25. Un nuevo mundo

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【Capítulo largo y último. Este viernes subire el epilogo】  


.εїз...。.・・゜εїз゜・・.。...εїз.

25. Un nuevo mundo

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Dieciséis años después.

Cinco Haegreeves.

El tiempo había pasado en un parpadeó. Recuerdo como si fuera ayer los primeros pasos de Maya en mi oficina haciendo a las secretarías morir de ternura, la primera vez que me dijo papi una noche en que Rosa y Oscar nos invitaron a cenar en su casa, y su miedo a su primer día de escuela.

Alonso estaba feliz de tener en la misma escuela a Maya, pero ella tenía miedo. Resulta que Alonso y Alex entraron a la misma escuela y se habían hecho muy buenos amigos, así que al año siguiente, cuando a Maya le tocó entrar al preescolar con ellos, la acompañaron en todo momento haciéndola sentir segura. Y no fue solo en ese momento, los tres se volvieron inseparables. Donde iba uno, iban los demás.

Recuerdo cuando Maya se enamoró de la pintura, tenía apenas siete años cuando vio a Rosa pintar en el jardín y así, terminó pintando su primer cuadro. No pudo parar y ahora es parte de ella.

Cuando los tres demonios terminaban quinto y cuarto grado, hicieron qué por primera vez, Lila, Rosa y yo, termináramos en dirección porque a los tres les había parecido una gran broma encender la alarma de incendios. Estuvieron castigados todo el verano. Y al regresar a clases, fueron obligados a ir con la nueva consejera escolar.

Hubo un momento en que extrañamente, mi relación con Maya mejoró aún más. Acababa de cumplir doce y era verano, como casi cada tarde, Alonso, Alex y Maya, estaban en mi sala jugando videojuegos mientras yo me quedaba en el despacho revisando papeles de las empresas. Recuerdo que esa tarde salí del despacho para ir a beber algo cuando Maya pasó frente a mí corriendo rumbo a las escaleras con los chicos siguiéndola.

—¡Maya, para! ¿Qué pasa? —Alonso le gritó pero ella no se detuvo.

Claramente subí tras ellos y me detuve frente a la puerta del baño, Maya la cerró en nuestras caras.

—¿Qué pasó? —mire a ambos chicos y ambos negaron sin saber— ¡Maya, ¿qué pasó?

—¡Váyanse! ¡No voy a salir de aquí!

—¿Te sientes bien? ¿Qué pasa? Sal o déjame entrar.

—¡No voy a salir a no ser que venga la tía Lila o Rosa!

—Rarita, ¿qué pasa?

—¡Papá! —miré a los chicos.

—Mamá está en una junta en Dallas —Alonso hizo una mueca.

—Creo que mis padres no tardan en llegar, ¿puedo llamarlos?

—Por favor, Alex.

Alex bajó a la sala para usar el teléfono y cinco minutos después subió de nuevo dando un suspiro.

—Mamá dijo que en quince minutos llegan.

—¡¿Oíste Maya?! ¡Rosa vendrá pronto!

—¡Bien!

—Estaremos abajo, si necesitas algo, hablame, Rarita —murmure.

Los tres nos quedamos en la sala esperando sin saber que hacer, nos quedamos en silencio y justo quince minutos después llegó Rosa junto a Oscar. Abrí la puerta apenas tocaron.

Mi nuevo mundo || CH [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora