Mi nuevo mundo || CH [✓]

14. Adaptarse para sobrevivir

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14. Adaptarse para sobrevivir.

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TN Boscawen.

Cinco siempre dijo que hay que hacer lo necesario para sobrevivir, qué hay que adaptarnos. Y... yo lo hice... Tenía que sobrevivir, adaptarme a lo que sucedía, ¿pero a qué costo?

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Cinco Hargreeves.

Volví a ajustar el nudo de mi corbata. Ya lo había hecho tres veces desde que llegamos. TN suspiró y me miró divertida.

—Siempre la corbata.

Se puso frente a mi y acomodo mi corbata, al terminar, me miró directo a los ojos mientras me sonreía. Ella siempre me ha dado paz y tranquilidad. Me palmeó el pecho y aliso las sopas del saco.

—Dejate ya esa corbata, no querrás presentarte con la corbata chueca ante el juez.

—No me gusta este lugar —mostré una mueca de asco.

—Si, a mí tampoco, pero si no veníamos, te quitarían a Maya con más facilidad.

—Anciano —Lila se acercó—. Espero estés preparado para todo, los Hargreeves no tienen tan buena fama.

—Lo sé, descuida, los abogados están preparados, yo lo estoy.

Ella asintió y miré a mis hermanos, todos habían venido con nosotros dejando a Alonso y la bebé con mamá. Un guardia nos dijo que podíamos pasar y los dos abogados se pusieron detrás de mí. Mis hermanos me sonrieron, en cambio, Klaus extendió sus brazos y me rodeó con rapidez.

—Klaus —lo empuje.

—Suerte, corazón de melocotón.

Klaus siendo Klaus.

Miré a TN y me sonrió con calma. Entre junto a mis abogados y nos colocamos del lado izquierdo, mi familia detrás de nosotros. A la derecha, estaba esa chica con su abogado, murmuraban algunas cosas y parecía no tener más compañía.

—De pie, entrará su señoría.

Los presentes lo hicimos y una mujer de unos cuarenta años entró yendo a su asiento de juez. Pudimos volver a sentarnos y la juez nos miró a todos, suspiró y leyó directo de un papel.

—Audiencia por obtención de custodia de la menor Maya Hargreeves de su madre biológica, Lizbeth García contra el padre adoptivo, Cinco Hargreeves —dejó el papel y miró a la chica, ahora con nombre—. Abogado, puede iniciar.

—Sí señoría —se puso de pie—. Mi cliente exige qué se le retire la custodia al señor Hargreeves y se le devuelva a su hija. Sabemos que un hijo siempre estará mejor en manos de sus padres biológicos, fueron ellos quienes los trajeron al mundo. Además, conocemos a la familia Hargreeves o en su momento, la Academia Umbrella y mi cliente sabe que con ellos, Maya no está segura. Gracias.

El hombre volvió a sentarse y la juez nos miró a nosotros. Sentí que su mirada me estudiaba, no me moví.

—Abogados, su turno.

—Sí señoría —mi abogado principal se puso de pie—. Mi cliente encontró a la menor en la puerta de su casa cerca de las once de la noche, una noche fría en la que Maya solo estaba cubierta en una cobija sucia y desgastada. Nosotros alegamos por el mantenimiento de la custodia. Gracias.