Us | Peter Ballard

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–Necesito que me cubras.–Rachel alejó al micrófono para que su conversación no fuese expuesta al aire.

–¡¿QUÉ?!–se exaltó– ¿estas loca? tú eres la de la exclusiva.–Thomas la regañó mientras sacudía la cabeza de un lado a otro en modo de negación.

–Por favor.–juntó las manos para implorar piedad–Me lo debes.–añadió revoloteando las pestañas en un intento de persuadir a su compañero.

James, para no grabar lo que estaba sucediendo entre sus compañeros, se alejó de estos para filmar las escenas donde los niños eran sacados de las habitaciones en las que se había mantenido ocultados del resto de la sociedad. 

–Si quieres que tome tu lugar, necesito saber qué es lo que harás.–se cruzó de brazos intentando convencerla para que esta no se fuese de su lado.

–No puedo decírtelo.–soltó una gran bocanada de aire que no sabía que había estado reteniendo–lo único que puedo comentarte es que es de gran urgencia.

–¿Qué puede ser más urgente que tu carrera como periodista?–preguntó con un tono de voz lleno de incredulidad al mismo tiempo que rodaba los ojos y deshacía la cruzada de brazos.

Rachel guardó silencio, ya que no estaba segura de cuales palabras debía de utilizar si quería ser cautelosa. Thomas, al percatarse de que la castaña no estaba dispuesta a responderle, terminó cayendo en sus encantos.

–Tú ganas, lo haré.–bufó.

En cuanto Rachel lo escuchó acceder a su petición, se abalanzó hacia este para envolverlo en un abrazo nada previsto.

–¡Gracias! ¡Mil gracias!–chilló en medio del abrazo.

Thomas le dio unas palmadas en la espalda para que esta deshiciera el apretujón que le estaba concediendo. Una vez que Rachel se separó, él pudo ver como a ella se le había dibujado una sonrisa de oreja a oreja.

–Solo te advierto que tú serás la que le dé las explicaciones a Drake, no yo.–alzó la ceja izquierda.

Rachel asintió rápidamente con la cabeza ocasionado que Thomas se burlase de esta debido a la emoción que le ponía a cada una de sus acciones.

–Yo me encargaré de todo, lo prometo.–se dio la media vuelta para dar unos pasos, sin embargo, volvió a girarse en dirección del castaño–¿Podrías hacerme un favor más?–entrecerró los ojos mientras hacía con su dedo índice y su pulgar, hacía una señal de algo pequeño.

–¿Otro?–respondió con algo de fastidio.

–Necesito tu chaleco.–señaló al uniforme que este estaba usando.

Thomas miró hacia abajo para ver su uniforme, luego levantó la mirada y, posteriormente, se sostuvo el puente de su nariz con los dedos de su mano derecha.

–No, nunca.–chasqueó la lengua mientras hacia un murmuro de negación.

–¡Thomas!

–¡Rachel!–la imitó.

–Te lo ruego por lo que más quieras.–se aproximó hacia él para sujetar de la camisa blanca que usaba debajo de dicho chaleco.

Rachel Jones era la debilidad de Thomas. Por ese motivo, este soltó un suspiro antes de deshacerse de lo que se consideraba su uniforme como asistente comunicativo. Thomas era ese trabajador que ayudaba al camarógrafo debido a que estaba capacitado para filmar, pero que a su vez; podía llegar a ser el suplente de la reportera en llegado caso que se necesitase cubrir a esta.