En la pequeña ciudad, Grin, una residente de Psiquiatría y Kai Anderson, un psicopata en proceso, encuentran el amor de la forma mas inesperada, demostrando que, a veces, el amor hace florecer la bondad en quien no tenía esperanzas
-Carl llegó sin heridas superficiales, con las vitales normales, en urgencias mientras era revisado sufrió una convulsión. Por las lesiones creímos que era un hematoma subdural, sangre coagulada entre el cerebro y el craneo y que produjo por el golpe. Se le extrajo en el momento y se recuperó. Las tomografías están normales, igual que las radiografías. Solo tiene un esguince que se sanará en unos meses.
Los padres de Carl estaban abrazando al menor mientras este estaba sentado en la cama. -Gracias doctora Grin, creímos que nuestro pequeño estaba mal.
Grin le sonrió a la madre. -Su hijo es muy fuerte y valiente. Deben estar orgullosos de él.
Carl le agradeció a Grin y la joven se despidió.
Mientras dejaba el expediente en el mesón de los enfermeros, vio el televisor.
"Según testigos, durante la madrugada vieron a una pareja de payasos enmascarados repartiendo clavos y alambre de puas por el lugar donde el bus escolar, volcó. Se sabe que esto provocó el accidente"
-Parece que en esta ciudad sobran los locos.
Bill se paró al lado de Grin.
La joven frunció el seño. -Si... mi padre era uno.
Bill resoplo. -Grin, sabes que no lo decía por eso.
Grin negó con la cabeza y de reojo vio algo en la noticia que le llamó la atención.
"-Que opina usted señor Anderson de esta ola de crímenes que esta pasando en la ciudad?
-Creo que este tipo de personas debe ser controlada y tratada como corresponde. Debemos poner mano dura contra la delincuencia y no dejar que el terror nos invada."
Grin estaba boquiabierta al igual que Bill. -Ese es Kai? Tu novio va a ser alcalde?
La chica asintió instintivamente, hasta que volvió en sí. -No, Kai no es mi novio, solo somos amigos.
Bill levantó las cejas entre sorprendido y entusiasmado. -Oh... que extraño...
La entrevistadora siguió preguntando cosas hasta que llegaron a un tema que le interesó a Grin.
"-Y sobre el asesinato del fiscal? Cree que fue justicia divina? Estaba implicado en corrupción y se supo que encubrió a un grupo de delincuentes, el cual aún no ha sido descubierto"
Kai miró a la camara, levantó su dedo y apuntó.
"-No se si fue o no algo divino, pero lo que sé es la decadencia de este mandato. El alcalde no se hace responsable de la violencia que nos rodea y aun así piensa seguir en el cargo. Es patetico"
El corazón de Grin se aceleró, necesitaba aire fresco. Se apresuró al primer piso y Bill la vio mal. La conocía muy bien. La siguió hasta la salida, donde la chica se sentó y respiró hondo.
Bill corrió hasta ella. -Grin, estás bien?
Grin había entendido todo. Kai es parte de ese grupo. Mataron al fiscal y ahora por alguna razón hicieron que un bus con niños volcara.
Estaba teniendo un ataque de panico. Bill se quitó su chaqueta y se la puso en la espalda a la chica, para después arrodillarse frente a ella y abrazarla.
Grin cerró los ojos. No podia ser verdad... Kai hacer todo eso para ser alcalde? Solo por poder?
No era justo, ya tenía sentimientos por él, acaso la psicopatía la seguiría toda su vida?
-Shh... tranquila, todo está bien, todo tiene solución, todo se habla, no es tu culpa...
Bill sabía perfectamente qué hacer en esos casos, Grin tenía estos ataques seguidos cuando estaban juntos hasta que aprendió a controlarlos. Cada que él repetía esas palabras, ella se calmaba y esta vez no fue la excepción.
Poco a poco su respiración volvio a un ritmo normal. Bill se apartó de ella poco a poco. -Mejor?
Grin asintió con la cabeza. -Gracias.
El joven sacó de un bolsillo un chocolate y se lo dio. -Despues de tantos años juntos, me acostumbré a llevar un chocolate en mi chaqueta. Se que lo necesitas después de una crisis.
Grin estaba sorprendida, Bill era el hombre perfecto, detallista, amable, inteligente. Sin duda eran una buena pareja. Pero ella ya no sentía nada. -Bill... no siento nada por ti. Quiero decirlo antes de que te ilusiones.
Bill suspiró. -Lo se. Lo supe cuando vi la manera en la que mirate a Kai. Lo miraste como me mirabas a mí.
Ambos se quedaron en silencio. Bill le tomó la mano a la chica. -No me iré. Quiero tenerte en mi vida aunque sea como amigo. Te voy a cuidar como debí hacerlo. No te preocupes por mí, yo sé que no tengo oportunidad y lo respeto. . . . . Ya era de noche, por fin el turno había terminado.
Su plan era ir a su casa pero Kai la interceptó en la calle.
-Como estuvo tu dia?
La chica lo miró, se relamio los labios. -Bien, estuvo tranquilo... y el tuyo?
Kai se mostró feliz. -De maravilla, todo a la perfección.
La joven no sabía qué pensar ni qué decir. -Estoy cansada.
Kai frunció el seño, le tomó el rostro con ambas manos y le acarició las mejillas. -Debe ser agotador salvar personas.
Grin lo miró a los ojos. No, Kai no podía ser parte de ese grupo, no lo iba a creer a menos que él se lo dijera. Lo abrazó repentinamente y este le peinaba el cabello con sus dedos.
-Hoy le tardaré el craneo a un niño. Me arriesgué, pude matarlo. Lucho cada día contra la muerte, es agotador.
Kai la abrazó con fuerza. No entendía esa conexión que surgió con ella. Era extraño que en solo 4 meses ya sintiera algo así, o era normal?
Le dio un pequeño beso en la frente. -Te llevo a casa.
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