15

256 25 0
                                    

15

–Buenos días.–uno de los empleados lanzó el saludo al verla caminar junto al rubio.

–Buenos días.–Rachel devolvió gustosamente del saludo con una sonrisa dibujada en su rostro.

Segundos después de haber arrevesado al trabajador, Peter soltó una pequeña risita la cual le llamó la atención a la castaña.

–¿Qué es lo divertido?–juntó las cejas debido a la curiosidad.

–Les agradas más de lo que yo les agrado a ellos.–se relamió los labios al explicarle el motivo de su inesperada risa.

–¿Por qué no les agradarías?–se tomó una pausa para hacer una cara pensativa–No creo que exista razón alguna por las que les caerías mal, eres una buena persona.–se encogió de hombros.

–Soy buena persona cuando se trata de ti.–le guiñó el ojo al mismo tiempo que sostuvo la perilla de la puerta.

Rachel se quedó helada por un par de segundos tras el comentario de su compañero. Esta trataba de convencerse que Peter solo intentaba ser amable con ella, pero su parte interna le mencionaba que este le estaba coqueteando. 

Mientras Rachel lidiaba con sus pensamientos, Peter se encargó de abrir la puerta del área asignada de aquel día. Una vez que ambos ingresaron, lograron visualizar un largo corredor el cual se veían obligados a atravesar para llegar a su destino. El pasillo no era ni angosto ni ancho, las paredes de este eran blancas, no había decoración alguna y, lo único que lograban identificar, era un gran ventanal ubicado en el fondo. Detrás de este, se encontraban un par de científicos laborando.

–¡Wow!–Expresó su impresión en cuanto sus ojos detectaron al personal que portaba una bata blanca con sus respectivos lentes de seguridad–Esto es lo más avanzado que se me ha asignado para explorar.–murmuró dando unos pasos hacia adelante para obtener una mejor vista de la escena.

–Para ser sincero, batallé un poco para que nos dieran el acceso.–confesó sin dejar de observar a la castaña que se encontraba fascinada.

–¿Por qué solicitaste este lugar? ¿Tiene algo de especial?–parpadeó un par de veces al posar su vista en Peter, ya que el pasillo no contaba con la misma iluminación que había del otro lado del vidrio y, tras estar unos segundos anonadada, sus ojos se le habían encandilado. 

–No, pero yo también ya me aburrí de recorrer habitaciones vacías donde claramente se ha eliminado todo aquello que haga levantar sospechas.

–¡Oye! en ningún momento dije que ya me había aburrido.–expresó su desacuerdo con la oración anterior.

–No, pero sé que lo has pensado y no te atrevas a negarlo.–levantó su dedo índice para señalarla en advertencia.

Rachel bajó la mirada con una sonrisa de oreja a oreja al mismo tiempo que sintió sus mejillas arder debido al sonrojo. Últimamente, sus emociones salían a flote como si no tuviese un control sobre estas; era como si se hubiese convertido en una adolescente que no sabía como dominar sus sentimientos.

–¿Traes contigo tu libreta de notas?–Peter hizo que Rachel saliese de su burbuja de emociones.

–Sí.–levantó la mirada para darle un rápido vistazo y, posteriormente, colocarla en los científicos.

Un jadeo de la impresión salió de los labios de Rachel en cuanto presenció la terrible escena que estaba sucediendo a unos metros de ella. 

–Que bueno porque la vas a necesitar.–mencionó en un apagado tono de voz.

–¿Qué están haciendo? ¿Por qué están esos animales enjaulados?–sintió como un nudo se formaba en su garganta.

Tras el otro lado del pasillo, los científicos habían colocados jaulas arriba de las mesas que tenían en el pequeño cuarto donde se encontraban. Cabe destacar que, los armazones no estaban vacíos, en vista que dentro de ellos habían diferentes tipos de animalitos.

–No sabía que hoy harían eso. Además, no tengo ni idea del porqué los tienen ahí.–comentó caminando hacia la puerta que los dividía.

La entrada hacia el lugar donde los trabajadores se encontraban, estaba bajo seguridad, en vista que para conseguir el acceso necesitabas una tarjeta de empleado la cual se necesitaba deslizar para que la puerta se lograse abrir. A un lado de esta se encontraba una bitácora colgada a mano izquierda, la cual Peter quitó de su lugar para posicionarla en sus manos. Este no pudo evitar hacer una mueca de desagrado al percatarse que aquél no el día adecuado para encontrarse ahí.

–Tenemos que irnos.–cerró la bitácora para regresarla a su ubicación original.

–¿Qué? ¿Por qué?–Rachel frunció el ceño en cuanto vio a Peter exaltado. 

–No quiero que seas testigo de lo que harán, vámonos.–agarró del codo de la castaña para tratar de guiarla a la salida.

–¡No!, no entiendo el porqué debemos de irnos si tanto te costó que nos permitiesen estar aquí.–se colocó una mano en la cintura– Peter, nada te cuesta darme una explicación y no una justificación.–movió de su brazo para que el rubio soltase del agarre que había entablado.

Peter entreabrió los labios para darle las palabras que ella deseaba escuchar, sin embargo, lo único que se hizo presente fue una desesperante alarma acompañada de colores rojizos. Inmediatamente, Rachel buscó la causa de la activación de dicha alarma logrando presenciar una escena desgarradora; uno de los conejos que estaba anteriormente enjaulado, había atacado a uno de los científicos desfigurándole el rostro mediante mordidas. Dicho conejo lucía diferente a cualquier otro que Rachel había logrado presenciar en su vida, ya que los ojos de este eran rojos y en ciertas zonas carecía de pelaje, lo cual dejaba a la exposición una parte de su piel.

De pronto, la puerta del pasillo fue azotada en cuanto el personal más experimentado decidió intervenir en la situación. Estos estaba cubiertos completamente gracias a su traje amarillo, entre ellos transportaban herramientas que a simple vista ella no pudo distinguir y, además, uno de estos los apresuró para abandonar la habitación.

–¡Largo!–señaló con su dedo índice hacia la salida.

–¡Vamos! Tengo que sacarte de aquí.–Peter entrelazó su mano con la de Rachel para escabullirse entre los trabajadores.

Al salir del pasillo, pudieron notar como el personal era evacuado por las salidas de emergencia y, entonces, decidieron seguir el mismo camino.

–¿Qué está sucediendo? no entiendo nada.–gritó, debido que la alarma retumbaba en todo el lugar provocando que los sonidos se limitasen. 

–Activaron el protocolo de seguridad, debemos de abandonar el laboratorio si queremos estar fuera de peligro.–explicó sin detener el paso.

Rachel y Peter caminaban apresuradamente sin deshacer el agarre de sus manos. Durante su intento de escape, Rachel recibió un par de codazos provenientes del resto de personas que igual que ellos trataban mantenerse a salvo.

–Peter, ¿no estamos en riesgo por haber estado en el mismo lugar?

–No, no estuvimos expuestos a lo que sea que haya sucedido allá adentro.–sacudió la cabeza de un lado a otro para tratar de tranquilizar a la castaña–Ve el lado positivo, finalmente les darás una prueba para que hagan una intervención inmediata.–le guiñó el ojo derecho.

Una vez que se posicionaron en el punto de reunión que se tiene establecido para los casos de emergencia, Peter y Rachel se robaron las miradas del personal, dado que aún mantenían sus manos entrelazadas.

☽ ☽ ☽ ☽☽ ☽ ☽ ☽☽ ☽ ☽ ☽☽ ☽ ☽ ☽

¡Hola!, no se olviden de dejar su voto para tener un próximo capítulo:) 

Gracias por todo su apoyo<3

Canción recomendada del día: You Belong With Me (Taylor's Version) --> mi canción favorita de Tay porque yo lo viví u.u

Us | Peter BallardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora