Capitulo 31

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Capítulo Treinta y uno: Lo que Pasó Hace Cuatro Años.


—¿Qué fue lo que dijo? —preguntó Rose preocupada.

—Nada... el guardia dijo que no ha visto salir o entrar a más de cuatro personas en las últimas tres horas y no recuerda que _______(TN) esté entre ellas, maldita sea —comencé a dar vueltas alrededor de la habitación porque no encontraba otra manera de calmarme. Se suponía que solo iba a buscar unas cosas a su habitación y luego nos reuniríamos en la mía. Fui a buscarla porque se había demorado demasiado en volver, el café incluso se había enfriado. Rose me había dicho que ella jamás había llegado a la habitación, y Max tampoco la había visto... ni el guardia... ni nadie. Su celular estaba apagado y esto ya se estaba volviendo un completo infierno.

—La he buscado por todas partes. No aparece. —dijo Max con voz agitada mientras entraba a la habitación. Rose soltó un chillido y yo solo pude quedarme petrificado en mi lugar.

—¡Por la mierda! —gruñí y agarré mi celular, intentando en vano volver a llamar a ________(TN). Su celular me saltaba al buzón de voz y eso era algo tan no típico de ella—. Algo le pasó, estoy seguro.

—¿Y qué podría haberle pasado? ¡Estamos en la maldita universidad! —dijo Rose con voz débil—. Ella no puede llegar y desaparecer de aquí sin dejar rastro. ________(TN) siempre tiene su estúpido celular prendido y no haría algo como esto... además, ¿dónde habría ido de todos modos? Tenemos que llamar a la policía.

—No va a servir de nada —replicó Max—. Necesitan pasar por lo menos 48 horas antes de deportar algo así, sobre todo si sucedió en la universidad y no fuera en un lugar más público.

—¿Y se supone que tenemos que quedarnos a esperar por noticias? —chilló Rose consternada.

—No podemos hacer eso —rechacé la idea—. A _______(TN) le pasó algo, y no tengo ni la menor duda de que tiene que ver con los mensajes que estaba recibiendo. Ella pensó que eran de Larissa pero soy yo quien la conoce hace casi diez años, no ella, y Larissa puede ser muchas cosas pero no caería así de bajo.

—¿Crees que tenga que ver con lo que pasó hace cuatro años? —preguntó Rose.

—Seguro como el infierno —gruñí.

—¿Y qué mierda se supone que vamos a hacer para encontrarla? —preguntó Max.

—No creo que podamos ahcer nada por nosotros mismos, pero resolveré esto. Necesito que se queden aquí por noticias y sigan intentando averiguar algo —dije mientras cogía mi billetera.

—¿Adónde vas? —preguntó Rose entre sollozos.

—A arreglar esto —dije y salí de la habitación.


***


—¿Recuerdas cuándo fue el día que la encontraste en Cox Borts, Justin? —preguntó el hombre mientras anotaba algunas cosas en la computadora.

—Fue el 3 de junio.

—Bien, 3 de junio —volvió a anotar más cosas—. Aquí están todos los casos del 3 de junio de hace cuatro años. Voy a imprimirte una copia para que lo revises porque en cuanto me encuentren aquí van a despedirme.

—Gracias, John, realmente te agradezco esto —le dijo mi padre mientras le palmeaba la espalda.

—Te la debía, Jeremy, así que no te preocupes.


La copia se imprimió y me la entregó. Le di las gracias y me apresuré en salir de la comisaría junto con mi padre.


—¿Qué es lo que hay?—preguntó él.

—Hay solo un caso cerca de Cox Borts del día que encontré a ________(TN) —dije mientras leía las líneas—. Tres de Junio... fue una denuncia de alguien anónimo desde California, dice que dos tipos subieron a una chica en una camioneta, pero cuando los hombres fueron detenidos en la carretera que da con Cox Borts, la chica no fue encontrada, pero en medio de la persecución uno de los hombres murió por intentar dispararle a un policía que tuvo que tomar medidas.

—¿Pero cómo no pudieron haberlos relacionado con el secuestro de _________(TN)? —preguntó extrañado mi padre.

—Porque su familia nunca hizo la denuncia, nadie sabía que ________(TN) había desaparecido. Papá, necesitamos volver a la universidad, ahora.


El trayecto se me hizo eterno contando todas las cosas que estaban sucediendo en mi cabeza. Tenía que buscar una computadora enseguida y juntar la evidencia. Si tenía suerte, podía encontrar la forma de llegar hasta ella o al menos tener unas cuantas pistas para tener más o menos una idea de su maldito paradero y de paso podía matar al hijo de puta que aún quedaba vivo.


—¡Justin! ¿Supiste algo? —saltó Rose enseguida pasé por la puerta. Me senté junto a ellos en la cama y le mostré el papel.

—Yo encontré a ________(TN) el tres de Junio hace cuatro años —apunté el lugar exacto donde la información salía—. Cerca de la carretera, que es donde detuvieron a dos hombres por una denuncia anónima de secuestro, sin embargo no se encontró a nadie dentro de la camioneta. Hubo una balacera en ese momento y uno de los hombres murió, dejando al otro en prisión durante tres años por posesión de drogas. Nunca los relacionaron con la desaparición de ________(TN) porque no se presentaron cargos, aunque no entiendo cómo demonios... luego de encontrarla siguieron sin relacionarlos.

—¿Crees que ellos la tienen? —preguntó Max.

—Él, no ellos. El mayor, de treinta y tres años murió el mismo 3 de junio... es... Logan Hyde, el otro es Jason Levine.

—Espera... espera ahí... ¿Jason Levine?

—Sí —fruncí el ceño.

—¿Cuántas posibilidades hay de que yo conozca a uno?

—¿¡Qué!? ¿Lo conoces?

—¡Sí! Pero quizás solo es una coincidencia.


Cogí mi celular con manos temblorosas y anoté su nombre en el buscador. Una noticia del mismo tres de junio revelaba su identidad y la del otro hombre.


—Es él —le dije y le entregué la foto. Rose abrió los ojos como platos.

—Él va en... nuestra clase de Genética los miércoles.



Olvidando Recuerdos |Justin Bieber|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora