Olvidando Recuerdos |Justin Bieber|

Capitulo 14

Capítulo Catorce: Iluminación 

—¿Qué es lo que prefieres? ¿El diario de Noah, Un Paseo para Recordar o La Última Canción?—Le pregunté cuando abrió la puerta de su dormitorio. Alternó su mirada entre las tres películas y luego me miró con el ceño fruncido.

—¿Qué hay de la opción Vomitar?

—Lo siento, no tengo ésa—Le guiñé un ojo. Justin suspiró intentando ocultar su sonrisa y fracasando miserablemente. Se movió de la puerta para dejarme entrar. La habitación estaba pulcramente ordenada y limpia, lo que no me extrañaba porque él siempre había sido así.

—¿Qué hay de alguna que no sea de Nicholas Sparks?—Preguntó cerrando la puerta a sus espaldas.

—Mmm... así que conoces a Nicholas Sparks—Lo miré con diversión—. ¿Tiene algo que confesarme, señor Bieber?

—Tu habitación está llena de sus libros—Justin frunció el ceño y me arrebató la película de Un Paseo Para Recordar. La miró e hizo una mueca de asco—. Y de sus películas.

—Son muy buenas. Los chicos tienen que darle una oportunidad a las películas de amor.

—¿Qué pasa si mejor vemos La Guerra de las Galaxias?

—Ew, no—Bufé. Justin arqueó una ceja y me miró socarronamente.

—Las chicas tienen que darle una oportunidad a las películas de acción—Dijo, usando el mismo argumento que yo había usado en mi contra. Lo fulminé con la mirada—. Por favor, __________(TN), ¿cuántas veces te has visto esas tontas películas?

—¿Y tú cuántas veces has visto La Guerra de las Galaxias?—Repliqué. 

—Estoy seguro que menos de las que tú has visto esas películas empalagosas—Rodó los ojos.

—¡No son empalagosas!—Chillé ofendida.

—Bien, si te hace feliz—Justin volvió a rodar los ojos y me hizo un gesto para que pusiera la película en el DVD. Aplaudí entusiasmada y puse la película. 

Justin y yo nos pusimos a calentar las palomitas en el microondas y a servir los refrescos mientras los créditos del principio pasaban. Todo había salido bien hasta que nos habíamos puesto a hacer una guerra de palomitas. Ahora media habitación estaba hecha un lío.

—Ni creas que te ayudaré a limpiar—Me reí y me dirigí a sentarme en el sillón para poder ver la película. Justin suspiró largamente y se sentó junto a mí luego de dejar los refrescos en la mesa y lo que quedaba de las palomitas entre nosotros sobre el sillón.

—Como si no te conociera ya—Rodó los ojos—. Ya sé que vas a dejarme todo el trabajo duro.

—Si consigues no llorar te ayudaré a limpiar—Le dije riendo. Justin me miró con una ceja arqueada.

—Yo no lloro.

—¡A qué lo harás! Nadie se resiste a esta película, así que ni siquiera te esfuerces en no llorar.

—_________(TN) en lo único que voy a esforzarme es en no dormirme—Rodó los ojos.

—Eres desesperante—Le golpeé el pecho juguetonamente. Justin me miró fingiendo dolor y luego me tiró otro puñado de palomitas en la cara—. ¡Oye!

—Ni siquiera intentes quejarte, soy yo el que va a tener que limpiar luego.

—Buen punto—Sonreí satisfecha y me acomodé bien en el sillón.