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Después de localizar a lady Suzy y recibir su reprimenda por demorarme con el chal, quedo libre para cambiarme el uniforme de mañana, ahora cubierto de polvo, por el de tarde y para comer algo si soy afortunado y aún me queda tiempo. Espero que sí; después de haberme perdido el té de anoche, el pegajoso pastelito que Irene me ha dado esta mañana no ha logrado saciar mi apetito. Debo de ser la única persona que pasa hambre en el Titanic, el barco más rico del mundo. Asegurándome de estar en todo momento al alcance del oído y la vista de otras personas, bajo como una flecha hasta el nivel F utilizando para ello las puertas que separan las diferentes clases y entro en mi camarote, que encuentro vacío. Mis compañeros no están y tampoco mi uniforme de tarde. Estoy a punto de blasfemar más que el guarda de Moorcliffe tras beberse un litro de ginebra cuando en ese preciso instante la puerta se abre y entra SoMin; tiene el pelo encrespado, que es lo que ocurre cuando pasas demasiado tiempo rodeada de calor y humedad. Pero en sus brazos, perfectamente doblado, está mi uniforme.

—Detesto planchar —dice.

—¡Oh, gracias! —Cojo el uniforme y compruebo que ella ha hecho un excelente trabajo; lo ha planchado igual de bien que lo habría hecho yo o puede que incluso como un sastre profesional —Está impecable.

—¿Piensas pasarte todo el almuerzo cambiándote de ropa o vas a darte un poco de prisa para que podamos comer algo como es debido? -Debería corregirla: la comida del mediodía se llama almuerzo solo para los ricos. Para nosotros es simplemente comida, la principal colación del día. Por la noche, cuando ellos cenan, nosotros tomamos té. A veces no es más que pan con mantequilla acompañado de una taza de té. Pero quién sabe, puede que en América sea diferente. Ha dado por sentado que vamos a comer juntos y supongo que así será. Mientras me cambio deprisa y corriendo, cepillando y colgando mi uniforme matutino para tenerlo presentable mañana, caigo en la cuenta de que SoMin yo nos hemos hecho amigos sin haber intercambiado apenas una palabra amable. Nunca he tenido un amigo fuera de mi familia o de la servidumbre de Moorcliffe; me resulta un poco extraño, pero también interesante. El comedor de tercera clase no es, ni de lejos, tan lujoso como el de primera, pero sigue siendo un espacio alegre y con mucha luz, de impecables paredes blancas y suelos lustrosos. SoMin me informa de que anoche hubo un baile improvisado después del té, pues también los pasajeros de tercera clase disponen de un piano. Un italiano que llevaba consigo un violín y un alemán que portaba un acordeón se sumaron a un pianista voluntario, de nacionalidad desconocida, para tocar canciones durante horas —Algunos oficiales del barco se unieron a la fiesta —explica desenfadadamente —El capitán no, claro. Estoy segura de que nunca asomaría la nariz por aquí abajo.

—Solo lo harían algunos oficiales de rango inferior —Doy un gran bocado a mi panecillo y bebo un sorbo de té —Como por ejemplo, el séptimo oficial, ¿un tal señor Kim Seokjin? –SoMin no lo niega. Apoya el mentón en la mano con expresión ensimismada.

—No tiene nada que ver con la clase de hombre que he imaginado a veces para mí. Siempre habría pensado acabar con un hombre del Líbano, quizá algún amigo de mi hermano de Nueva York; Jin es... Oh, Jungkook, ha viajado por todo el mundo, incluida la India -Aunque me divierte verla tan ilusionada, no me burlo de ella. Después de estos dos últimos días con Jimin, ahora comprendo mejor esa emoción.

—Y es un hombre muy amable —digo —Ha hecho cuanto estaba en su mano por ayudarme.

—¿Es cierto que los marineros tienen una muchacha en cada puerto?

—Seokjin no parece de esos —Aunque ¿quién soy yo para saberlo? Después de lo que he descubierto en las últimas veinticuatro horas, tengo la sensación de que no conozco a la gente, ni siquiera a las personas más cercanas. Pienso en Jimin, hombre y monstruo, y las horas que he prometido pasar con él mañana —Pero es difícil saber cuándo puedes confiar en un hombre.

TENEBROSA AQUA   ✧ JIKOOK ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora