43- Ducha (+18)

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Kai sintió nauseas.
-Que dijiste?

Grin trató de respirar, cuando Parker apareció.
-Grin, sabía que estabas aquí.

Kai lo detuvo y ella miró a Parker.
-Doctor, necesito que me ayude.

Parker se sorprendió al escucharla.
-Si, dime...

Kai estaba en shock, no lograba hacer nada.

-Hay días que extraño a Bill, espero verlo entrar a la habitación y que me bañe, extraño verlo cocinar, extraño verlo reír... extraño esos momentos en los que era bueno conmigo despues de violarme...

Kai apretó los puños.
-Grin...

-ESTOY ENAMORADA DE BILL!

Gritó.
Kai cerró los ojos de rabia.
Parker suspiró.
-Entiendo Grin... pero no es lo que sientes realmente.

-Lo sé, se que es el sindrome de estocolmo, lo se perfectamente, pero mi cerebro no lo entiende.

Parker sonrió.
-Siempre fuiste una excelente doctora, tanto como para saber tu diagnóstico.

Parker empujó muy suave a Kai y este reaccionó.
-Kai, es un síndrome, una respuesta del cerebro a la brutalidad que padeció. No lo siente realmente. Entiendes?

El joven asintió.
-Deberiamos volver.

Parker asintió y se retiró antes que ellos.
Kai caminó delante de Grin, quien estaba quieta, pensando en que Kai se había desepcionada.

En ese momento Kai se detuvo.
-Grin, camina.

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.
.
.

Parker le explicó la situacion a Kai, él debía ser paciente con ella pero tenían algo a favor, ella sabía el tratamiento en estos casos y al ser consciente de su estado, era más alentador.

Grin miraba por la puerta a los hombres hablar.
Tenía curiosidad de lo que pensaba Kai, a quien se le veía cabizbajo.
Tal vez era demaciado para él, tal vez se decepcionó de ella...

Al ver que Kai se dirigía a la habitación, se apartó de la puerta.

El joven entró, cerrando con pestillo.

Grin no estaba asustada, estaba triste.

Ninguno habló por un tiempo, él ni siquiera la miraba.
-Te decepcione.

Dijo Grin con profunda amargura.
Miró al suelo y vio los pies de Kai acercarse a ella.

El joven le tomó el cuello con ambas manos y la besó.

Se sentía igual que el primer beso, desesperado, con rabia.

Kai la condujo hasta la cama, donde ella se sentó.
-Kai...

El joven se sacó su camisa, lanzandola al suelo y la volvió a besar.

Grin sentía un montón de emociones, pena, alegria, nervios, incluso rabia.

Al oensar en eso le mordió el labio a Kai, quien se apartó quejandose.
-Me mordiste?

Grin sonrió apenada.
-Perdon...

Kai estaba serio.
-No voy a castigarte.

Le tiró suavemente el cabello y le besó el cuello.

Ambos sentían calor, Kai no aguantó más y le quitó la bata de hospital.
Entonces con un solo movimiento y sin esfuerzo alguno, la recostó en la cama, dejandola bajo él.

La miró a los ojos por varios segundos.
-Si quieres que me detenga lo haré.

Grin acarició la espalda del joven.
-Si quiero que te detengas, lo diré.

She (Kai Anderson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora