Fama Y Amor (Kayn X Akali)

XXIII

Por Kayn:

El día comenzaba, y me sentía bastante animado. Hablar con Yasuo había sido entretenido; como DJs, siempre logramos entendernos a otro nivel. Además, no podía evitar sentirme contento al pensar en el gran proyecto que Akali tenía en puerta. Al despertar, la encontré sentada en el borde de la cama, ya despierta.

Parecía estar sumergida en sus pensamientos, como si tratara de alcanzar algún tipo de meditación.

Kayn: Buenos días... ¿cómo es que ya estás despierta? —pregunté con curiosidad, al notar que era inusual.

Akali: Ah, buenos días, cariño. Solo... estaba pensando —respondió con un tono de duda en su voz.

Kayn: ¿Ocurrió algo? —pregunté, notando una leve inquietud y sintiéndome un poco preocupado.

Akali: Bueno... lo que pasa es que...

Kayn: ¿Es qué...?

Akali: Me encontré con Shen. Era un oficial de policía que trabajaba con mi papá. Hablé con él sobre lo que ocurrió ese día. No puedo dejar de pensar en eso...

Kayn: ¿Te dijo algo en particular?

Akali: No exactamente. Pero en la manera en que hablaba, sentí que sabía más de lo que estaba diciendo. Sé que suena paranoico, pero no puedo sacudirme la sensación de que Shen guarda algo. Además, evitó responder una pregunta clave, lo que solo aumentó mis sospechas: su trabajo.

Kayn: ¿Su trabajo? —pregunté, intrigado—. ¿Tiene algo que ver con alguien importante?

Akali: Tal vez. Había algo en su mirada, en cómo elegía sus palabras... nada encajaba. Necesito descubrir la verdad, aunque eso signifique enfrentar un pasado oscuro.

Kayn: Eso suena complicado. Pero no estás sola en esto; te ayudaré a descubrirlo —la miré fijamente, intentando transmitirle mi apoyo. 

A veces, su determinación me inspiraba, y en esos momentos, quería ser su ancla.

Akali: Lo sé, pero hay algo que no puedo sacudirme. Esa conversación... me recordó el momento en que todo se desmoronó —respondió, con sus ojos perdiéndose en la distancia, como si estuviera reviviendo ese día una y otra vez.

Kayn: Entiendo... esos recuerdos pueden ser aplastantes. Pero tienes que recordarlo de esta manera: cada paso que das ahora es una oportunidad para cambiar esa narrativa. No permitas que te defina.

Akali: Es fácil decirlo, Kayn. La verdad es que no sé si estoy lista para enfrentar lo que realmente ocurrió. Me aterra la idea de desenterrar algo que me puede destrozar —su voz tembló ligeramente, una mezcla de vulnerabilidad y fuerza.

Kayn: ¿Eso... lo dices por mí? —pregunté, sumido en mis pensamientos.

Antes de que pudiera responder, ella tomó mi mano con firmeza.

Akali: Me asusta pensar que podría romperme de la misma manera en que Zed lo hizo contigo. La idea de perderme y sentir culpa por algo que no fue mi responsabilidad me aterra.

Kayn: No tienes que compararlo, Akali. Lo que pasó con Zed fue diferente. Lo que tú sientes es real, y yo no quiero que te sientas así —acaricié su mano, intentando infundirle un poco de la calma que me había dado hablar con Yasuo.

Akali: Es solo que, a veces, me siento tan atrapada en mi propia cabeza. Como si todas estas sombras de mi pasado estuvieran acechando, esperando el momento adecuado para salir a la luz —sus ojos se llenaron de una tristeza profunda, y su voz se tornó más suave, casi como un susurro.

Me acerqué un poco más, creando un espacio en el que pudiera sentirme más presente.

Kayn: Lo que sea que hayas vivido no puede destruirte. Eres más fuerte de lo que crees. Además, tienes algo que nadie puede quitarte: el deseo de buscar la verdad. Eso ya es un paso enorme.