La hija de mi jefe - spanking

Culpa - Sofía

Finalmente, llegamos a mi apartamento y estaciono el carro. Con delicadeza, despierto a Gabriela y la ayudo a salir del vehículo. Caminamos juntas hasta la puerta de mi apartamento y la llevo a mi habitación, le pido que se quite el suéter delgado que tiene y la camiseta, reviso sus brazos y su espalda pero no noto ningún golpe, le pido que se quite el pantalón, y veo como le cuesta deslizar la tela, se pone en pie y ayudo a liberar sus pies, veo las marcas en la parte posterior de las piernas y muchas de ellas se ven mucho peor que la de la mano, por en medio de la tela de sus ropa interior vi algunos puntos de sangre y de inmediato retrocedí, tome mi teléfono y marque. 

El teléfono suena y suena pero no me contesta, vuelvo y marco y después de unos timbres mas escucho su voz adormilada "Antonio, gracias a Dios" mi hermano angustiado me pregunta "¿estas bien?", " si pero necesito que vengas a mi apartamento es urgente" el me hace acuerdo de que es de madrugada y ante su intento de negarse, le digo " Antonio no te estaría llamando si no creyera que te necesito, te espero" ante esa frase me responde que se va a vestir y que saldrá pronto para mi apartamento, se que vive a unos 20 minutos y calculo que en menos de media hora estará acá.

"¿Quién es Antonio?" pregunta Gabriela con los ojos inundados en lágrimas, " es mi hermano bonita, el es médico y seguro nos puede ayudar" Gabriela me responde  "no Sofia no quiero que nadie sepa", " Gaby las heridas están feas y no te puedo llevar a un hospital, eso seria contraproducente y tendrías que dar muchas explicaciones, además Antonio es una tumba te lo prometo"Gabriela parece entender lo que le explico y se limpia con la mano las lágrimas, tomo una camiseta manga larga de pijama y le la doy para que se la ponga. "Gaby dime quien fue el que te hizo eso, por favor" se lo digo en tono de suplica.

"No fue un chico fue una mujer", Mi sorpresa se refleja en mi rostro al escuchar a Gabriela mencionar que la agresora fue una mujer, " la conocí en linea, tiene un perfil como spanker, es que me sentía abrumada y decidí hacer una sesión con ella" ante esa frase me quedo helada, pero pregunto aunque creo saber la respuesta " ¿todo esto fue consensuado?" ella me contesta bajando la cabeza " no, o bueno si comenzó siendo consensuado, pero luego dije mi palabra de seguridad y ella nunca paro", abrazo a Gabriela y la recuesto en mi cama. 

En ese momento, escucho el timbre de mi apartamento y me dirijo rápidamente a abrir la puerta. Antonio entra y nos encontramos con miradas de preocupación y determinación. Le explico rápidamente la situación, ante lo cual mi hermano me da una mirada de reproche pero le digo "Anto, Luego te explico bien pero ayúdame si? "Antonio se dirige a la habitación y se presenta con Gabriela y  le pide permiso con delicadeza para examinar las lesiones y evaluar su estado físico.

Con mucho cuidado, Antonio revisa las marcas y contusiones en las piernas y la cola de Gabriela, utilizando una linterna para observar con detalle. Mientras realiza el examen, le explica a Gabriela cada paso y le asegura que hará todo lo posible para ayudarla a sanar. Después de la revisión, Antonio concluye que las lesiones requieren atención médica, aunque no necesariamente en un hospital. Dada la situación y las preferencias de Gabriela, sugiere tratar las heridas en casa con suministros médicos adecuados. 

Antonio me pide que reúna ciertos elementos para realizar la curación de las heridas de Gabriela. Me dirijo rápidamente al baño para buscar lo que necesita. Recojo un botiquín de primeros auxilios, algodón, gasas estériles, una solución desinfectante suave y vendas. Regreso a la habitación y entrego los elementos a Antonio, quien los organiza cuidadosamente en la mesa de noche. 

Antonio comienza limpiando suavemente las heridas con la solución desinfectante para asegurarse de eliminar cualquier posible contaminante. Lo hace con delicadeza y respetando el límite de dolor de Gabriela. Después de limpiar las heridas, aplica un ungüento antibiótico para promover la cicatrización y prevenir infecciones.Luego, cubre las heridas con gasas estériles y las asegura suavemente con vendas para mantenerlas protegidas y favorecer una recuperación adecuada. 

Una vez que ha terminado la curación, Antonio me da algunas recomendaciones para el cuidado de las heridas en los próximos días, como mantenerlas limpias y secas. Además, sugiere administrarle un antiinflamatorio y un calmante para ayudar a aliviar su malestar y permitirle tener una mejor noche de descanso. Me dirijo al baño, le muestro los medicamentos que tengo y él señala cuáles pueden servir. Tomo un vaso con agua y llevo a Gabriela las dos pastillas.

Una vez sale de la habitación conmigo, me dice: "Sofia, tienes mucho que explicarme. Primero, ¿quién es la chica? Y segundo, ¿dónde están sus padres?" Antes de que siguiera preguntando, le respondo: "Es la hija de mi jefe. Él está fuera de la ciudad y, por el momento, eso es todo lo que necesitas saber". Él asiente y me dice en un tono serio: "Está bien, Sofi. Entonces me voy a mi apartamento. Tengo turno en unas horas y necesito dormir" abro la puerta del apartamento le doy las gracias y un beso y me despido de él. 

Vuelvo donde Gabriela y noto que está más calmada, pero aún despierta. Me pongo una pijama y me recuesto a su lado, acariciando su espalda en un intento de calmarla y ayudarla a dormir. Mi mente no deja de pensar en las consecuencias de lo sucedido. La última vez, no supe manejar su estallido emocional y, en lugar de ayudarla, me sumé a su nivel, la dejé sola y con la necesidad de buscar a alguien más, peor aun introduje a este mundo a una niñita  sin advertirle ni una sola vez que el mundo esta lleno de personas que se esconden bajo la denominación de spanker o dominantes y hacen mucho daño.