15. El veredicto

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15. El veredicto

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Narra Cinco

No debería sorprenderme aún, pero era imposible. Laila era muy rencorosa cuando quería. Seguía molesta conmigo desde el día del juicio cuando dejé que Lizbeth viniera a ver a Maya, de eso ya una semana. Cosa que igual, indicaba qué en un rato iría de nuevo a la audiencia y escuchar el veredicto de la juez.

El veredicto. No sabía si Maya iría con su madre. No sabía si quería que se fuera con ella.

Maya estaba acostada boca abajo en una cobija en la estancia tratando de jugar con su peluche. Se veía tan tranquila y anormal. A veces sentía que era mayor a los meses que realmente tiene.

—¿En que piensas? —TN llegó a sentarse a mi lado en el sofá.

—En nada en concreto. Son muchas ideas a la vez.

—¿El juicio?

—Si.

—¿Maya?

—Si.

—Quieres quedartela —ya no era una pregunta, lo pensé un momento antes de responder.

—Si —solté en un suspiro.

—Imaginaba que tarde o temprano cambiarías de idea —me sonrió con ternura—. ¿Por qué este cambio?

—No lo sé.

Aparte la mirada mirando a otro lado. Si sabía el por qué de mi cambio, sabía porque quería quedarme con la bebé, pero decirlo en voz alta era más complicado que cuando lo pensaba. TN no insistió, lo cual agradecí, solo tomó mi mano y no dijo más.

—¿Estás listo?

Lila entró junto a los demás, era hora de ir a escuchar el veredicto. Asentí y me puse de pie junto a TN, Maya me miró y sonrió como solía hacer, mientras salía con todos. Allíson venía en camino posiblemente nos vea en el juzgado.


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TN Boscawen.

Todos nos veíamos nerviosos mientras esperábamos fuera de la sala donde se daría el veredicto. Pero probablemente el más ansioso era Cinco, ya era la veinteava vez que tenía que acomodarle la corbata, no podía estarse quieto.

—Pueden ingresar.

El guardia nos dio el paso, entrando de primera Cinco y los abogados. Nos sentamos en los mismos lugares de la semana anterior, podía ver desde mi puesto cada gesto de Cinco. Apenas un minuto después, Lizbeth entró junto a su abogado y se sentaron en su sitio.

Observaba a la chica con detenimiento, había algo que no me gustaba de ella. Lila, quien estaba a mi derecha, también la miraba con muy mala cara.

—Algo en esa chica no me gusta —murmure.

—En algo estamos de acuerdo, anciana —suspiró—. Necesito averiguar el qué.

—De pie, entrará su señoría.

La juez entró directo a su silla, nos sentamos cuando dio la orden. Cinco se veía calmado pero sabía que por dentro moría de nervios.

—¿Los abogados tienen algo que decir?

Mi nuevo mundo || CH [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora