En la pequeña ciudad, Grin, una residente de Psiquiatría y Kai Anderson, un psicopata en proceso, encuentran el amor de la forma mas inesperada, demostrando que, a veces, el amor hace florecer la bondad en quien no tenía esperanzas
Grin se quedó en silencio y Kai supo que estaba incomoda, lo que le pareció extraño, si el fuese nieto e hijo de 2 asesinos en serie, estaría orgulloso de ellos, pero no todos eran como él.
-Entiendo, es por eso que no dices tu apellido, verdad?
La joven se cruzó de brazos. -Y? Quieres que te diga que mi infancia fue horrible? Que fui abusada y lo típico de casos así? No, tuve una infancia hermosa, por eso odio que me relacionen con blofy face, mi padre se preocupó de darme todo el amor que él no tuvo, me protegió de todo. Mi padre siempre será así para mí.
Grin estaba realmente enojada, Kai bajó la mirada, aclaró su garganta. -Disculpa... pensé que era interesante.
-Pensaste mal.
En ese momento un enfermero los interrumpió. -Doctora Grin, que la trae por acá?
La chica relajó sus brazos. -Solo vine a ver a un conocido, pero ya me retiro.
Le sonrió a su colega y se fue, sin mirar a Kai.
El enfermero frunció el seño. -Creo que está enojada, solo la he visto así cuando discute con los familiares de sus pacientes.
Por primera vez en años, Kai se sintió avergonzado de si mismo, fue imprudente y le hizo daño a la chica que le salvó la vida. Pero quería saber más de ella...
-La llamé por su apellido.
El enfermero detuvo todo lo que estaba haciendo, abrió aus ojos como plato. -Eso es malo, odia que lo hagan. Le hicieron la vida imposible en la escuela de medicina gracias a eso.
Kai frotó su frente, la había jodido en la primera oportunidad que tuvo. . . . .
Llegó la tarde, Grin estuvo atendiendo a sus pacientes como de costumbre, cada tanto iba a visitar y hablar con Crista sobre lo sucedido y obligada debia pasar por la habitación de Kai, quien siempre que la veía pasar, trataba de llamar su atención.
-Deberias hablar con él, no sabía que te complicaba lo de tu apellido.
El enfermero de Kai le susurró mientras esta estaba apoyada en la mesa de consultas. -Estoy siendo muy infantil?
El chico asintió y Grin suspiro.
Se volteó y miró a Kai, quien estaba con una mujer rubia a su lado. Esta le hablaba pero él no le prestaba atención.
-Kai, cariño todo salió como esperábamos, el hombre murió y tu seras candidato a alcalde. Eres un genio!
-Callate Meadow, te van a escuchar.
La mujer frunció el seño y miró a Kai, quien tenía sus ojos fijos en una doctora. -Es ella? La nieta de Blody face?
Kai apretó la mandíbula y cerró sus puños. -Grin, su nombre es Grin.
Meadow sonrió, sacó su celular del bolsillo y le sacó una foto a Grin.
-Que mierda haces!
Kai intentó quitarle el celular pero esta fue más rápida. -Es un recuerdo.
Mientras ambos discutían, el enfermero ingresó. -Señorita, disculpe, la hora de visita ya terminó. Podrá venir mañana.
La mujer se frustró. -No puedo debo hacer unas cosas... estarás bien si mi cariño?
Kai rodeó los ojos. -Largo.
Meadow sonrió y se fue.
El enfermero arqueo una ceja. - Creo que no se lleva bien con su pareja.
-No lo es.
Dijo tajante y el chico sonrió. -Lo suponía, queria ver si debía apartar a Grin de usted, ha sufrido mucho, no necesita ser la amante de nadie.
Kai guardó silencio El enfermero firmó el expediente y lo cerró. -Bien. Mañana podrá empezar a caminar con apoyo, lo tendremos caminando por todo el hospital con muletas. Espero que no se tropiece.
-Entiendo. . . . .
Llegó la noche y Grin estaba indecisa, no sabía si debia hablar con Kai, cada que avanzaba para abrir la puerta, retrocedía.
-Grin, pense que ya te habias ido a casa.
La joven se sobresaltó. -No, doctor, aún tengo algo que hacer.
El señor la miró nerviosa y sonrió. -Pues hazlo o te quedaras toda la noche tratando de hablar con ese chico?
Al decir esto se fue riendo y Grin redobló. -Vamos Grin, hablando la gente se entiende... verdad?
Cerró los ojos, puso su mano en la manija y abrió la puerta.
Kai al verla bajó el volumen del televisor y se acomodó el cabello. -Grin... que...
-Solo vine a decir que lo siento, no tenias cómo saber lo que me pasa cada vez que me recuerdan a mi familia. Disculpa por el trato que te di.
Sacó de su mochila un pote y se lo entregó. -Supe que te gusta la jalea de frambuesa, asique te traje una.
Kai sonrió. -Gracias Grin.
La chica apretó los labios y se marchó. . . .
Al día siguiente, Grin llegaba tarde, se había quedado dormida.
Entró al vestidos, se cambió de ropa y se dirigió a la sala mientras se hacia una coleta.
A lo lejos vio a la jefa de residentes, la doctora Mausley. -Doctora, lo siento llegué un poco tarde.
La doctora se sorprendió al verla. -Grin, pensé que no vendrías.
La chica frunció el seño, puso sus manos en los bolsillos del delantal. -Porque?
-No lo haz visto?...
Grin estaba confundida. No entendía nada.
En ese instante un hombre se acercó furioso a Grin. -MALDITA PERRA ENDEMONIADA!
Le lanzó una bolsa con sangre la cual la manchó por completo. La joven no entendía nada, miró sus manos cubiertas de sangre.
Sintió el sabor ferroso de la sangre entrar en su boca y levantó la mirada. -TU FAMILIA DEBE DESAPARECER, ERES UN MONSTRUO!
De pronto un peliazul se lanzó sobre el hombre, derribandolo fácilmente mientras le golpeaba una, dos, tres veces, hasta que dos guardias de seguridad lo separó.
-KAI DETENTE!
Meadow le gritó pero este estaba cegado por el odio, quería matar a ese hombre.
-Llevenlo a una habitacion y esperen a que venga la policía.
La doctora Mausley le ordenó a los guardias, cuando se llevaron al desconocido este gritó. -Te gusta el sabor de mi sangre perra? Tiene Sida!!
Todos miraron a Grin preocupados y se acercaron a ella. -Grin, debemos limpiarte y hacerte análisis... me escuchas?
La pobre chica no escuchaba nada, todo era tan irreal. Miró a la doctora, despues a sus colegas. Sintió que sus piernas flaqueaban y la respiración se hacía mas profunda.
Antes de caer inconsciente, observó a Kai, quien aún cojeando, se acerco a ella.
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