Capítulo: 28
No todo en la vida podía ser sencillo.
Ayer tuvo una junta con su padre, las cosas no parecían ir como planeado, y las acciones de la empresa cayeron, era una noticia que a todos golpeó, al menos los que integraron la reunión.
Aún no era un anuncio oficial, y como las cosas iban a cambiar dentro sino planeaban una buena estrategia para el mercado, debían encontrar una forma de permanecer en el mercado y que su competencia no tomara una ventaja sobre ellos.
JinYoung pasó toda su vida pensando en el día que tomaría el cargo, y haría grandes cosas, pero en este momento, momento donde no era cabeza aún tenía un problema que resolver, y si quería que todo fuese de acuerdo a su plan no podía permitir una caída de ese estilo.
Por ahora, aún tenía tiempo, te iba tres opciones y su objetivo era tomar la que menos riesgo representaba, quizá por ello estaba más ansioso de lo normal con el trabajo, con los detalles de la campaña, todo debía salir bien, conseguir nuevos inversores y encontrar una forma de mantenerse.
No podía perder ningún detalle, incluso si tenía que dejar de lado los planes que tenía con Kunpimook, su primer enfoque era la empresa que le dio todo, aquella que su padre creó y conservó.
Pasó sus manos sobre su sien, trataba de aliviar el estrés, de relajarse, para así estar concentrado en totalidad, no quería verse afectado por el cúmulo de trabajo.
Sería de gran ayuda si Jackson no iba al viaje con JaeBeom, pero no pudo negarse una vez vio esos ojos llenos de esperanza, así que trataría de llevar todo y no morir en el intento.
Se levantó de su asiento, listo para tomar algunos documentos que necesitaba y estaban en el área de trabajo de Wang.
Al abrir la puerta se topó con quien menos lo esperaba. Miró de reojo esa mirada que conocía bien y se hizo a un lado para dejarlo pasar.
—¿Le puedo ayudar en algo Sr. Kunpimook?
El gesto de su empleado no lucía tranquilo, podía notar ese ceño fruncido, esa pose un tanto agresiva.
Notó aquel traje color vino, que acentuaba bien su figura y un peinado bastante contrastante con su imagen, le iba bien con esa imagen molesta.
—Necesito hablar con usted.
Park elevó sus cejas y miró a los lados para luego sonreír con cierta burla.
—Ya lo hacemos.
Miró como el contrario rodó los ojos y cruzó sus brazos, parecía que no tenía mucha paciencia, tal como las otras millones de veces que hablaba con él.
No era de extrañar esa actitud recia, era bastante obvio que Bhuwakul siempre estaba a la defensiva cuando se trataba de él y creía que todas las cosas que Park hacía eran en su contra.
Lo odiaba, pero al mismo tiempo le encantaba verlo tan ansioso, como si alguna chispa de esperanza se mantenía prendida.
—En privado.
—No hay más privado que está oficina.
—No, en privado.
El castaño frunció el ceño, no había nada más privado que su oficina en este lugar, ¿A qué se refería con eso? Discutieron millones de veces ahí, ¿Por qué de la nada quería un lugar privado?
—Bien— mostró un gesto bastante desconcertado—, ¿Donde es privado para usted Sr. Kunpimook?
Kunpimook apretó los labios.
—No aquí, eso es seguro.
Park asintió, parecía que BamBam no estaba en un buen momento, lucía bastante ansioso, y eso no pasó desapercibido por su parte.
Su pie izquierdo se movía una y otra vez, evitaba mirarlo a los ojos, más de lo usual, ¿Que podía pasar con ese hombre?
—¿Un café?
Negó.
—¿Restaurante?
—Necesito hablar con usted ahora.
¿A qué jugaba? No entendía, y la verdad era que no tenía tiempo para seguir con sus juegos, para este momento ya le había quitado parte de su tiempo que nadie le regresaría, no estaba tampoco de humor para que intentara decir que tenía la culpa de algo, bastante estrés tenía.
—Mire señor Bhuwakul, está oficina parece no ser lo suficiente y quiere hablarlo ahora, ¿Acaso quiere ir al almacén de la empresa?
Aquel tic ansioso paró por un par de segundos.
—No me parece tan descabellado.
Soltó una risa, de verdad no lo entendía.
—¿Se escucha señor Kunpimook?
El menor se encogió de hombros e hizo una mueca con sus labios.
—Es el mejor lugar que mencionó.
—Es ridículo, no voy a hacer esto o lo habla aquí o no lo habla.
Estaba a nada de correo de su oficina, y de hecho lo iba a hacer a un lado para seguir con sus deberes.
JinYoung tenía un plan, era simple, y era hacerlo sentir que no intentaría nada con él para que este le brindara de a poco su confianza, pero justo en ese momento no estaba con la cabeza puesta en su plan, aún si parecía que era parte, aquel anuncio lo hizo alejarse un poco de aquel plan original.
—¿Por qué tiene que hacer las cosas tan difíciles?
Soltó una risa ¿Él hacía las cosas difíciles? Si Kunpimook era quien no decía nada y ni siquiera le permitía seguir con su trabajo.
—No lo hago, se llama ética profesional y usted y yo solo tenemos una relación profesional.
—¿Ahora quiere pintarlo así?
Era un hombre extraño, de verdad que nunca podía entender lo que había en su cabeza, pero parecía nunca atinar a sus necesidades.
Primero quería que lo dejara de ver como algo más y ahora que trataba de hacerlo le decía ese tipo de cosas, ¿Que sucedía con él?
—Siempre lo ha sido.
JinYoung se cruzó de brazos y recargó su cuerpo sobre su escritorio, elevó una de sus cejas, como si lo retara, pero si era sincero se rendía, al menos por ahora.
—Bien.
Kunpimook elevó ambas cejas y soltó una risa burlona. Dio un paso enfrente y sin darle tiempo para reaccionar lo tomó de aquella camisa color azul y lo besó.
Fue un beso agresivo, molesto, como si quisiera sacar toda su furia con él, incluso mordió la parte inferior de su labio; mordida que le dejó una ligera herida y el sabor metálico a sangre se entremezcló con el arranque de furia de Bhuwakul.
—¿Fue una relación profesional?
JinYoung sólo frunció el rostro, sin poder responder.
—Si me disculpa tengo otras cosas que hacer.
Lo miró irse, y apenas puso un pie fuera de la oficina puso una mano sobre su boca, no podía ocultar la sorpresa de aquello, no entendía lo que acababa de suceder, ni siquiera sabía si debía tomarlo como algo bueno o no.
Kunpimook siempre sería algo que no iba a poder comprender.
