Cacería 1 - Sofía

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Me levanté muy temprano; quería salir a correr un rato antes de ir a la Universidad. Estaba ya vestida cuando el celular sonó y vi en la pantalla el nombre de Marcos. No importa cuánto tiempo pase, siempre me va a estremecer ver su nombre en la pantalla.

-Hola -contesté.

-Necesito verte, tengo ya lo que me pediste -dijo Marcos.

-¿Cómo ya tan pronto? -pregunté sorprendida.

-Sí, resulta que ella ya había atacado a otra chica y cuando lo comenté con Sebastián, fue más fácil de lo que pensé dar con su paradero.

-Para qué me necesitas entonces? -dije algo desconcertada-, Marcos, tú sabes más que yo qué hacer con personas así.

-Sofía, sin preguntas, ¡carajo! -respondió bruscamente-, ve a la cafetería de siempre a las 12, ¿sí?

- Si pero, Marcos... -intenté preguntar algo más, pero colgó antes de que pudiera hacerlo. Maldita sea, cuando hablo con él de estos temas y en estos tonos, recuerdo muy, pero muy bien, por qué nunca funcionó nada entre nosotros. Odio su forma de comunicarse, de expresarse...

Tomé un respiro para calmarme, el hombre me está haciendo un favor, y fui yo quien lo buscó. Aproveché la rabia que me dejó la conversación para correr unos kilómetros en menos tiempo del que suelo ocupar. No quería cancelarle a Gaby, así que decidí llevarla al café y la dejaría en la barra mientras hablaba con Marcos de cosas de adultos.

Llegué justo a tiempo a clase y se me pasó muy rápido porque el profesor llegó tarde y se fue temprano, dejándonos alguna lectura para la próxima clase. Recién salí, me dirigí a casa de Gaby y una vez llegué al frente, le mandé un mensaje y en pocos minutos salió. Llevaba un vestido azul muy bonito y unas converse algo gastadas. Me hizo sonreír lo emocionada que se dirigía hacia el auto, como un niño cuando le muestras un dulce.

"Hola, bonita" la saludé dándole un beso en la mejilla una vez se subió al auto.

"Hola Sofi, ¿cómo te fue en la universidad?"

"A mí bien, la clase se me pasó super rápido. Qué bonito te queda ese vestido."

"Gracias, ¿vamos a ir a tu casa?"

"No, la verdad es que salió algo de imprevisto, pero pensé que podías acompañarme a solucionarlo."

"Sí, claro" dijo emocionada.

Decidí no aclararle a dónde nos dirigíamos; quería preguntarle cómo estaba y qué había pasado.

"Gaby, ¿qué pasó ayer en el colegio?"

"La chica con la que me fui a golpes en clase de deportes me metió el pie y me hizo caer, e intentó golpearme y me defendí, pero luego a la salida me buscó de nuevo y me empujó y bueno, le devolví el golpe", me contaba la historia calmada pero con la cabeza mirando sus pies.

"En lo que a mí respecta, espero que aunque sea lograras conectarle algún golpe por aquí y por allá jajaja", me reí y ella me sonrió, "igual, bonita, intenta que eso no pase y evita sus provocaciones".

"Sí, Sofi", dijo con alegría.

Llegamos al café y me sentí inquieta. "Gaby, antes de que te bajes, venimos acá a ver a mi amigo, el que quedó de ayudarme con lo que pasó en Ejido."

"Oh, ¿tengo yo que hablar con él?"

"No, bonita, voy a hablar yo, tú espérame en la barra."

Al entrar, lo vi sentado algo impaciente, pasaban ya de las 12.



La hija de mi jefe - spankingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora