Another stupid Love Story 3 - BDSM- Sofía

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Durante los primeros 11 meses, vivimos una dinámica de Amo y sumisa casi en un entorno 24/7, donde yo llevaba a cabo mis actividades con normalidad, pero estaba sujeta a sus órdenes. El 85% de mi semana lo pasaba en su casa y solo algunas noches, en las que sabía que mi papá estaría en casa, me quedaba a cenar y a dormir. Me encontraba en un equilibrio que debo admitir que, en la actualidad, no he vuelto a experimentar. Me sentía plenamente satisfecha a nivel emocional, sexual y personal. Durante las vacaciones, con tiempo libre, quise probar acompañarlo a un evento BDSM. Él ya había pertenecido a la comunidad por más tiempo y había asistido a algunos de estos eventos en la capital. Quedamos en asistir a uno en el que se realizaría una especie de ceremonia de iniciación.

Asistí sumamente nerviosa y esa noche todo salió de maravilla. Seguí el protocolo y estaba encantada con el tema, mientras él se sentía con el ego inflado de tenerme exhibirme y demás. Esa noche conocimos a otra pareja, Alexander y su sumisa Eva, con los cuales nos volvimos muy cercanos. Varias veces realizamos dinámicas en el apartamento de ellos o en el de Marcos. Estas solían consistir en una cesión momentánea de Eva con Marcos y yo con Alexander, algo que realmente disfrutamos. Sin embargo, en todo momento estaban nuestros respectivos dominantes con cada una de nosotras, verificando nuestro bienestar y comodidad. Marcos nunca abandonaba la habitación mientras estuviera bajo las órdenes de Alexander, lo cual me generaba tranquilidad y confianza. Duramos asistiendo a eventos esporádicos y mantuvimos esta dinámica con ellos durante unos 7 meses. Al final, ellos se mudaron y dejamos de vernos.

Sin embargo, como todo en la vida, las cosas cambiaron con el paso del tiempo. Conocimos a otra pareja, Lucas y su esclava Camila. Su dinámica era sadomasoquista, con un 24/7 muy estricto y riguroso tanto en el ámbito privado como en el público, especialmente en este último. Al principio, su dinámica me resultó impactante, pero terminó desencadenando una serie de ideas con Marcos, que nos "antojaban" explorar más después de estar cerca de ellos, por esa época me convertí en esclava de Marcos realmente porque quería sentir ese nivel de entrega que veía en Camila. 

Aunque al principio no teníamos la misma confianza que teníamos en su momento con Alexander y Eva, al adentrarnos más en ese tipo de dinámicas, llegamos a tener reuniones juntos en nuestro apartamento. Algunas de ellas incluían dinámicas sádicas, donde Lucas azotaba a Camila o le imponía castigos, mayormente físicos, por errores que ella cometía en el servicio de esa reunión o por puro placer. Nosotros observábamos más que hacer otra cosa. En un par de ocasiones, recibí un par de azotes de parte de Marcos, nada serio, pero bastante estimulante cuando ocurría.

Cabe aclarar que en este punto, Marcos nunca me había cedido a Lucas de ninguna forma. Creo que con mi forma de actuar cerca de Lucas, Marcos entendía que la presencia de él y su forma de imponerse era más intimidante de lo que podía manejar estando en rol. Alguna vez incluso le manifesté que, cuando estaba en su momento más álgido del rol con Camila, Lucas me causaba algo de miedo. Sin embargo, nunca nos adentramos mucho en eso durante nuestras charlas de "after" o posteriormente, porque mucho de ese miedo él se lo atribuía al sadismo de la dinámica entre ellos.

Una noche, había un evento que era formal y ellos asistirían. Nos ofrecieron pasar la noche y realizar alguna dinámica posterior al evento. Durante la noche, por error, llamé a Lucas por su nombre. Aunque Marcos lo reconoció como una especie de travesura de mi parte, noté a Lucas muy tenso con el tema, ya que su nombre real no era algo que se divulgara en ese tipo de reuniones. Allí, él tenía un seudónimo, pero poco después y con un par de copas de por medio que servían solo para los dominantes, esa tensión pareció desvanecerse.

Esa noche, en nuestro apartamento y dentro de la dinámica, serví por unos breves minutos a Lucas como forma de castigo por mi error anterior. No hice nada especial realmente, solo un par de poses de inspección y espera, junto con algunas órdenes que cumplir al lado de su esclava, nada sexual. Ellos siguieron bebiendo y, con el alcohol de por medio, sentía el nerviosismo de Camila aumentar a medida que más copas le servía. Por nuestra parte, nosotras no bebíamos nada. Yo veía a Marcos adormilado por el alcohol más que por otra cosa, incluso perdía un poco el protocolo y me pedía besos como lo hacía cuando estábamos fuera del rol.

En un momento, Lucas le pidió a Marcos que si podía besarme en los labios y Marcos accedió. A mí no me presentó ningún inconveniente cumplir esa orden, pero me resistí un poco la siguiente vez porque noté una tensión por parte de Camila. Uno sabe cuándo el juego está llegando incluso a tocar algún límite emocional para alguien, y parecía que ese era el caso de Camila. Ver a su Amo usando a otra persona le producía malestar. En la siguiente oportunidad, me acerqué a Marcos, lo besé y le pedí que no me volviera a dar esa orden. Por desgracia y debido a su estado de embriaguez, lo interpretó como una especie de jugueteo a su orden y me dijo: "Tu obedece que yo sé hasta dónde puedo llegar".

La próxima vez que Lucas intentó besarme, me aparté. Él me regañó diciendo algo que, la verdad, prefiero no repetir. Totalmente fuera de rol, le respondí: "No quiero, jódete". En ese momento, Marcos se levantó de inmediato, me tomó de la mano y con una vara me dio dos azotes en las piernas. Sentí una especie de vergüenza porque sabía que lo había avergonzado; había formas y esa no era la correcta. Me dijeron una orden y, en ese momento, me importó poco, estaba poniendo por encima las emociones de Camila. En general, mi mente en ese momento la podría describir como caótica.

Lucas estaba rojo de la ira y, al primer error de Camila en los siguientes minutos, la azotó con más fuerza de la debida. Marcos me tenía cerca y dándome órdenes aquí y allá con voz de mucha autoridad, supongo que era para restablecer su dominio. Nuevamente, los ánimos se calmaron y la noche siguió, el alcohol nunca paró de su parte. Marcos estaba más ebrio que nunca, pero Lucas seguía en rol y en un momento empezó a darme órdenes a lo que Marcos le dio vía libre.

Pasaron 40 minutos y Lucas inventó que yo le había faltado al respeto y que había aprovechado el estado de Marcos. Le pidió a Marcos que le cediera autoridad para dejarme en penitencia en la otra habitación con una mordaza. Como compensación, él dejaría a Camila haciéndole una felación. Me amordazó como castigo y, en efecto, me dejó en la otra habitación de rodillas mirando a la pared. Para ese punto, ya no quería estar en rol, solo quería irme de ahí. Quería que Marcos estuviera bien. Lucas me daba miedo, y lo único que deseaba era estar con mi Marcos, no con mi Amo. Marcos quedó dormido después de la felacioó de Camila, y Lucas aprovechó la situación. Entró a la habitación diciendo que Marcos ya le había cedido autoridad y que por esa noche él sería como mi señor...No daré muchos detalles describiré el evento brevemente, me azoto con un bullwhip, me rompió la boca, me dejo múltiples morados en las articulaciones y me violo. 

Desperté a la mañana siguiente, y no había rastro de Lucas y Camila. Comencé a empacar mis cosas desesperadamente en una maleta, pedí un carro, y casi tenía todo empacado cuando mi afán despertó a Marcos, quien aún dormía en la sala. Él se acercó a mí y, al verme en ese estado, me dijo: "Sofía, por Dios, ¿qué mierda pasó?" "_________ vete a la mierda" Fue lo único que pude responder con la voz desecha. El teléfono no dejó de sonar esa tarde y los días siguientes. Los mensajes de voz y el buzón se llenaron de llamadas, no solo de Marcos, sino también de Antonio y finalmente de mi papá. Aunque contestaba el teléfono para ellos dos, me limitaba a decirles que estaba bien y que necesitaba un rato a solas. Tanto mi papá como Antonio atribuyeron este comportamiento a una decepción amorosa con Marcos

Pasé los días en una casa que era de mi mamá; estaba en renta, pero los inquilinos la habían desocupado y me quedé allí. No hacía mucho realmente, me quedaba mirando la TV con la mente en blanco casi todo el día. No comía casi nada, solo quería dormir y leer redes sociales. Me di cuenta de cuánto me había aislado del mundo en general al ver las publicaciones de mis amigos en redes sociales. Todos ellos estaban allí, pero hacía mucho que ya no compartía tiempo con ellos.

La hija de mi jefe - spankingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora