Olvidando Recuerdos |Justin Bieber|

Capitulo 19

Capítulo Diecinueve: Post-impacto.

Lo primero que vino a mi cabeza cuando cerré la puerta fue preguntarme qué demonios fue lo que me poseyó para decir eso.

Por varios segundos permanecí ahí, de pie inmóvil contra la puerta totalmente en estado de shock y con total pánico de que Justin necesitara hablar sobre eso. Él NO necesita hablar sobre esto, yo NO necesito hablar sobre esto y el intercambio a China no es una opción así que... ¿qué es lo que pasa ahora?

Me tiré sobre la cama, aturdida, y mi mirada se perdió en el techo. Nunca había estado tan mortificada antes, ni siquiera la primera vez que le dije que lo amaba. De todos modos, sabía que las cosas ya estaban completamente arruinadas entre nosotros y que ya no tenía nada más que perder, ¿pero ahora? Ahora lo único que sabía era que habíamos tenido unas vacaciones geniales y el segundo día de clases ya había arruinado todo, y de paso había faltado todas las horas del día porque no había fuerza en la naturaleza que me sacara de mi habitación hasta dentro de los siguientes diez años.

Siempre había sido una impulsiva loca hija de puta, pero desde que había perdido la memoria me había controlado, no sabía que esa parte de mí solo estaba esperando el momento indicado para estallar (¡y qué momento!), y ahora todo estaba totalmente arruinado entre nosotros, porque no había un real nosotros, y mi amor no podía sostenernos a ambos, porque era enorme, pero demasiado frágil. 

Era oficial, ¡no iba a salir nunca de nuevo de esta habitación!

—¡Jenn!

Pero Rose era peor que una fuerza de la naturaleza.

—¿Qué estás haciendo? Vine a buscarte en el primer descanso y no estabas... ¿seguías en lo de Justin?

—¡Por favor no te atrevas a mencionarlo! —me tapé la cara con la almohada, para esconder las lágrimas.

—¡Mierda! ¿No me digas que tú y él...?

—¡Incluso eso hubiera sido mejor que lo que realmente pasó! —lloriqueé.

—¿________(TN)? ¿Qué demonios está pasando? —me llamó ________(TN). Alerta maternal encendida.

—Exploté totalmente, Rose, solo sentí que todas las emociones me saturaron y estaba tan... enojada con él, y con su estúpida novia, y con él de nuevo, y conmigo y yo solo... yo solo no pude evitarlo.

—¿Evitar qué?

—Decirle que seguía amándolo —susurré, mientras me sacaba la almohada de la cara. Rose parpadeó varias veces, aturdida, y luego me abrazó, fuertemente. No fue un gran consuelo, pero de todos modos me sentí un poco mejor, aunque estaba muy lejos de sentirme completamente bien.

—Oh, nena... está bien, tú solo le dijiste lo que sentías y...

—No, no está nada bien. Arruiné las cosas por segunda vez y no creo que pueda repararlas, ¡ni siquiera quiero! Solo está todo tan jodido ya... ni siquiera puedo...

—Escúchame bien, ahora. Eso no está mal. Justin no sabe lo que se pierde, y no es tu culpa sentir lo que sientes. Él es un idiota total y justo ahora estoy segura de que no merece que llores por él.

—Lo he cortado todo, justo antes de soltarle la bomba —mascullé—. Le dije que no quería que se acercara porque ya dolía demasiado, luego no pude evitarlo. Además, él no es un idiota solo porque no siente por mí lo que yo siento por él. Es como lo que sucedió con Josh. Él era... es mi mejor amigo y cuando me dijo lo que sentía por mí... demonios, yo no me podía obligar a quererlo, y lo mismo sucede con Justin. No puedo obligarlo a sentir nada por mí, pero estábamos comenzando a ser amigos de nuevo y lo he arruinado todo.

—¿Vas a estarte martirizando por esto todo el tiempo? Hay que ir a clases, anda, aún puedes llegar a...

—¡No quiero! —volví a taparme la cara con la almohada.

—Por favor, ________(TN), estás siendo demasiado dramática.

—¡No estoy siendo dramática! No voy a poder mirarlo nunca más a la cara y además están estos estúpidos mensajes...

—¿Qué? ¿Te mandaron otro mensaje? —preguntó alarmada.

—Sí, pero no te preocupes, solo es la estúpida novia de Justin que sigue queriendo sacarme totalmente del camino.

—¡Esa perra! No tiene derecho a...

—Larissa es lo que menos me preocupa ahora, Rose. Olvídalo.

—Ella no puede simplemente enviarte mensajes espeluznantes y ya, eso ni siquiera es legal.

—¿Sabes qué, Rose? Me interesa una mierda. Larissa puede hacer lo que quiera porque tiene a Justin, y eso la convierte en la vencedora oficial. No puedo creer que estuve todo este tiempo pensando que quizás habría podido ser diferente cuando Justin... siempre la amó a ella.

—No empieces, por favor. ¿Cuántas veces voy a tener que decirte que hay millones de chicos ahí en el mundo exterior?

—Ninguna más. Te concedo la razón. Hay miles de chicos y ya sé que debería olvidar a Justin, aunque no sea simple. Ahora voy a intentar con más ganas, es solo que... demonios, quizás no debí haber sido tan directa. ¿Cierto?

—No vale la pena llorar sobre la leche derramada. Mi mamá siempre decía eso y lo odiaba... pero tenía razón. Ahora, como tu amiga, voy a decirte lo mismo.

—Soy una estúpida —volví a lloriquear—. No puedo creer que en serie hice eso... se suponía que mi mayor atributo es ser racional, ¿cierto?

—No realmente.

—Por Dios... Nunca había deseado tanto desaparecer como ahora.

Rose me miró preocupada, pero no dijo nada. Nos quedamos unos minutos en silencio, hasta que el sonido de mi celular nos exaltó a ambas. Lo alcancé de mi bolso y casi temblé al ver que era un mensaje:

"Cuidado con lo que deseas, no vaya a ser que se cumpla".