Mi nuevo mundo || CH [✓]

24. Un nuevo comienzo

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24. Un nuevo comienzo.

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Cinco Hargreeves.

Con todo lo que ha pasado con Maya y Aporía, todos nos habíamos olvidado por completo que el tiempo existía. Nadie noto que navidad se acercaba hasta que Clarie lo recordó cuando dijo que pronto yo le daría su bicicleta rosa.

Esa tarde tuve que correr a la juguetera y buscar la dichosa bicicleta rosa con listones en el manubrio, campana y canasta. Quizá recorrí cinco lugares antes de encontrar algo similar a lo que ella pedía. Una semana antes de navidad, Lila, mamá y Allison, comenzaron con la decoración festina de todo el lugar y tres días antes de la víspera navideña, Luther y Diego llegaron con el árbol que pusimos cerca de la chimenea.

Todos cooperaron con el adorno del árbol mientras escuchaban villancicos, yo me dediqué a observarlos, eso hasta que Clarie me obligó a ayudar pero quedó conforme cuando le propuse sostener la caja de esferas para que ella las acomodará a su gusto.

En la mañana de navidad, el papel de regalo inundó la estancia. Era la primera navidad de Maya, la segunda de Alonso y muy posiblemente, la última en la que Clarie mostraría tanta emoción e ilusión como ahora, así que los chicos se encargaron de llenar a los niños de juguetes y cosas.

Recuerdo que cuando nosotros éramos niños, le pedimos a papá una pista de autos, Diego era quien más estaba ilusionado y el que más sufrió cuando papá nos castigó por pedirle cosas que solo nos quitaban el tiempo. Ahora que es papá, se emocionó al comprarle a su hijo la pista de coches más grande que encontró. Todo para que tanto Maya como Alonso, se divirtieran más jugando con las cajas de los juguetes que con los mismos juguetes, así que mientras Alonso jugaba con la gran caja de la pista, Luther, Klaus, Diego y yo, nos dimos el lujo de probar la pista.

Yo no estaba jugando con los coches, solo quería ver que funcionará bien.

Esa noche, durante la cena, me pareció ver a Aporía mirando a través de la ventana, trate de ir tras ella pero de nuevo se había ido. Quizá fue una alusión, misma que tuve días después en la fiesta de fin de año que organizó Lila para la empresa.

Era una gala con todos los trabajadores y yo ya estaba fastidiado de estar rodeado de tanta gente, por un momento, imaginé a Aporía junto a mí luciendo un elegante vestido verde mientras bebía su champagne favorito. La imagen me deleitó por completo, eso hasta que Lila me llamó para dar un discurso y la imagen desapareció de mi cabeza.

Y justo ahora, pasaba lo mismo. Mientras estaba frente al espejo, me ponía el saco del traje y acomodaba la corbata bajo el chaleco del traje, podía ver casi real a Aporía por el reflejo de espejo como estaba terminando de arreglar un vestido de cashmere color vino amoldado a su cuerpo mientras me sonreía, lista para nuestra cena de año nuevo familiar.

—¡Tio Cinco! —Claire gritó por fuera de la habitación—. ¡La tía Lila quiere que te des prisa!

Miré la habitación qué obviamente estaba vacía y suspiré antes de ir a la puerta y salir junto a mi sobrina.

—Vamos.

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Había sido una noche muy buena, Viktor arregló a Maya con un vestido bastante lindo aunque a mitad de la velada terminó sin él porque parecía no estar tan cómoda. Para cuando fuimos a cenar, Maya y Alonso ya estaban durmiendo arriba y Clarie aguantaba el sueño para cenar con los adultos, como ella decía.