Us | Peter Ballard

04

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Rachel se trasladó en silencio ateniéndose a seguir a Peter. Durante su recorrido, iba observando las blancas paredes de los pasillos que fueron dejando atrás. Su inspección a simple vista del lugar se vio forzada a terminar en cuanto Peter se detuvo delante de la puerta que portaba un letrero donde yacía escritas las palabras "recursos humanos".

Antes de girar de la perilla de la puerta, Peter echó un vistazo sobre su hombro para asegurarse que la recién llegada aún estuviera siguiéndolo a él.

–Te traigo a la periodista.–dijo de golpe una vez que abrió la puerta.

El empleado que se encontraba sentado al otro lado del escritorio, levantó el rostro para estudiar a la novata.

–Gracias.–bajó los papeles que sostenía entre sus dedos blancos.

Peter se apresuró en un intento de abandonar al lugar, pero fue detenido por la misma voz que le agradeció.

–Ocupo que te quedes aquí, ya que te pondré a cargo de ella.

Las palabras del otro trabajador, hicieron que Peter tuviese la piel de gallina. Tras esto, se reincorporó en su lugar para volver a su posición recta.

Rachel vio rápidamente a Peter antes de establecer la mirada en el hombre que se estaba poniendo de pie para aproximarse a ella.

–Eres la empleada de Drake ¿Cierto?–mencionó mientras le ofreció un estrechamiento de manos.

Al menos este sí era educado.

–Sí, me llamo Rachel.–se presentó al mismo tiempo que aceptó del saludo.

–Es un placer tenerte en nuestras instalaciones, estábamos ansiosos por recibir tu llegada.–soltó el apretón para encaminarse hacia donde anteriormente permanecía sentado.

Ella lo miró con sus grandes ojos esperando que este pronunciase algo más, pues no tenía muy en claro lo que tenía permitido decir. Le daba miedo comenzar a hablar sin sentido y terminar siendo una decepción.

–Por favor, siéntate.–le solicitó señalando con ambas manos a la silla vacía que se encontraba frente al escritorio.

Rachel tomó asiento para posteriormente colocar su bolsa sobre sus muslos.

–¿Eres muy callada?–bromeó en vista de la falta de palabras provenientes de esta.

–Ya quisiera yo que fuese callada...–Peter bufó captando la mirada de los dos presentes.

El otro hombre se rio gracias a las palabras recién mencionadas.

–No, solo que no estoy muy segura sobre lo que debería de hablar.–se sinceró.

–No te preocupes. Me llamo Chandler, soy el encargado de contratar al personal de nuestra empresa. Sin embargo, en esta ocasión, quien te seleccionó fue el mismísimo dueño.–inició a dar una breve descripción de sí mismo con la finalidad de alejar los momentos incómodos.

–¿El doctor Brenner?–frunció el ceño.

–¿Lo conoces?–Peter intervino en busca de una respuesta que eliminase uno de sus grandes temores.

–No, pero he escuchado sobre él en las noticias.–se encogió de hombros sin dejar de mirar al rubio.

Peter se sintió aliviado al oír que ninguno de estos tenía una previa conexión.

–Bueno, ahora oirás de él todos los días, puesto que básicamente tu deber es venir de lunes a viernes en un horario de 10 a 11 de la mañana.–entrelazó sus manos para apoyar su mentón en estas.