Olvidando Recuerdos |Justin Bieber|

Capitulo 40

Capítulo Cuarenta: Los Recuerdos que Permanecerán con Nosotros por Siempre. (Parte I)

Ya era de noche cuando se nos ocurrió salir de nuestra nube. Sonreí extasiada. Definitivamente había sido una muy, muy buena idea venir aquí.

Justin se estaba desperezando debajo de mí, y contemplé cómo los músculos de sus brazos se tensaban ante el movimiento. Nos habíamos quedado irremediablemente dormidos y ambos seguíamos desnudos.

—¿Qué hace Christal en la ventana? —pregunté con el ceño fruncido mientras intentaba figurar si el caballo era real o yo solo tenía demasiado sueño aún.

—Mmm... no sé —dijo, sin prestarme atención y sus ojos se volvieron a cerrar.

Me levanté rápidamente para ahuyentar el sueño, y llevé la manta que nos cubría conmigo, rodeándome con ella. Justin gimió y su ceño se frunció totalmente en su cara.

—_______(TN)... —reclamó—... Estoy desnudo.

—Pues vístete —le dije con una sonrisa. Justin en todo su esplendor era algo digno de ver, incluso en la oscuridad alumbrada solo por la luz de la luna.

—Dame eso —Justin tiró de una de las esquinas de la manta, atrayéndome irremediablemente de vuelta. Me tropecé y caí sobre él y entre pataleos de mi parte y risas de la suya, me besó, haciéndome olvidar de lo que fuera que estaba reclamando. Su lengua recorrió mi cavidad bocal en su totalidad, llevándome hacia el cielo y de vuelta otra vez, como siempre solía hacer. Nada había cambiado en mucho tiempo, y pronto se cumplirían cinco años desde que nos conocíamos. Además, dudaba que fuera a cambiar en algo cualquier cosa que sintiera por él. Mi amor era para siempre.

—Dijiste que iríamos al lago después —murmuré algo distraída mientras sentía sus labios recorrer mi cuello y bajar por mi escote.

—Mmm... no, no lo hice —murmuró sin prestarme demasiada atención. Solté una risa y puse mis manos en su pecho, intentando inútilmente apartarlo.

—Por favor, Justin, no te pongas en plan de adolescente ahora. Mi sueño siempre ha sido bañarme en ese lago de noche.

—Espero que ese sueño te incluya a ti desnuda —murmuró sobre mi cuello. Sus manos recorrieron toda la longitud de mi espalda y se detuvieron en mi trasero.

—Lo hace, pero para eso necesitamos estar allá —susurré contra su oído. Justin gimió y sus labios atacaron duramente los míos, ni siquiera dándome la posibilidad de tomar un poco de aire, pero morir por falta de aire a causa de los besos de Justin Bieber sonaba como la mejor manera de morir y me mandaría a la tumba con una sonrisa.

—Bien, suena como un muy buen lugar para hacerte el amor —sus palabras roncas enviaron una corriente eléctrica que recorrió todo mi cuerpo y tuvo su efecto entre mis piernas.

Él finalmente me dejó ir, y tambaleándome alrededor de la habitación tomé mi ropa interior y me la puse.

—Pido tu camisa —agarré la camisa de Justin dos segundos antes de que su mano se posara en ella. Su ceño se frunció hacia mí pero estaba sonriendo—. Me gusta cómo huele.

—¿Y qué usaré yo? —arqueó una ceja.

—¿Qué te parece nada? —sonreí dulcemente.