Capitulo 33

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RECTA FINAL DE OLVIDANDO RECUERDOS


Capítulo Treinta y Tres: La Oscuridad del Día.


—La llamada no puede ser rastreada con el celular apagado —informó el agente—. Cuando un celular está apagado es casi como si no existiera.

—Mierda —mascullé entre dientes. No había habido más que malas noticias y más malas noticias desde que ________(TN) había desaparecido. El único atisbo de esperanza había sido su llamada.


Al menos sabía que ella estaba bien, pero no era suficiente. Desde que había desaparecido me estaba volviendo loco y simplemente no entendía porque luego de varios días seguían reteniéndola y no pedían algún tipo de recompensa. Simplemente no... no tenía sentido alguno.


—¿Podrías decirme qué fue lo que ella te especificó otra vez, por favor? —preguntó otro agente.

—Dijo que estaba encerrada en algún lugar en medio de la nada, una especie de campo.

—¿Solo eso? —preguntó el federal seriamente.

—Solo eso.

—Bien, no es suficiente, pero seguiremos investigando las grabaciones de las cámaras de seguridad alrededor de Columbia y también cualquier registro con el nombre de Jason Levine.


Sabía perfectamente que hacer lo posible por encontrarla era exactamente lo contrario que hacían. No teníamos suficientes pruebas de su paradero y Jason Levine era mucho más inteligente de lo que parecía.


Venganza, esto era pura venganza, quizás por la muerte de su maldito cómplice, y si era así _______(TN) tenía que estar en serios problemas, porque Jason parecía no tener nada más que perder, sin embargo no era lo suficientemente idiota como para dejarse encontrar fácilmente, y el FBI tenía más asuntos que tratar que solo ________(TN), y tenía el presentimiento de que si no actuaba rápido, entonces podía perderla. 


—Zac, necesito hablar contigo afuera —le dije a mi hermano. Él asintió levemente con la cabeza y salimos, dejando que el resto de mierda que los agentes tenían que decir lo escucharan Rose y Josh.

—¿Qué sucede?

—Presiento que no estamos llegando a ningún maldito lugar de esta manera.

—Me has leído la mente —murmuró él secamente—. ¿Y qué tienes en mente?

—Lo que me especificó ________(TN) fue campo... una cabaña en medio de la nada...

—Sí, creo que eso ya lo sabemos.

—Quizás esté en el mismo lugar en donde se suponía que debía estar hace cuatro años.


Zac frunció el ceño, pensándolo un poco, luego me miró con consternación.


—Cerca de Cox Borts —dijo.

—Exacto. 

—Pero ellos la dejaron antes de llegar a su destino, ¿cómo demonios podemos saber que era cerca?

—Porque todo ese lugar a las afueras de California... todos los terrenos alrededor de Cox Borts son campo, son unos.... Veinte kilómetros cuadrados y luego empiezan a aparecer los lugares más poblados y posteriormente la ciudad.

—¡Genial! Eso significa que ________(TN) debería estar en alguna parte de esos 20 kilómetros cuadrados.

—Exactamente. Creo que deberíamos echar un vistazo.

—¿Qué hay de los federales? —preguntó Zac mirando a los dos hombres que seguían hablando de nada relevante con Josh y Rose.

—Puedo decirles, pero te aseguro como el infierno que no harán lo posible por encontrarla, como ellos dicen que hacen. No confío en ellos.

—¿Pretendes meterte ahí tú solo? ¿Estás loco? No sabes lo peligroso que este tipo puede ser.

—Me importa una mierda lo peligrosos que sean, estamos hablando de _________(TN). Ya la perdí una vez, y no lo voy a hacer de nuevo.

—Entonces... ¿cuál es el plan?

—Nos vamos a Cox Borts.



***


¿Cuántos días han pasado? ¿Cuánto tiempo? Había perdido la noción del tiempo, sobre todo porque aquella habitación sin ventanas en absoluto parecía mantenerme encerrada en un día donde nunca amanecía y donde ni siquiera la luna se dignaba a alumbrar la oscuridad y donde la única mierda que había era un baño viejo y una alfombra llena de polvo.


Lo único que había conseguido comer en estos días había sido un maldito pedazo de pan que había alcanzado a sacar de la cocina cuando pude escapar de la habitación. Tenía suerte de que el muy hijo de puta se dignara en darme un vaso de agua cada dos días.


Dormir tampoco ayudaba. Me sentía debilitada y sin fuerzas, y casi sentía que si se me daba la posibilidad de escapar, terminaría desmayándome en la puerta de entrada. La única esperanza que me quedaba era que Justin me encontrara, ¿pero cómo demonios lo haría? La ubicación que le había entregado no era necesariamente exacta pero había sido todo lo que podía conseguir en ese momento, e incluso si hubiera podido conseguir más, para ese entonces la batería se habría muerto o Jason habría llegado y me habría visto.


Además, por alguna razón el lugar se me hacía conocido, pero no acababa de averiguar por qué razón. Me costaba pensar y me mareaba demasiado cuando lo intentaba.


Necesitaba salir de aquí, necesitaba terminar con este episodio de mi vida más que nunca. Pensé que estaba terminado hace varios años, pero estaba equivocada. ¿Quería él dinero? ¿Venganza? ¿Ambos? ¿Qué demonios quería? ¿Qué demonios había hecho yo para que mataran al otro hijo de puta? ¡No había sido mi maldita culpa!


Unos ruidos fuera del cuarto me alertaron, haciendo que mis ojos se abrieran nuevamente, cansados de estar abiertos y de no poder conciliar el sueño. Probablemente Jason había vuelto, aunque no lo había escuchado salir.


Los pasos resonaron, sigilosos, por todas partes. Hubo un momento en que desaparecieron y luego volvieron hasta que se detuvieron justo enfrente mi puerta, hubo un intercambio de palabras susurradas que no alcancé a entender, fue más como escuchar al suave viento soplar, entonces la puerta se abrió de golpe.


—¿_______(TN)?


Oh dios mío, era Justin.




Olvidando Recuerdos |Justin Bieber|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora