Seis

1K 113 104
                                    

Juli se dio cuenta de que estaba a punto de cabecear justo con una fracción de segundo suficiente para evitarlo. Descruzó las piernas y cambió su postura en la silla, pestañeando un par de veces con la esperanza de alejar el cansancio y de que su representante no se diera cuenta de que no estaba escuchando nada de lo que decían.

La noche anterior se había quedado hasta muy tarde con sus hermanos jugando a la Play y charlando de todo. Ninguno lo había dicho en palabras, pero los tres sabían que era su forma de despedir a Juli por los próximos meses hasta que pudieran ir a visitarlo a Inglaterra.

Al final había dormido apenas unas pocas horas cuando su mamá vino a despertarlo rozando las seis de la mañana porque el auto que venía a buscarlo ya estaba en la puerta. La despedida de sus padres fue más emotiva, con largos abrazos y un par de lágrimas que su mamá no pudo disimular. Los dos le dieron muchos besos en los cachetes y le ayudaron a cargar su valija aunque no fuera para nada pesada.

Vio por la ventana cómo el sol iluminaba el cielo mientras Calchín se perdía rápidamente en el horizonte. Las cuatro horas de camino hasta Buenos Aires las pasó entre cortas siestas donde sentía que no descansaba nada y largos ratos de mirar su celular esperando que apareciera algo de señal para por lo menos distraerse con Twitter. Una parte de su cabeza por supuesto le decía que estaba esperando ver un mensaje de buenos días de Enzo, pero tan pronto como la idea llegaba a su consciencia trataba de alejarla.

Por todo eso es que la reunión para la que había viajado a Buenos Aires un día antes de su partida estaba siendo totalmente inútil en lo que Julián se trataba. Tenía una muy vaga idea que se trataba de algún tipo de publicidad, ya había escuchado la frase "derechos de imágen" más veces de lo que cualquiera debería escuchar en un día, mucho más en una mañana. Al final del día sabía que su papá y el abogado de la familia habían visto el acuerdo y todo debía estar en orden. Juli tenía técnicamente la última palabra en este tipo de cosas, pero él realmente no estaba interesado en decir que no. Si su equipo y su familia pensaban que estaba bien, él estaba de acuerdo.

Por eso su cabeza divagaba y se iba de la charla a pesar de sus mejores esfuerzos. El sueño pesaba en sus párpados y su poca capacidad mental se iba en calcular cuánto tiempo quedaba para que terminara la reunión y cuánto tiempo eso le dejaba para pasarlo con Enzo.

Alguna deidad del Universo decidió escuchar las mudas súplicas del jugador del City. Alejandro, su representante, le indicó que si todo estaba en orden podían cerrar la sesión y le mandarían los papeles para firmar a Manchester. Julián nunca estuvo más de acuerdo con ningún arreglo publicitario.

Después de despedirse de la gente importante en trajes cuyos nombres Julián nunca había registrado, se dejó guiar por Ale hasta el auto que los esperaba en la entrada del complejo de oficinas.

–Menos mal que nosotros vemos todas estas cosas antes porque no escuchaste un carajo de lo que te dijeron. –El hombre no parecía molesto, más bien divertido aunque el cansancio empañaba un poco la emoción–. Sé que es un bajón que tengas que estar menos tiempo con tu familia por esto y encima que vengas tan temprano, pero querían verte en persona antes de firmar nada.

–Está bien, Ale. Es trabajo, no pasa nada. –Un bostezo cortó su intención de decir algo más, se tapó la boca con una mano y después recostó la cabeza contra la ventana–. Anoche me quedé con mis hermanos charlando y no dormí un carajo –terminó de explicar encogiéndose de hombros–. No es culpa tuya.

Alejandro le dio unas palmaditas comprensivas en el hombro. Después se fijó algo en su celular y se puso a escribir mientras volvía a hablar a Julián.

–No pudimos alquilar la misma casa, pero conseguí un depto. ¿Está bien no? Es súper seguro y para una noche creo que te viene bien. Es linda zona si querés salir, aunque seguro te dormís toda la tarde.

Se parece a este rayo de sol | julián x enzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora