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–¿Qué harán con los trabajadores?–Rachel cuestionó preocupada por los cargos que estos fuesen a recibir.

Aunque para ser sinceros, su preocupación únicamente recaía en aquella cabellera rubia de sonrisa bonita que solía acompañarla en los recorridos mañaneros.

El lugar se encontraba hecho un caos: los papeles eran pasados de persona en persona, los empleados corrían de un lado a otro, las llamadas telefónicas ya se habían empezado a realizar y, por último, la policía había acudido a la llamada que recibieron solicitándoles presentarse a uno de los medios de comunicación más importantes del momento.

–Al haber sido testigos de las acciones ilegales y al no haberlo reportado a la policía del pueblo, los hace cómplices.–se encogió de hombros sin dejar de esquivar a la castaña que no dejaba de realizar preguntas–¿sabes que le hacemos a los cómplices? los encarcelamos.–se colocó el sombrero café encima de su cabeza.

–Hopper, ¿en verdad vas a ingresar en este momento?–Drake se cruzó de brazos mientras le lanzaba una de sus tantas miradas llena de incredulidad.

–¡Ese es el acuerdo! no pienso permitir que siga transcurriendo el tiempo.–se dio la media vuelta para enfrentar a los dos periodistas que daban grandes zancadas detrás de él–Ustedes pasarán las grabaciones en las noticias unos minutos antes de que nosotros lleguemos al paradero. Quiero que quede bien claro, no se proyecta en este momento ni después de nuestra llegada, ¿entendido?–señaló al jefe de la castaña con su semblante de fastidio.

–¿Por qué no podemos pasar las imágenes ahorita?–bufó levantando de su muñeca para echarle un vistazo a su reloj en un intento de descubrir la hora exacta–son las 12 del medio día lo cual significa que los habitantes de Hawkins deben de estar almorzando en familia y, por ende, es el momento perfecto para que estos se enteren sobre los hechos sucedidos de ayer.–bajó de su brazo tras su explicación.

–¡Por qué pueden escapar!–elevó la voz dado que empezaba a salirse de sus casillas.

El energético tono de voz que Hopper había utilizado hizo que Rachel se sobresaltase en su lugar, ya que este la había tomado desprevenida.

–Tampoco puede ser minutos después de que arribemos al lugar porque la castaña hostigosa que no deja de mirarme con sus ojos de intranquilidad tiene que ingresar con nosotros para cubrir la noticia en vivo.–rodó los ojos a la vez que extendió de su mano derecha para alcanzar una de las donas que había en la oficina.

Rachel juntó de sus cejas colocando una mano en la cintura para dedicarle un vistazo lleno de enfado. A esta no le habían agradado los adjetivos que el oficial prepotente había utilizado para describirla.

–Nada personal contra ti, niña. Solo que me has hecho tantas preguntas que no puedo dejar de verte como un cadillo en mi zapato.–le aclaró antes de darle una mordida a su rosquilla.

Drake suprimió la carcajada que estaba a punto de escapársele de los labios porque no quería hacer que su periodista estrella se enfureciera más de lo que ya aparentaba estar.

–Deberías mostrarle más respeto a quien te consiguió aquellas cintas.–Drake se cruzó de brazos para recargarse en la pared café–ella es quien hará que tengas un reconocimiento una vez que ingreses a aquél edificio.–trató de defender a su trabajadora a pesar de que los comentarios de Hopper sí le habían dado risa.

–Tengo entendido que ella también recibirá sus créditos correspondientes ¿no?–se aproximó hacia la castaña para darle unas palmadas en su cabeza.

–¿Podrías dejar de tratarme como si fuese un perro o una niña?–Rachel retiró la mano del oficial con un ligero manotazo–por favor.–añadió para no sonar grosera.

El rostro de Hopper se transformó a uno de asombro, puesto que no se esperaba que la periodista fuese a reaccionar de la manera en la que lo hizo.Definitivamente, la había juzgado mal. Por ende, se limito a elevar los brazos en modo de rendición a la vez que trató de no reflejar la diversión (que en ese momento sentía) en su rostro.

–Asegúrate de marcarnos cinco minutos antes de que aparezcan en las instalaciones para tener tiempo de reproducir las imágenes.–Drake le recordó a Hopper mientras este devoraba de lo que quedaba de la dona.

Entre mordiscos, Hopper murmuró para hacerle saber que estaba consciente sobre ello.

–Es hora de irnos.–comentó una vez que había terminado de comer el último pedazo de pan que tenía en sus manos para posteriormente sacudirse las migajas que había en la comisura de sus labios.

Esa era la señal para que Rachel recogiese sus cosas antes de empezar a seguir al oficial que había llegado a la oficina de su jefe para entregarle la noticia de que finalmente existían pruebas para intervenir en las operaciones del laboratorio de Hakwins.

Aquella mañana, después de haber recibido la cinta, Rachel decidió dirigirse al recinto donde se encontraba su jefe para comentarle la información que tenía en sus manos. Esto hizo que el padre de Rachel renegase un poco, pues había tenido que conducir hasta la ciudad para llegar a las instalaciones principales y, por lo tanto, había ingresado tarde a su empleo. Por otro lado, Rachel creyó que no importaba si hacía que su padre cambiase su rutina diaria, dado que en un par de horas, las personas dejarían de trabajar para ponerse al día con la noticia que les impactaría.

El doctor Brenner había estado preparando un arma contra los soviéticos mientras que Peter Ballard le daba un recorrido a quien se encargaría de hundirlo.

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Canción recomendada del día: Dreaming Of You - Selena Quintanilla

5 votos y les subo el siguiente capítulo (literal ya tengo varios capítulos escritos, solo es de subirlos)

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