Capitulo 36

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Capítulo Treinta y Seis: Algunos Negocios Sucios.




—¡Deja de hacer ruido, Zac! —chillé en un susurro.


Él volvió a tropezarse, ignorando mi petición. Lo fulminé con la mirada mientras seguía caminando a través de la casa.


Pudimos haber preguntado a Zoey por la llave, pero a Zac le gustaba hacer las cosas difíciles y había grandes posibilidades de que nos arrestaran por allanamiento de morada.


—Entonces... ¿tú piensas que vamos a encontrar algo? —Murmuró, mirándome con el ceño fruncido mientras yo rebuscaba entre las habitaciones. Una de Larissa, a juzgar... otra de Zoey y otra de sus padres... la última que abrí era una oficina. No tenía que ser demasiado inteligente para averiguar de quién era.

—Estoy casi segura.

—¿Qué fue lo que mi hermano te dijo exactamente?

—Que las pruebas tenían que estar aquí —dije mientras rebuscaba entre los cajones y los folios alrededor de la habitación.

—___________(TN)... Justin está apenas recuperándose. El doctor dijo que despertaría varias veces al día y podía existir la posibilidad de que su memoria no funcionara correctamente o que dijera cosas incoherentes.

—Él me contó de esto hace algunos meses, en New York —comencé—. Esto es lo que sucede, Zac. El padre de Larissa ha estado amenazando al tuyo.


Zac jadeó.


—¿Cómo?

—Justin me dijo que era la razón por la cual él estaba comprometido... en todo el sentido de la palabra con Larissa.

—Sabía que había algo raro —gruñó.

—Él tenía pruebas, obviamente falsas, de que tu padre le había robado dinero al pueblo. Lo dejó pasar, ¿sabes? Pero él sabía que solo estaba esperando el momento indicado para cobrarse... y ahí es donde entra Larissa... ellos siempre pensaron que terminaría casándose con Justin de un modo u otro.

—Entonces el poder de mi familia sería compartido con su familia —interrumpió Zac.

—Así es —asentí—. Así que cuando Larissa se dio cuenta de que...

—De que tú le estabas arrebatando a Justin tuvo que actuar rápido —volvió a interrumpir Zac con una sonrisa socarrona.

—Exacto —sonreí—. El padre de Larissa le propuso al tuyo que sus hijos debían casarse... Tu padre se lo dijo a Justin... le contó todo acerca de la amenaza, y Justin aceptó.

—¿Mi padre no sabía que Justin no la quería? —preguntó secamente.

—No, él no lo sabía y Justin no quería a su padre preso o perdiendo al pueblo, así que aceptó.

—Así que eso era lo que estaba ocultando de mí—murmuró más para sí mismo que para mí—. ¿Por qué no me lo dijiste?

—Lo siento, ni siquiera pensé en eso las veces que hablé contigo.


Uno de los cajones justo al final del escritorio estaba con llave.


Olvidando Recuerdos |Justin Bieber|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora