Epílogo

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.εїз...。.・・゜εїз゜・・.。...εїз.

Epílogo

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Maya Hargreeves.

El rayo de sol comenzaba a molestar pero trataba de ignorarlo, no quería levantarme de mi cama. Escuché la puerta ser abierta, poco después como se sentaban a mi lado y la voz aterciopelada de papá.

—Feliz cumpleaños, rarita —me susurro y beso mi frente haciéndome sonreír.

—Hola.

—¿Lista para este día de cumpleaños? —me senté para verlo.

—Claro —sonreí—. ¿Y dónde está la señorita Wensobap? Espera, ¿debo decirle así?

—Puedes preguntarle eso a ella. Y ella se fue anoche.

—¿Se fue? Pensé que se quedaría.

—No —río.

—¿Y... todo bien con ella?

—Todo muy bien —ambos sonreímos—. Date prisa, debes ir a la escuela.

—Pero es el último día —me queje.

—Por eso mismo debes ir.

Me queje dejándome caer de nuevo en la cama haciendo reír a papá. Él salió y yo tuve que levantarme para cambiarme.


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El día se volvió interesante cuando les conté a Alex y Alonso la historia de papá y Aporía. Alonso y yo sabíamos a la perfección la historia de la familia, Alex se enteró después cuando todos vieron que ese chico era un miembro no oficial de la familia, así que nadie necesito tanto contexto para entender.

A TN no la vi, ella ya no iría el día de hoy, no pude hablar con ella pero ya se lo pediría a la tía Lila. Por ser mi cumpleaños, haríamos una comida con todos ya que la Tía Allison no logró convencerme de hacer mis dulces dieciséis, pero si qué me regaló un lindo vestido verde porque según combina con mis ojos.

—¡Maya, ya llegaron!

—¡Ya bajo!

Salí de mi habitación rumbo a la sala donde estaban todos, abracé a cada miembro de mi familia, así como a Rosa y Óscar, aunque con Alex también hubo un pequeño beso en la mejilla.

—Gracias a todos por venir.

—¿Y para mí no hay abrazo?

Me giré rápidamente para ver a la chica que salía de la cocina. Se veía tan reluciente como siempre.

—¡Clarie! —Corrí a ella y la abrace con fuerza, me devolvió el abrazo.

—También te extrañé.

—Pensé que no podrías por estar en Mónaco.

—¿Y perderme tu cumpleaños? Jamás —me sonrió.

—Cuéntame todo sobre Mónaco.

—Si, pero vamos a comer —el tío Klaus río.

Fuimos al patio trasero, ahí papá había preparado el lugar para todos, tres mesas de jardín grandes y sillas para todos. El asador estaba a unos metros y ahí el tío Diego, Óscar y papá preparaban las hamburguesas para todos.

Mi nuevo mundo || CH [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora