Rosas. [MuiTan/TanMui]

Una visita.

[Tanjiro][23/10/21]

Hoy fui a visitar a Muichiro. Aún se ve cansado, pero agradezco tantísimo que ya no se vea demacrado. Incluso camina, y me siento tan aliviado. Por algunos días llegué a pensar que lo perdería.

He aclarado mi mente, él me gusta, definitivamente. No es solo un sentimiento de querer protegerlo, realmente me gusta. Es algo difícil de explicar, es sólo que a mis ojos se ve como el chico más lindo del planeta, nunca dudaría de esa afirmación mientras tenga un alma conciente.

Pero, la gente me parece egoísta. Dicen que es obligatorio declararte cuando tienes ese tipo de sentimientos, no se paran a pensar en lo desagradable que eso llega a sonar. Si alguien te gusta, supondría yo que le desearías lo mejor, que no te pararías para escupirle tus sentimientos esperando algo a cambio. ¿No se supone que a esa persona, la amas?

Aunque da igual, tal ves soy yo el que está mal. Parece que ese acto que a mis ojos se encuentra asqueroso, es algo hermoso a los ojos de los demás. Tampoco soy alguien para hablar siquiera, puede que los demás me vean cómo el niño inexperto e inmaduro.

Así que, luego de pensarlo, decidir sí quería ser egoísta o seguir mis ideales tal y cómo los decidí, creería que es obvia la respuesta a la que concluí. Quiero ser su amigo, no quiero ser una mala persona, no quiero ser egoísta y seguir unos deseos ciegamente avariciosos. Normalmente soy bastante emocional, pero esta vez y en este caso específico, veré la situación en estadísticas.

Da igual. El caso es que, Muichiro se ve precioso últimamente. Ahora que entiendo lo que siento, no he podido evitar pensar mucho en él. Ha vuelto ese grisáceo colorido que lo caracterizaba la primera vez que lo vi en ese día soleado.

Él se veía tan hermoso, aunque hacía frío por el viento, el sol resplandecía con toda su fuerza. Era difícil abrir los ojos por esa gran estrella, pero el resto de mi piel se sentía agradecida por el calor que la misma irradiaba. Esa imagen borrosa cuando tenía mis ojos entreabiertos, podría afirmar que siempre supe que él sería el protagonista de cualquier paisaje.

Incluso en un mal momento, su melancolía resaltaba tan bien que me siento incluso culpable de pensar que se seguía viendo bello.

Hoy, logré verlo una vez más bajo una luz que no fuera artificial. Su piel se nota más suave así, bajo las estrellas. Pensé que era un ángel, mi chico hecho de polvo brillante de estrellas.

[Omnipresente][23/10/21]

Muichiro tenía poca ropa presente, sólo una camisa de hospital y un corto short. Era increíble porque, por primera vez en mucho tiempo, sólo temblaba debido al frío. Agarraba ese tubo de metal frío colgando líquidos mientras sus pies descalzos tocaban con su planta el suelo de la azotea del hospital.

Tanjiro lo acompañaba de cerca, agarraba con puro amor su mano, y con su mano libre intentaba poner torpemente una bufanda alrededor del cuello de Muichiro. No se necesitaban palabras, los silbidos del viento ya decían todo lo necesario.

– Te ves brillante.– dijo Tanjiro, sabiendo que la brisa no podría decirlo tan bien cómo él.

– Siempre adoré cómo te ves en la oscuridad de la noche, pareces ser un sol nocturno. Es realmente hermoso. – contestó Muichiro, con esos ojos hipnotizados con el peliburdeos frente a sus ojos.

– Siempre me miras así. ¿Qué es lo que tanto miras? – mencionó Tanjiro, con ganas de que le repitan una y otra vez esas hermosas palabras que ya le había dedicado en una ocasión, una noche igual a esta.

– Últimamente noto que tus labios se ven secos, ¿haz estado echándote bálsamo? Hace unos días se veían suaves. Siempre es lo primero en lo que me fijo. – declaró Muichiro.

– Oh. Tienes razón - confirma Tanjiro luego de tocarse sus propios labios - Será lo primero que haga al llegar a casa. –

Tanjiro mira de reojo la mano de Muichiro una vez más, nota cómo sus nudillos son un poco más rojizos, sus dedos son largos y sus uñas son cortas. No puede evitar pensar en lo lindas que son sus manos y en lo adictivo que es agarrarlas. Porque además, son suaves.

Él realmente sabe que Muichiro también disfruta de ese contacto, así que lo toma de la mano, adorando como siempre el tacto que siente. El pelinegro, obviamente corresponde, sin tener que pensarlo siquiera. Este tipo de acciones ya son más que habituales.

– Muichiro, te vas a enfermar si no entras. ¿Qué te ha dicho el doctor? ¿Sabes cuando vas a salir? – comenta Tanjiro, luego de haber recordado la situación y lo malo que sería para el contrario continuar expuesto al frío, a pesar de estar disfrutando tanto la oportunidad.

– ¡Ah...! Justo eso te iba a decir. Dicen que podré salir pronto, tal vez en un par de días. Pero que necesitaré que alguien me cuide unas semanas luego de salir. - Muichiro dio una pausa, apretó sus labios y tomó un poco de aire - ¿Podría quedarme en tu- – Fue interrumpido por un pequeño sonido de afirmación. 'Hmhm'.

– Si, Mui. Puedes quedarte en mi casa el tiempo que quieras. Por mi buen desempeño, estaré saliendo un poco más temprano del colegio. En una semana ya estaré en vacaciones, y aún si no estuviera libre, estoy seguro de que mi familia te acogerá tan bien como sea posible. – afirmó Tanjiro, dando tantísimos detalles para que Muichiro tuviera la menor cantidad de dudas.

– Oh... ¿Seguro que tu familia no estará incomodada por mí? Sé que a veces soy un poco difícil de lidiar. – enuncia el pelinegro, con su cara indiferente de siempre. Bueno, ya no era 'la de siempre' para Tanjiro, pues siempre lo veía con una tenue sonrisa.

– Mi casa es realmente grande y mi familia es muy amable con los invitados. No te preocupes por eso, sé que te amarán casi tanto cómo yo lo hago. –

– ¿Casi tanto? –

– Sí, porque nadie te puede amar de la misma manera o cantidad que yo. – asegura el peliburdeos, casi pareciendo que presumía de esa capacidad.

Muichiro y sus mejillas fueron infestados por un tono carmesí, el pelinegro reía por lo hilarante que resultaba. Y también un poco para disimular el rubor, aunque se veía claramente.

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