01
Hawkins se había envuelto en un caos del cual no podía liberarse fácilmente. Por alguna extraña razón, en las últimas tres semanas habían llegado reportes de niños siendo arrebatados de sus padres y, a los pocos días, las personas que realizaban el reporte, desaparecían.
La gente estaba aterrorizada de ser los siguientes en ser apagados por buscar la verdad, sin embargo, esto no fue de impedimento para realizar un revuelo a las afueras del laboratorio de Hawkins.
El pobre laboratorio había sido acusado como el causante de los desastres por la ex esposa del doctor Martín Brenner quien aseguraba que su ex marido le había arrebatado a su hija para realizar un proyecto con infantes. En vista que la denuncia había sido por alguien cercano al líder de la institución, la gente no dudó en creerle.
Por otro lado, el laboratorio no era el único que se encontraba en un torbellino de emociones, ya que los medios de comunicación se enloquecieron al intentar ser los indicados para realizar el informe que se daría sobre lo que sucedía dentro del laboratorio de Hawkins.
Rachel bajó la cabeza mientras atravesaba el enorme corredor que tenía que cruzar para llegar a la oficina de su jefe. Sus compañeros de trabajo la observaban con expresiones de desprecio, disgusto y coraje. La noticia ni siquiera era oficial, pero estos ya se habían encargado de armar una escena de celos.
"Tú no tienes la culpa." Se repitió constantemente en busca de aliviar su sentimiento de culpabilidad.
Cuando finalmente llegó al otro lado del corredor, se posicionó delante de la puerta para tomar una gran bocanada de aire antes de tocar, sin embargo, sus nudillos ni siquiera hicieron contacto con esta, ya que fue abierta.
–¡Ahí estás!–Drake, su jefe, la estrechó entre sus brazos ocasionando que algunos trabajadores jadearan de la impresión.
Rachel le sonrió cálida, pero forzosamente debido a la incomodidad que llegaba a experimentar por la gente que los rodeaba.
–Me dijeron que quería hablar conmigo.–colocó sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón para evitar que sus nervios fueran descubiertos.
–Sí, adelante.–se hizo un lado para otorgarle el acceso al lugar.
Rachel se adentró a la habitación que solo había visitado cuando la contrataron mientras que su jefe la miraba con unos ojos llenos de entusiasmo. Este le indicó mediante señas que tomase asiento y, como a la castaña no le gustaba ser maleducada, se limitó a acatar los deseos de Drake.
–Supongo que ya te has enterado. En este pequeño pueblo no hay algo que pueda mantenerse como sorpresa.–su jefe se sentó delante de ella mientras entrelazaba sus manos.
–¿Es verdad?–ella cuestionó con una gran esperanza de obtener una negación como respuesta.
–Sí ¿No es increíble? Vas a ser la encargada de cubrir la noticia más importante del momento.
–Pero...–tomó una pausa– ¿Por qué yo? Digo, estoy muy agradecida de haber sido la seleccionada, pero siento que lo correcto sería una persona con más experiencia en el campo laboral.
–Lo sé, estoy consciente que apenas tienes unas semanas de graduada, pero esta es tu oportunidad para conseguir esa experiencia.–La señaló con su dedo índice.
Rachel no podían aceptar el hecho que teniendo la posibilidad de elegir a otro medio de comunicación, a otra persona más experimentada o inclusive a alguien que proviniese de la ciudad; la habían escogido a ella, una novata que había conseguido su puesto de trabajo gracias a su carisma.
–¿Lo harás, verdad?–su jefe hizo que saliera del trance en el que se había profundizado.
–Sí, lo haré.–asintió con la cabeza.
Drake no pudo evitar estallar de la emoción. Para ser honestos, él tampoco comprendía el por qué el gobierno había llegado pidiendo exclusivamente a la castaña en vez de echarle un ojo al catálogo de los trabajadores que estarían dispuestos a participar en el caso. Sin embargo, esto dejó de importarle una vez que le cayó el veinte sobre la gran relevancia que la compañía adquiriría una vez que comenzasen a impartir la noticia.
–Perfecto. Entonces, me temo que mañana comienzas.
–¡¿Mañana?!–preguntó exaltada.
Ni siquiera había tenido el tiempo suficiente para prepararse mentalmente.
–Sí. Rachel, la gente del pueblo está perdiendo la cordura al no obtener una declaración oficial. Además, son órdenes de los de arriba.–hizo una mueca.
Ella supuso que "los de arriba" se trataba de los mismos que manejaban lo que sucedía dentro del laboratorio, el gobierno. Por lo tanto, no estaba dispuesta a desobedecerles.
–Está bien, mañana a primera hora estaré ahí.–suspiró.
–Trata de tomarte la situación con calma. Eres muy capaz de realizar esto. –le sonrió en busca de tranquilizar su exaltación.
–Es bueno saber que alguien confía en mí.–se rio.
–¿Lo dices por los de allá afuera?–señaló con su mentón en dirección de la puerta principal– No les hagas caso, están celosos porque para obtener un puesto como el tuyo tuvieron que humillarse por meseeees.–alargó la palabra meses.
–¿Eso no lo hace injusto?–susurró, pero fue lo suficiente audible para que este lo captase.
–No porque yo no te mandé, ellos te pidieron.–se encogió de hombros.
Eso lo hacía el doble de extraño, pero trató de no darle mil vueltas a la situación, así que se limitó a creer que la razón por la que habían seleccionado a una novata era por la misma razón que sus compañeros desconfiaban de su capacidad: por tener una gran posibilidad de no exponer la verdad.
–¿A qué hora debo presentarme en el laboratorio de Hawkins?– pidió un poco más de información, pues no quería quedar mal en su primer día.
–A partir de las ocho de la mañana. Al llegar solo tienes que darle tus datos al vigilante de la caseta para que este te deje entrar.
–¿Mencionaron algo de la vestimenta? ¿Algo que necesite llevar aparte de mis herramientas de trabajo?
–No, no me dieron indicaciones exactas sobre todo lo que mencionas, pero no te preocupes Rachel, te tratarán bien.
–Eso espero.–se mordió las uñas debido a su nerviosismo.
Su jefe la examinó antes de tomar la decisión de mandarla a descansar por el resto del día. Ella se veía angustiada, cansada e impaciente. Debajo de sus ojos castaños tenía unas ojeras que eran acompañada por unas bolsas lo cual hacía muy notorio el hecho que necesitaba relajarse para verse presentable al día siguiente.
–Tómate el resto del día libre.–le ordenó.
Rachel dejó de morderse las uñas para mirarlo con impresión.
–¿En verdad?
No tenía ni dos horas transcurridas desde que su turno había dado inicio.
–Sí, necesitas reposar para recargar baterías. Mañana será un día diferente al resto.
Rachel asintió mientras se colocaba de pie al mismo tiempo que su jefe. Este la encaminó a la puerta principal para que pudiese regresarse por donde había llegado.
–Muchas gracias por la oportunidad, me siento tan afortunada de tener tremenda responsabilidad.–agradeció una vez que cruzó el umbral de la puerta.
–No me tienes que agradecer a mí, yo solo accedí a lo que me pidieron. Buena suerte mañana.–levantó su puño para demostrarle que debía de tener fuerza.
Rachel imitó la misma acción que su jefe logrando que este dibujase una sonrisa de oreja a oreja en su rostro.
Sin decir ninguna palabra más, se dio la media vuelta para dirigirse a la salida del lugar.
El día siguiente sería su primer día trabajando desde el laboratorio de Hawkins y, sin duda, no podía dejar de sentirse ansiosa.
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Us | Peter Ballard
FanfictionEn donde Rachel Jonson es la periodista designada para revelar los oscuros secretos del laboratorio nacional de Hawkins y, de esta manera, descubre la existencia de Peter Ballard. Iniciada el 12 de abril del 2023 Terminada el 7 de julio del 2023