21- Grito

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Despues de una larga terapia, Grin por fin pudo caminar, sin embargo no ha recuperado su fuerza.

Ella decidió ir a vivir con Kai, ya que necesitaba ayuda en la vida cotidiana.

Bill no estaba muy contento con esto.
-Grin, si quieres puedo ir a tu casa a cuidarte en mis ratos libres, sabes que no tengo problema.

Grin sonrió.
-Bill, tienes suficiente cuidando a los pacientes del hospital, no quiero ser una carga, además Kai vive con su hermana, no debes preocuparte.

Le dio unas palmadas en la espalda y subió al auto.
Mientras, Kai subía las maletas.
-Si Bill, no tienes de que preocuparte.

Le dio unas palmadas en el mismo lugar donde lo hizo Grin, solo que estas no eran amistosas.

Se subieron al auto y se dirigieron hasta la casa, pero antes, Kai se detuvo en un lugar.

-Ya llegamos?

Kai negó.
-No, creí que querrias venir. Puedes entrar al patio. Esperaré aquí.

Grin miró por la ventana, conocía muy bien esa casa.

Con lentitud y cuidado bajó del coche.
La casa estaba abandonada, las ventanas rotas y la yerba alta.
Tocó el portón y pensó si debería entrar.

Kai la miraba por el espejo, atento a todo.

La chica empujó un poco la reja y entro a la propiedad.

Caminó unos pasos y se sentó en una roca.
Cerró sus ojos sintiendo el viento.

-Lo siento Tate. Debí protegerte.

Grin miraba la puerta principal, tenía la esperanza de ver a Tate salir, pero eso era imposible.

De la nada un joven con un traje de layex apareció tras ella.
-Hola.

Grin se asustó, pero no gritó.
-Dios... que susto.

La joven lo observó, estaba completamente tapado.
-Quien... que haces acá, es propiedad privada.

El chico rio.
-Lo mismo te pregunto.

Grin sonrió.
-Esta era la casa de un amigo.

El chico se sentó en la roca.
-Y yo vivía aquí, antes de todo, supongo que tengo más derecho de estar aquí.

La joven suspiró, el desconocido tenía razón.
-Es verdad... me iré y te dejaré con tus... cosas.

Grin se dio media vulta dispuesta a irse, pero el enmascarado la detuvo.
-Que haces aquí? Esta casa la denominan como la casa del horror.

Grin volteó.
-Tate, era mi paciente y amigo... lo quería como un hermano.

El chico le hizo un gesto invitandola a sentarse junto a él.

Grin sonrió y se sentó.

-Debio ser dificil perderlo.

La chica se encogió de hombros.
-Supongo que en ese momento sí... tuve un accidente, estuve en coma unos meses y perdí la memoria. Pero he visto todo por internet.

Al chico pareció importarle lo del accidente.
-Un accidente? Que paso?

Grin rio.
-No deberia hablar con alguien disfrazado de condón que no muestra la cara.

El desconocido rio.
-Tampoco deberias estar en propiedad privada. Pero miranos, aquí estamos.

Después de un silencio, Grin suspiró.
-La policía me dijo que alguien irrumpió en mi casa y me disparó. Estuve muerta por 20 minutos. Fue un milagro.

She (Kai Anderson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora