XLIII

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Por Kayn:

El silencio en la habitación del hospital es ensordecedor, interrumpido solo por el monótono pitido de los monitores y el ocasional murmullo de las enfermeras en el pasillo. No podía hacer mucho, realmente. Solo podía escuchar las voces, de todos. 

Mis amigos, la señora Mayym y Akali había estado allí, su voz suave como un susurro, contándome sobre sus avances con la batería y cómo había transformado su dolor en música. Su risa a veces se filtraba a través de la puerta, una luz en medio de la oscuridad que me rodeaba. Pero en esos momentos, incluso su risa parecía lejana. Las sombras se cernían sobre mí, y la realidad de mi situación me aplastaba como un peso insoportable.

No era solo la herida física lo que me consumía. Hoy, sería mi cirugía de voz, por lo que pude escuchar de parte de los médicos. Sabía que era crucial, pero también temía lo que podría significar para mi futuro. Las horas parecían alargarse, y cada minuto me resultaba interminable. A pesar de los esfuerzos por mantenerme tranquilo, mi mente no podía evitar imaginar los posibles resultados de la cirugía.

Ya era difícil no poder hablar con las personas que me importan con todas estas máquinas y tubos, pero saber que esta operación podría cambiar mi voz, mi manera de expresarme, me desorientaba aún más. La idea de que la música, que siempre había sido mi refugio y mi pasión, pudiera ser irreconocible para mí después de la cirugía, era aterradora.

Las puertas de la habitación se abrieron de golpe, y la enfermera entró con una sonrisa profesional. Me saludó, y su tono amable me hizo sentir un poco más tranquilo.

Soraka: Estás listo para la cirugía, Kayn. Todo saldrá bien. Solo piensa en lo que viene después, en las cosas que quieres lograr.

Sus palabras resonaron en mi mente, pero no podía dejar de pensar en el miedo que sentía sobre mi  futuro. La enfermera me inyectó un sedante, y mientras comenzaba a sentir que el sueño se apoderaba de mí, mi mente vagó hacia Akali. Recordé cómo su energía y determinación siempre habían sido una inspiración.

Un instante después, todo se volvió negro...

Por Akali:

Hoy era el día. Me encontraba en el vestíbulo del hospital, tratando de mantener una apariencia de calma mientras los nervios se agitaban en mi estómago. Cada minuto que pasaba parecía interminable, y el pensamiento de la cirugía de Kayn me tenía al borde de la desesperación.

Mamá estaba a mi lado, tratando de ofrecer palabras de aliento, pero incluso sus intentos más consoladores no podían disimular la preocupación que ambos sentíamos. Ella también había estado al tanto de los pormenores de la operación y había prometido mantenerse cerca para cualquier actualización, junto a mis amigas y la banda de Kayn.

El ambiente en el vestíbulo estaba cargado de una tensión palpable. Miré a mi alrededor, viendo las caras familiares de nuestros amigos y familiares, todos esperando con la misma ansiedad que sentía yo. Kai'sa estaba a mi lado, sus manos apretadas en las mías, susurrándome palabras de aliento que apenas podía registrar. La presencia de mi madre también era un ancla en medio de mi tormenta emocional, su silencio reservado transmitía más consuelo que cualquier otra palabra.

Mi mente estaba llena de recuerdos, desde los días felices con Kayn hasta la última vez que habíamos hablado antes de la cirugía. Lo que más me dolía era no poder estar con él en ese momento crucial. Quería estar allí para sostener su mano, para ser su roca en medio de la incertidumbre. En cambio, me encontraba aquí, esperando noticias mientras mi corazón latía desbocado en mi pecho.

Las puertas del vestíbulo se abrieron de golpe, y el cirujano que había estado a cargo de la operación apareció, su expresión era un enigma que me llenó de inquietud. Me acercé rápidamente, tratando de leer algo en su rostro.

Fama Y Amor (Kayn X Akali)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora