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Por Kayn:

Después del merecido descanso que compartí con Akali, una sensación de inquietud se apoderó de mí. El encuentro con aquel veterano había dejado una huella profunda en mi alma, obligándome a cuestionar si realmente había dado todo lo que podía en la música. Aquella noche, las imágenes de su historia me atormentaron, como sombras danzantes que mantenían mis ojos abiertos en la oscuridad. Sabía que debía canalizar esa energía y escribir más letras para el próximo álbum de Lamb of God.

Una vez más, la noche se convirtió en mi enemiga y el sueño me eludió, siendo Akali la única que podía dormir en nuestra cama. Para contrarrestar esa insomnio, decidí escribir de nuevo. Esta vez, sin embargo, quería adentrarme en el oscuro tema de la guerra, un mal que no podía seguir ignorando. Así que me puse a trabajar en las ideas que comenzaban a florecer en mi mente.

Kayn: Bien... Tal vez debería continuar la investigación por aquí —murmuré, antes de hacer clic en una página.

Fue en ese momento cuando decidí sumergirme en documentos y videos relacionados con el tema. Sin embargo, mi deseo de crear algo auténtico me impulsó a explorar asuntos que me resultaban profundamente difíciles de procesar. 

Me encontré con fotografías impactantes, imágenes crudas que capturaban los horrores de la guerra, y videos que mostraban la brutalidad de la vida en el frente y de ser un civil en medio del fuego cruzado. El impacto emocional fue inmediato; las escenas que veía parecían intensificar la lucha interna que llevaba dentro. Cada explosión, cada grito desgarrador resonaba en mi pecho, avivando un fuego de angustia y rabia. Sentí que el peso de esos momentos se instalaba en mi mente, y comprendí que tenía una responsabilidad con aquellos que habían vivido en carne propia esa realidad.

Las palabras comenzaron a fluir, a tomar forma en el papel. Mientras escribía, la intensidad de mis emociones se desbordaba: ira, dolor, venganza... Esas eran las emociones de las víctimas de un conflicto tan horrible y desgarrador.

Cada línea que escribía me acercaba más a la realidad de aquellos que, como el veterano que conocimos, habían cargado con cicatrices invisibles y recuerdos aterradores. Me preguntaba si sería suficiente. ¿Podría realmente transmitir lo que sentían? ¿Podría encerrar en una canción la angustia de una vida desgarrada por la guerra?

Continué escribiendo, y mientras lo hacía, mi mente se llenó de recuerdos de aquel reconocimiento que recibimos al tocar para las tropas, en tiempos en que aún éramos Five Finger Death Punch. Aquellos días eran tan distintos... A pesar de que sabía que la guerra nunca es algo fácil de digerir, me permitía abordar esos momentos con una ligereza que ahora parece casi irreconocible.

Y así continué, sumergido en las imágenes y relatos de la guerra, la pantalla iluminando mi rostro en la penumbra. Cada historia resonaba en mi mente, llenando el silencio de la noche con ecos de dolor y lucha. Finalmente, la fatiga me envolvió y, atrapado en ese torbellino de pensamientos, me dejé llevar al profundo sueño.

Al día siguiente...

En ese momento, nos encontrábamos reunidos en el estudio para dar forma a la siguiente canción de K/DA. Había recibido la aprobación de Ahri sobre la base que le envié, y la emoción en el aire era palpable. 

Evelynn: Muy bien, chicas, ¿qué les parece si comenzamos con una sesión de práctica? Necesitamos que esta canción tenga ese ritmo contagioso que nos haga vibrar.

Seraphine: ¡Por supuesto! —exclamó—. Debemos darlo todo en esta canción.

Ahri: ¡Me encanta la idea! ¡Vamos a darle! —respondió con entusiasmo.

Fama Y Amor (Kayn X Akali)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora