TENEBROSA AQUA ✧ JIKOOK ✧

17

Atan al lobo rojo como a un puerco camino del matadero y lo meten en una jaula de madera.

—No se le ocurra ponerle un dedo encima —advierte el señor Namjoon —si mañana todavía quiere tener su empleo en este transatlántico –El humor de Seokjin no es mucho mejor.

—A diferencia de otros, yo sigo las normas de este barco. Cuando el señor Song declare lo que debe hacerse, se hará. Si decide devolverle su maldito perro, adelante. Pero, si es sensato y decide que sea arrojado al mar antes de que pueda hacer más daño, también se hará, y todo su dinero e influencia no podrán impedirlo –Me estremezco cuando los asistentes levantan bruscamente la jaula y se la llevan, ignoro adónde. Aunque me gustaría seguirles, proteger a Jimin, sé que es imposible. Tiritando de frío y conmoción, solo acierto a alargar una mano a modo de torpe protesta mientras se alejan por el pasillo con la jaula a cuestas y cierran la puerta tras sí. El señor Namjoon se quita la chaqueta y me la echa sobre los hombros.

—Ha hecho lo que ha podido –murmura. Me vuelvo hacia él y por primera vez advierto que tiene una mancha de color rojo oscuro en el ojo y que este se le está empezando a hinchar.

—¿YongGuk? —susurro. Asiente con la cabeza. YongGuk ha reducido al señor Namjoon frente a la puerta de la pista de squash y ha soltado a Jimin con intención de que matara a alguien. Jimin me ha advertido de que el silencio de YongGuk podía significar un cambio de estrategia, pero en ningún momento he imaginado algo así.

—Vamos —nos dice fríamente Jin. Está soportando su propia herida sin rechistar, incluso al utilizar el brazo dañado para abrir la puerta. Cuando echo a andar detrás del señor Namjoon, se vuelve hacia mí —Jungkook... Perdón, joven Jeon, ¿qué tiene que ver todo esto con usted? ¿No cree que debería volver a su camarote? Ha sido una noche dura –Me detengo sin saber qué contestar. El señor Namjoon me rescata.

—Está considerando la posibilidad de trabajar para nuestra familia. Jeon, me complace ver su iniciativa a la hora de cuidar de nuestros intereses. Acompáñenos, por favor –Una mentira tan buena como cualquier otra. Jin frunce ligeramente el entrecejo, pero no se opone. Miro al señor Namjoon, y este asiente con la cabeza. En realidad debería volver a mi camarote, aunque sería incapaz de conciliar el sueño. En cuanto regrese, lo primero que tendré que afrontar es un interrogatorio por parte de SoMin, la cual es claramente consciente de que pasa algo. Enfrentarme al capitán o el primer oficial o quienquiera que sea ese «señor Song» me parece pan comido en comparación. Además, necesito saber cuanto antes qué va a pasarle a Jimin. Si el señor Namjoon logra salir airoso de la situación mediante la palabra o el soborno, podremos recuperar la jaula, dejar que Jimin despierte por una vez en una cama y mirar hacia el futuro. Si la fortuna y la influencia del señor Namjoon no funcionan, Jimin perecerá ahogado mientras duerme o recuperará su forma humana en la jaula y aparecerá como un monstruo ante el mundo entero. Salimos a la cubierta de primera clase en dirección a un lugar que no reconozco. ¿Esta extraña noche está jugándome malas pasadas o realmente el aire es ahora mucho más frío? El resto de la travesía ha sido agradable, pero ahora el aire es afilado. Puede que no sea más que mi miedo, confundiéndome, haciéndome imaginar lo que el pobre Jimin sentiría si le arrojaran al frío glacial del Atlántico norte. Nuestros pasos retumban en la quietud de la noche. Sobre el oscuro e infinito océano vislumbro una mancha blanca. Un poco de hielo, eso es todo. Puedo ver que el señor Namjoon se siente mal. Tiene el andar inseguro, la mirada ida. Me cojo a su brazo.

—¿Está bien, señor?

—Le he fallado –Cierra un instante los ojos, como si con eso pudiera ahuyentar la horrible realidad, y tengo que guiarle. Ignoro si está aturdido por los golpes de YongGuk que ahora le amoratan el ojo o simplemente atontado por la conmoción. Pese a que no hay duda de que la situación es espantosa, puede que el señor Namjoon también esté malherido. Es preciso que le vea un médico, pero no ahora. Es preciso que hagamos frente a los graves sucesos de esta noche, pero no ahora. Ahora debemos luchar por la vida de Jimin.