- Ok, entonces no pregunto, pero explícame eso de la carnada.
- Tú serías la carnada. Eres joven y podemos crearte todo un perfil para que ella caiga. Pero no solo la quiero atrapar a ella. Hay un evento la semana que viene, no es en la ciudad, es en un hotel en Murcia y se van a reunir varios "dominantes". Va a estar invitada la mujer que golpeó a tu amiga. Tras bambalinas, golpea y amansa a las sumisas para entregarlas. Esa mierda no es legal, no es BDSM, y todos los presentes son personas sin escrúpulos. Pero te necesito ahí, tengo que sacar a alguien, una chica de ese lugar.
- Marcos, eso es muy grave. Deberíamos denunciar y acabar con eso. ¿Qué va a pasar con el resto de chicas?
- Sofía, no podemos hacer eso. Las personas que mueven esos hilos son muy pesadas. No estoy apelando a tu sentido de justicia ni de abogada, quiero tu ayuda para salvar a alguien más.
- Entiendo, pero explícame cómo va a pasar.
-La idea es que ella caiga en tu perfil y acuerden una sesión. Muéstrate masoquista y gustosa por el dolor, sumisa, y dile al final que quieres sesionar de nuevo. Ella no tiene una sumisa porque es muy volátil, y seguro va a querer exhibirse y llevarte a ese evento.
-Tú estás loco, no voy a sesionar con una sádica. Vi cómo dejó a Gabriela, además, nada garantiza que me gane su confianza y me lleve a ese lugar.
- Créeme, si a la mujer le gustara torturar hombres, yo mismo me pondría de carnada. Además, yo te tuve entre mis manos, y sé que el perfil que tienes encaja mucho con ella, y también sé que toleras un nivel de dolor muy alto. Es verdad, nada garantiza, pero es la única forma que tengo de salvar a alguien más. Sebastián va a ir de dominante encubierto; en caso de que algo salga mal, tiene el deber de sacarte a ti primero.
- Marcos, no puedo, no me voy a poner en esa situación. Es algo que después de ti juré no volver a meterme en cosas de ese tipo. Ya me fallaste una vez con eso, por tus ideas terminé cedida a un inconsciente y...
- Le reventé la cara después y jamás quise que eso pasara, y no sé de que otra forma pedirte disculpas por lo que paso
- Era vulnerable, estaba vulnerable, y te dejaste llevar, me lastimaron. Le digo con lágrimas en los ojos y me levanto de la mesa.
- "Sofía, espera", grita poniéndose de pie.
Veo a Gabriela caminando hacia mí y la tomo de la mano para sacarla de ahí. "Sube al carro", le ordeno. Ella sube y me pregunta "¿qué pasó?". No puedo contenerme y empiezo a llorar. Ella se pone de rodillas en su asiento y me abraza.
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La hija de mi jefe - spanking
Short StoryGabriela, una adolescente de 17 años, experimenta una serie de cambios en su vida cuando su madre fallece. Durante una incómoda cena en la que conoce a Sofía, una joven de 21 años que trabaja para su padre, surge una conexión inesperada. Después de...