XLVIII

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Por Akali: 

El lanzamiento del disco había sido muy bueno, más de lo que esperábamos. Las ventas estaban por las nubes, y el recibimiento por parte de los críticos era sorprendentemente positivo. New American Gospel se estaba consolidando como un éxito, y por primera vez en mucho tiempo, sentí que las cosas avanzaban bien para Kayn, para la banda, y para mí.

Aún así, notaba que algo dentro de Kayn no estaba bien. No hablaba mucho del tema, pero lo conocía lo suficiente como para saber que algo le estaba afectando. 

Decidimos salir a dar un paseo por el centro comercial, una especie de distracción entre tanta actividad. Queríamos alejarnos del ruido, de las entrevistas, y de todo lo que implicaba el lanzamiento del disco. Solo nosotros dos, disfrutando del momento.

Akali: ¿Estás feliz por cómo va todo, amor? —pregunté, intentando animar la conversación.

Kayn: Sí, claro —respondió él, sin mirarme, con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta—. Realmente he visto todo tipo de comentarios con referente al disco, cosas buenas, malas...

Su tono no era el de alguien que realmente lo creyera.

Akali: Pero eso es parte de todo esto, ¿no? —dije, deteniéndome un poco para mirarlo de frente—. Siempre habrá gente a la que no le guste, pero la mayoría de las opiniones han sido increíbles.

Kayn hizo una pausa, mirando hacia el horizonte como si buscara algo en la distancia. Podía ver el reflejo de las luces de la ciudad en sus ojos, pero también notaba esa sombra que lo rondaba últimamente, una oscuridad que no estaba dispuesta a irse tan fácilmente.

Kayn: No estoy seguro... Siento que aún no he encontrado la manera de hacer que mi voz suene bien. He leído tantas críticas diciendo que mi voz es difícil de entender y que sólo estoy haciendo intentos desesperados por volver a la música. Cada comentario negativo se siente como un golpe directo, y eso solo intensifica mis dudas. Antes, solía ignorar esas críticas, pero ahora, ¿por qué me afectan tanto? —dijo, con un pesar palpable en su voz.

Akali: Hey, —respondí, mientras lo tomaba de sus mejillas—. Entiendo cómo te sientes. Las críticas pueden ser crueles, y cuando te importa algo tanto como te importa la música, cada comentario negativo puede parecer una herida. Pero escucha, esto es solo el inicio. Recuerda por qué empezaste. Además, me tienes a mí —dije, sonriéndole con ternura—. No estás solo en esto. Tienes gente que cree en ti, que cree en lo que haces.

Kayn: Supongo que tienes razón —murmuró, mientras su mirada se suavizaba—. Es solo que a veces siento que mis propias expectativas no las puedo cumplir, que todo lo que hago no es suficiente.

Akali: Lo que importa es que sigas adelante, que sigas esforzándote y creciendo. No te dejes consumir por las dudas. Estás haciendo algo increíble, y lo más importante es que sigas creyendo en ti mismo, incluso cuando los demás duden.

Kayn: Gracias, amor. A veces siento que me pierdo en todo esto, pero tenerte a mi lado hace que todo parezca un poco más claro.

En ese momento lo besé, queriendo transmitirle algo más de calma y apoyo. Los labios de Kayn se encontraron con los míos, y sentí cómo la tensión en su cuerpo comenzaba a desvanecerse.

Akali: Vamos a seguir caminando. Hay un pequeño café cerca que siempre me ha gustado. Puede que un cambio de ambiente nos ayude a despejar la mente.

Kayn asintió lentamente, tomando mi mano con un gesto que me infundió una chispa de esperanza. Mientras nos dirigíamos por la plaza comercial, pasamos por varias tiendas de ropa, aprovechando que necesitábamos renovar la imagen de K/DA. Estaba buscando algunas prendas nuevas cuando, para mi sorpresa, Kayn se apartó de repente.

Fama Y Amor (Kayn X Akali)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora