La hija de mi jefe - spanking

Cacería 2 - Sofía

Al entrar, lo vi sentado algo impaciente; pasaban ya de las 12. Dejé a Gaby en la barra, lo más alejada posible de la mesa, y pedí por ella un té de fresa, diciéndole: "Espera aquí, bonita, intento no demorarme".

Me dirigí hacia la mesa y antes de que me sentara, él me dijo: "Llegas tarde".

"No me dejaste ni confirmarte la hora, colgaste", le respondí.

"No tenía tiempo para discutirlo", me contestó con desagrado. Nunca me gustó que tuviera esa actitud fuera de donde debía tenerla.

"Lo siento, he tenido muchas cosas en mente y este asunto me pone de mal humor", lo dijo en respuesta a mi cara.

"Lo sé, lamento yo también ser tan borde cuando te contesto, pero supongo que es así como funcionamos desde entonces, como antagonistas uno del otro".

"Supongo que eso es porque en algún momento nos quisimos... bueno, porque en algún momento te quise demasiado. En fin, lo que te tengo que pedir no es sencillo. Necesito ponerle una carnada a esta mujer y más que por tu amiga, esto el día de ayer se me convirtió en algo más personal".

"¿Más personal? ¿De qué hablas? Pero antes de eso, ¿carnada?"

"Sofi, la verdad es que no me apetece explicarte por qué este asunto se convirtió en personal, pero lo que sé es que ambos ahora tenemos un motivo con este tema".