Us | Peter Ballard

07

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–¿Terminó?–Rachel preguntó al presenciar como la multitud comenzaba a esparcirse alrededor del hoyo donde el ataúd debía de ser enterrado.

–Sí, pero no. Sigue la sepultura.–giró levemente de su rostro para observar el perfil de Rachel–Si yo fuese tú, ya estuviese posicionándome frente la cámara.–señaló con su dedo índice en la dirección donde se encontraba el camarógrafo.

Rachel miró sobre su hombro para percatarse que sus compañeros ya estaban en el lugar y, tras ello, caminó deprisa hacia donde estos se encontraban. Por otro lado, Peter no tenía pensando quedarse esperando desde una retirada distancia y, por ende, decidió seguir a la castaña.

–¿Comenzamos a grabar?–sugirió el camarógrafo en cuanto vio llegar a la reportera.

–Sí.–Rachel se acomodó el cabello– ¿Me veo bien?–le preguntó al resto del equipo un poco preocupada por su apariencia.

–Te vez bonita.–Peter respondió antes de que alguien le diese una contestación.

La desconocida voz del rubio hizo que los compañeros de Rachel volteasen a examinarlo. Estos estaban conscientes de que este no era parte de la misma compañía, así que solo les quedaba deducir que se trataba de alguien cercano para la castaña.

–¿Tú quién eres?–el camarógrafo principal le cuestionó con una de sus manos colocadas en cintura.

–Peter.–respondió sin dirigirle la mirada, en vista que se encontraba sonriéndole a la castaña que cepillaba de sus mechones con los dedos de sus manos.

–Bueno rubecito, necesitamos que te quedes fuera de escena.–le señaló hacia atrás con sus pulgares para que este se moviese de lugar.

Con una sonrisa de oreja a oreja, Peter se cambió de lugar para precaver ser filmado por el noticiero. Al mismo tiempo, uno de los empleados que venía sobrando, le entregó un micrófono a la castaña.

–Entramos al aire en tres, dos, uno...–hizo el señalamiento hacia Rachel para que esta empezase a hablar.

–Lo que alguna vez fue el pueblo tranquilo de Hawkins, Indiana. Llegó adonde nunca hubieran imaginado; el foco de atención nacional.–Rachel dio la introducción mientras sujetaba fuertemente del micrófono tratando de evitar que sus manos temblorosas fueran captadas en vivo.

–Debido a la creciente presión de la sociedad, uno de los altos funcionarios del departamento de energía del país admitió estar involucrado en la muerte de la adolescente Zoe Jones quien falleció debido a la exposición de químicos asfixiantes que se encontraban aún en prueba dentro del terreno del laboratorio. –tragó saliva tratando de deshacer el nudo que se formaba en su garganta.

El camarógrafo dejó de enfocar a Rachel para proceder a registrar la melancólica despedida que se le estaba dando a la joven.

El ataúd ya había sido depositado en el fondo del hueco y, en ese instante, las personas arrojaban flores hacia este.

–Hoy nos encontramos dándole el último adiós a la adolescente que habían reportado como desaparecida. Es lamentable el hecho de que la manera en la que se encontró no fueron las esperadas, sin embargo, al menos la familia Jones ya no vivirá con la incertidumbre sobre el paradero de su pequeña.–suspiró.

En el fondo, las personas se abrazaban mientras veían como la tierra caía de poco en poco tapando el hueco donde sería la futura tumba de Zoe.

–A pesar de que se descubrió lo que había sucedido con Zoe, hay una duda que aún permanece entre los habitantes. Si su fallecimiento fue accidental...–tomó una pausa para mirar a Peter quien se encontraba sacudiendo su cabeza de un lado hacia otro en negación– ¿Por qué su cuerpo había sido desaparecido? ¿No era lo adecuado comentar el accidente para darle su digna sepultura con el tiempo adecuado? Probablemente nunca lo sabremos...

–Fue suficiente.–Peter intervino para que la grabación se detuviera.

–¿Qué sucede contigo?–el camarógrafo le entregó la cámara a uno de sus acompañantes para enfrentar a Peter.

–¿Qué? ¿Te enfadaste porque provoqué que dejaran de estar al aire?–se burló cruzándose de brazos.

Rachel se acercó hacia ellos al caer en cuenta que el ambiente se había convertido algo denso.

–¿Quién diablos crees que eres para hablarme de esa manera?–se arremangó las mangas de su camisa dispuesto a llegar a los golpes.

–Thomas, no.–Rachel le sujetó del brazo para llamar su atención.

Ella sabía que Thomas era capaz de soltar el primer impacto y, desafortunadamente, no sabía contra quien se estaba enfrentando.

–¿No? ¿Vas a dejarte intimidar por este idiota?–señaló hacia Peter intentando dar unos pasos hacia adelante, pero Rachel lo jaló haciendo que volviese a su lugar.

–Thomas, no sabes lo que dices. Necesitas pensar con la cabeza fría.–dijo entre dientes a la vez que presionaba la sien de su colega.

–¿Por qué lo defiendes? ¿Estás saliendo con él?–frunció el ceño.

–Si lo estuviese o no, no es algo que te incuba.–Peter se acercó para agarrar la muñeca de Rachel.

–Déjala en paz, ni siquiera hemos terminado con el noticiero.–Thomas se pescó del brazo que no estaba siendo sujetado por el rubio.

–Thomas, Peter trabaja para el laboratorio nacional de Hawkins y fue enviado para moderar mis palabras.–Rachel confesó ocasionando que Thomas liberase de su brazo mientras su semblante se transformaba a uno de preocupación.

De todas las personas que habitaban en aquel reducido pueblo, este se había tenido que meter con uno de los empleados de la institución más potente del lugar. Thomas se sentía aterrorizado.

–Vamos, tengo que dejarte en tu casa.–Peter le regaló una sonrisa antes de tirar de su brazo para que la castaña caminase junto a él.

Sin rechistar, Rachel obedeció limitándose a trasladarse junto a Ballard. Ambos caminaron hasta encontrar el automóvil en el que habían llegado y, sin murmurar palabra alguna, ingresaron en este.

Una vez adentro, Peter se apuró a buscar las llaves en el bolsillo de su pantalón para introducirlas en el coche para después hacer que el motor andase.

Una vez más, el silencio se había adueñado del pequeño espacio haciendo que estos se sintiesen incómodos.

–¿Es tu ex novio?–sin pensarlo dos veces, soltó la pregunta.

–¿Qué?–Rachel lo miró para analizar su rostro.

Ella sí había entendido la pregunta, pero dudaba que fuese lo que ella creía haber escuchado.

–El mentando Thomas ¿Es tu ex novio? Salías con él ¿Verdad?–se sostuvo fuertemente del volante al grado de que sus nudillos se tornaron blanquecinos.

–¿Cómo lo sabes?–parpadeó un par de veces en un intento de quitar el asombro de su rostro.

Sin duda, no había oído mal.

–La manera en la que reaccionó cuando te toqué me dijo muchas cosas.–arqueó una de sus cejas mientras sonreía malévolamente.

Esa era la primera vez que en la que Rachel veía una sonrisa de ese estilo.

–¿Cosas como cuáles?–indagó.

–Por ejemplo, que tú lo dejaste a él.

Rachel tragó saliva al darse cuenta que eso sí era verdad.

–Y que él no te ha superado.–se carcajeó.

–Eso no es cierto.–rodó los ojos.

–Soy hombre, Rachel. Pienso y actúo como uno. Entonces, una mujercita como tú no me va a decir que estoy equivocado.–le guiñó el ojo derecho antes de situar la vista en la carretera.

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Hoy tomé el tiempo de cuanto me tardé escribiendo el capítulo, fueron dos horas y media OMG.