Capítulo 38

654 29 0
                                    

Capítulo Treinta y Ocho:


__________(TN) iba a enojarse como el infierno conmigo por no haberle contado, pero prefería hacer esto a mí manera y preferiblemente solo. Simplemente no quería involucrarla más y ponerla de nervios, porque era una pequeña histérica, y por más raro que sonara eso me encantaba, pero en este momento sería mejor que la dejara fuera e hiciera esto por mí mismo. Zac ya lo sabía, habíamos hablado un poco mientras _______(TN) y mamá horneaban brownies de despedida. Habíamos atado algunos cabos sueltos y al final habíamos decidido que si no hacía esto antes de irme mañana, iba a terminar posponiendo todo por demasiado tiempo, y tenía ganas de acabar con esto, y aún más ganas de hacer lo que quería hacer con _________(TN) luego de que el tema estuviera zanjado, solo esperaba que ella no estuviera irremediablemente furiosa conmigo aún.


—Hola, cariño —me saludó Larissa, acercándose para besarme, pero la aparté ligeramente.


Estos últimos meses habían sido agonizantes, ya que había tenido que actuar como nunca en frente de ella para que no sospechara de mi relación con _________(TN), y a pesar de que me había sentido un poco culpable por estar dando esperanzas vacías, luego me recordé todo lo que nos había hecho a nosotros. Lo que su padre le había hecho al mío y lo que ella nos había hecho a mí y a __________(TN). Ella merecía todo lo que estaba recibiendo.


—¿Qué sucede? —frunció el ceño.

—Bueno, ¿por dónde comenzar? —espeté secamente y metí mis manos en los bolsillos de mis vaqueros—, ¿comienzo por la parte en la que me obligas a quedarme a tu lado o en la que tu padre amenaza al mío para conseguirla?


Ella parpadeó varias veces.


—Justin, yo solo lo hice porque no quería que mi padre le hiciera nada al tuyo —su actuación fue increíble—, pensé que si yo le pedía que hiciera un trueque, me haría caso y dejaría a tu padre en paz y así no tendría problemas.

—No te hagas la tonta, Larissa —sonreí sin ninguna pizca de humor—, eres completamente consciente de que lo que tu padre dice es falso.

—Yo no puedo asegurar ni negar que tu padre sea culpable —respondió. Sus gestos delataron su mentira.

—Oh, claro que puedes. ¿Pero sabes qué? No importa.

—¡Por favor, Justin! Te lo he estado repitiendo tantas veces —gimió—. Hice lo que hice porque así él dejaría en paz a tu padre y nosotros podríamos tener nuestro final feliz.


Me aparté bruscamente cuando ella tocó mi brazo. Me miró entre furiosa y dolida, y su mirada se volvió cristalina.


—¿Nuestro final feliz? —pregunté con sorna—. Tú maldito final feliz, Larissa. Sabías perfectamente que no pensaba en ti de esa manera.

—Pensaste en mí durante más de diez años —argumentó en un gruñido—. ¡No era algo que simplemente podías olvidar!

—Tienes razón, pero sucedió, y tú sabías perfectamente que quería a ________(TN), y me obligaste a apartarme de ella, me obligaste a tener que dejarla ir.

—¿¡Por qué siquiera te importa!? Ya han pasado cuatro años y ella iba a casarse, ¿no?


Olvidando Recuerdos |Justin Bieber|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora