Alfas Defectuosos ||Nomin/Markhyuck||

24. Verdades y Ataques.

  Antes de que Jaemin pudiera tomar asiento en su dulce cama. La puerta de su habitación se abrio de nuevo y el olor a alfa lo inundó.

—Lo lamento.

  Jaemin no sabia que decir, su cuerpo demasiado débil como para moverse.

—Esta bien.

—No. No esta bien, no debí acercarme a ti en primer lugar, si hubiera dejado las cosas como estaban esto no hubiera pasado.

—No digas eso. —Una presión fuerte hizo que su cuerpo doliera.

—Es verdad, debí alejarme de ti pero no fui capaz y ahora te he hecho daño. —Su voz flaqueo—¿Que he hecho? Preferiría ser yo el que esté sufriendo todo esto.

—No. No quiero que sufras, todo saldrá bien-

—No saldrá bien Jaemin, ¿No lo entiendes? Esto lo ocasione yo, porque soy como uno de ellos y hasta peor he herido a personas por tener esta clase de lobo no quería lastimarte a ti pero fue lo único que hice. Si tan solo pensara mejor las cosas, si tan solo-

—No. No lo digas Jeno. Quédate conmigo—Sus manos lo rodearon y lágrimas caían de sus ojos al compás de la lluvia que estaba por cesar afuera— es lo único que necesito.

—Debo dejar de herirte Jae. —Jeno lo rodeo con sus brazos, acaricio su espalda y lo sostuvo con cuidado de no hacerle daño.

—No me dejes. —Era un suplico entre su llanto.

—No te dejaré. No puedo y tampoco quiero hacerlo. Sabía que si llegaba a acercarme a ti lo suficiente iba a volverme loco y aun así lo hice. —Muy despacio ambos tomaron asiento en la cama.

—¿Quieres estar conmigo? Creí que me querías dejar, no volviste a buscarme.

—Es porque estoy aprendiendo a controlar mi lobo, quería que vieras lo que he logrado pero todavia no es mucho.

—Mark dijo que sería un proceso largo, ten paciencia. —Sus ojos decían todo lo que ambos no habían dicho aún.

—¿Que tal si te traigo pan? Ó puedo pedir unos deliciosos ponques.

—La verdad no soy tan fanático, era una excusa todo el tiempo.

   Jeno sonrió su cuerpo sintiéndose cálido.

—Llegue a ser consciente del horario en el que más ibas y pedí ese horario fijo para trabajar.

  Jaemin abrió sus ojos con sorpresa.

—¿En serio?

—¿No lo esperabas?

  Jaemin negó.
—Es algo muy dulce.

—Hay algo más vergonzoso que eso.

  El omega se veía muy curioso. Jeno tenía las mejillas rojas y se rasco la nuca mostrando sus nervios.

—¿Que es? —Sus manos se entrelazaron.

—Te escribí una carta. —Jaemin Parpadeo varias veces sin creer lo que había oído—Sabía que no te la entregaría, nisiquiera tenía un poco de confianza para hacerlo así que la hice para mi y la guarde. Luego recibí la tuya y llore durante días, no quería gustarte era más difícil para mi dejarte ir si tu estabas interesado.

—Quiero verla.

—Es vergonzoso y hasta ha de tener polvo ya.

   Jaemin se inclino y dejó un beso en la mejilla del alfa.

—Por favor.

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