, acarició con suavidad, sin intentar nada, más que lograr una especie de ambiente cercano entre los dos.
—No, solo… solo confía en mí.
Notó de inmediato que no quería hablar del tema, y aún si estaba en la posición de dudar, aquellos ojos que siempre hablaban con la verdad, le rogaron que no insistiera con el tema, JinYoung apretó los labios y asintió.
—No es nada de lo que piensas, confía en mí.
Nunca vió a Kunpimook tan vulnerable frente a él, siempre jugaba a ser el fuerte, a evadirlo, a darle vueltas a las cosas, rehuía a crear alguna relación con él, y ahora estaba ahí, por primera vez mostraba algo más que un par de bromas, por primera vez parecía que quitaba de si ese escudo y le permitía saber quién era.
—¿Y tu…?
Lo sabía muy bien, sabía la pregunta que soltaba, pero si no la hacía eso haría sospechoso su movimiento. No quería escucharlo hablar de ello, quizá era envidia a ese hombre, quizá era dolor de verlo en un estado en el que no estaba preparado de afrontar, verlo sufrir por una persona.
Quería evitar cualquier problema futuro.
—JinYoung, no quiero hablar de eso.
Era extraño escucharlo decir su nombre, pero no le molestaba, en realidad en sus labios su nombre se sentía un tanto más especial.