El castigo - Sofía

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Tome a Gabriela de la mano " vamos cariño" la lleve a mi habitación y le pedí que se sentara en la cama, su carita se veía notablemente angustiada, y por algunas lagrimas que ya había derramado sus ojos se notaban más claros, "tu palabra de seguridad será /llave/" ¿ entendido ? Gabriela contesto asintiendo, "necesito que lo digas con tu voz Gabriela " le dije en un tono casi imperativo y contesto con su voz un poco cortada: "si,/llave/". 

Puse la silla de mi escritorio en medio de la habitación, me senté y le ordene: "levántate y ven acá" Gabriela, se levantó de la cama y se acercó, le ordene nuevamente: "ponte encima de mis piernas" pero ante esa orden se quedo inmóvil, entonces la tome firmemente de la mano y la tumbe encima de mis rodillas, estaba tensa por eso intente acariciar su espalda y que relajara un poco el cuerpo.

Una vez la note más relajada, subí su falda del colegio y empece a azotar rítmicamente sobre su short  blanco, note leves quejidos de su parte pero se mantenía en la posición, entonces decidí aumentar la fuerza y note que empezaba a llorar ligeramente, estuve así casi por cinco minutos y sin previo aviso tome su short y su ropa interior y la baje de golpe. Ante esa acción Gabriela intento cubrirse pero yo tome su mano y la sujete en la espalda, me sorprendió que no decía ni una palabra, pero si empezaba a llorar más sonoramente, intente darle un refuerzo positivo diciendo "vamos cariño que lo estas haciendo muy bien", le di una pausa mientras miraba sus nalgas evidentemente rojas.

Reanude el castigo azotando con fuerza intentando cubrir de arriba a abajo, una vez me sentí satisfecha subí un poco mi pierna derecha para dejar su cola más levantada y me concentre en azotar fuertemente donde inician las piernas, luego de unos minutos baje la pierna y le di una repasada general, empezó a llorar desconsoladamente y a pedirme que parara. Esa era mi señal para continuar el castigo, estaba siendo efectivo y sin detenerme aumente el ritmo e incluso la fuerza por tres minutos más. 

Me detuve y empece a acariciar suavemente su espalda, espere a que su respiración y el llanto pararan un poco, y le ayude a levantarse, tenia la carita roja y sus labios temblaban un poco, era conmovedora la imagen y por un momento pensé en dejar el castigo hasta ahí, pero necesitaba dejar claro el mensaje. 

"Cariño lo haces muy bien pero aun falta una parte", ella de inmediato empezó a llorar y me pidió que no, hacia unos pucheros que casi me hacen caer pero me negué, le dije que se recostara boca abajo en el borde de la cama, fui a mi armario y busque un cinturón, ella me vio acercarme y empezó a llorar pidiéndome con voz entre cortada que no le pegara más. Le explique con voz suave que por ser su primera vez serian solo cinco y que ella los contaría en voz alta. 

Me ubique a su lado y descargue el primero con fuerza cubriendo ambas nalgas, una marca roja con tono morado no tardo en aparecer, ella con una voz llorosa dice: "uno", le doy el segundo y el tercero intentando cubrir toda su cola y ella cuenta juiciosamente, los últimos dos se los propino en donde se unen la piernas uno tras otro en el mismo lugar. 

Dejo caer el cinturón al piso y me acerco a ella, la levanto y la abrazo, ella corresponde a mi abrazo y llora.

La hija de mi jefe - spankingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora