Fama Y Amor (Kayn X Akali)

XLIX

Por Kayn:

A pesar de que Akali y yo ya nos habíamos acostado, mi mente no cesaba de agitarse con ideas para el nuevo disco y el sencillo de K/DA. Conciliar el sueño se volvió una tarea casi imposible; la urgencia de dar vida a esas ideas me mantenía en un constante estado de inquietud. Mientras contemplaba el techo en la penumbra, no pude evitar volver la mirada hacia Akali, que dormía plácidamente a mi lado.

Sus rasgos relajados y la forma en que su cabello caía sobre la almohada me transmitían una extraña mezcla de calma y ansiedad, a pesar de lo ocurrido. Aún seguía un poco molesto por lo ocurrido con los paparazis, y tenía muchas ideas en mente.

Me levanté con cuidado, tratando de no despertarla, y me dirigí hacia mi escritorio . La habitación estaba en silencio, solo interrumpido por el leve murmullo del aire acondicionado. Encendí la lámpara y la luz tenue iluminó la montaña de notas, bocetos y letras esbozadas que había dejado allí. Era un caos, pero era mi caos.

Kayn: Veamos... —murmuré, decido a adentrarme en el proceso creativo.

Comencé a repasar mis ideas para la base del sencillo. Sabía que necesitaba algo poderoso, un ritmo que capturara la esencia de la banda y que fuera un verdadero himno. Me senté frente a mi computadora y empecé a experimentar con diferentes sonidos y riffs.

El pulso de la música comenzó a tomar forma, cada nota resonando en mi pecho mientras me dejaba llevar por la energía. Quería que la canción encapsulara la fuerza y la confianza que todos esperaban de nosotros, un grito de guerra que hiciera vibrar a cada fan.

Después de un par de horas, tenía una base que me hacía sentir satisfecho. La emoción que generaba era justo lo que necesitaba. Pero no podía detenerme ahí.

Kayn: Bien... ahora, necesito un nombre para el disco... —murmuré, dejando que mis pensamientos fluyeran en busca de inspiración.

A pesar de que el comentario despectivo del periodista seguía resonando en mi mente y la rabia aún ardía en mi interior, no sabía qué nombre podría tener el nuevo disco de Lamb of God.

Kayn: Arder... Ira... Necesito algo, pero, ¿qué podría funcionar?

En ese instante, los recuerdos del entrenamiento que Pantheon nos había brindado para enfrentar a La Mano Muerta regresaron a mí. Él había sido militar, así que quizás debía encontrar algo relacionado con eso. Mientras revisaba mis notas, una idea comenzó a tomar forma. 

Mientras navegaba por Internet en busca de información sobre conflictos armados, me encontré con una serie de artículos que retrataban la brutalidad y el complicado contexto político de esas guerras. Esa búsqueda me llevó a sumergirme en un documental que exploraba la corrupción y diversos problemas sociales, revelando verdades inquietantes que resonaban en mi mente.

Kayn: Perfecto... —dije para mí mismo, sintiendo cómo la chispa de la inspiración comenzaba a encenderse.

Me concentré en las imágenes que se desplegaban ante mí, absorbiendo cada palabra y cada escena. Revelaciones brotaban a mi alrededor, y con cada cosa que veía, una profunda desilusión y frustración comenzaban a aferrarse a mí. No solo necesitaba expresar música; era un grito contra la injusticia, una denuncia hacia esos sistemas de poder movidos por intereses egoístas, y hacia los falsos noticieros y periodistas que solo buscaban el escándalo y el morbo.

Kayn: Ruina... Defender el buen nombre, menudo chiste... —pensé, mientras veía el documental y la rabia se mezclaba con la tristeza. Cada imagen de vidas destrozadas, cada testimonio desgarrador, resonaba en mí como un eco de mis propias luchas y frustraciones.