Alfas Defectuosos ||Nomin/Markhyuck||

28. El rastro de la luna.

Maratón 1/3

   Mark estaba cansado, llevaba por lo menos veinte horas en el bosque. Diferenciaba los olores mucho más fácil que cualquier otro lobo y conocía con exactitud los aromas de su antigua manada lo que le hacía más fácil tomar el rastro.

   Nisiquiera se había detenido para descansar en la noche, el malestar en su cuerpo se debía al dolor que su lobo emanaba, una clara señal de que Haechan estaba sufriendo. La determinacion en su mirada, no podia peder la calma por mas que la preocupación estuviera presente tenia que mantenerse fuerte, Haechan podia sentirlo y tenia que brindarle toda la seguiridad a su omega. Tomo el último poco de agua que le quedaba en la botella y continuo con su camino.

   No tenía exactamente un plan, más que rescatar a Haechan. El nuevo lugar de la manada estaba lejos, muy lejos. Negociaria si fuera necesario. 
La luz de la luna siendo su única compañía en la penumbra. Mucha parte del transcurso lo hizo en su forma animal con la mochila en el hocico, pero no podía llamar la atención de las criaturas o de cualquier perímetro de otras manadas cercanas allí, lugares que no conocía así que no podía hacer mucho.

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  Ya era de noche, después de la visita de Sungchan nadie más había venido. Haechan sentía su cuerpo dolorido, pasarían días antes de que dejara de sentir dolor, las marcas quedarían grabadas en su piel. Pero había una extraña calma en su interior. Mark.. su cuerpo lo sentía. Sonrió ante eso. Ya estaba planeando una forma de escapar mañana en la tarde tenía que hacer todo lo que había calculado. Así su cuerpo estuviera débil, no había otra salida.

  Voces y pasos hacían eco cerca de la puerta, alguien venía hacia su lugar en cualquier momento entrarían. Haechan se incorporo un poco no tenía mucha fuerza pero apoyo las manos en el suelo para sentarse.

  Un alfa entró, arrastraba  de sus ropas a un hombre inconsciente, por el olor Haechan supo que era a un alfa. Lo tiraron al otro lado en el suelo, su rostro se le hacia algo familiar, igualmente y por su seguridad no miro más allá. Esperando a que el alfa que lo había traído lo encadenara. Dejo la puerta abierta para que minutos después se escucharan pasos y el mismo hombre empujará a alguien y lo encadenara junto al otro. Haechan no dijo nada al respecto. Los miró, ambos estaban gravemente heridos.

—Espera la muerte de tu compañero en la mañana, después de ello veremos que hacer contigo. —El alfa se fue después de decir aquello justo en frente del rostro golpeado del omega.

   Haechan frunció el ceño.

   El omega se acercó al que alparecer era su alfa y tomó su rostro entre sus manos antes de acomodar su cabeza en el torso de este, las lágrimas caían por su rostro.

   No había casi luz, pero habían dejado la de afuera encendida, así que Haechan miro con perplejidad hacia ellos.

—Hola.. —Murmuró.

  El omega se volteo y apenas se dio cuenta de su compañía lejana en la otra esquina de la habitación.

—¿Quien esta ahí? —Cuando el omega logró verlo entre tanta oscuridad, Haechan hablo.

—Mi nombre es Haechan.

—¿Haechan? —El omega tenía el rostro exageradamente herido incluso un ojo cerrado y completamente morado.

—Si, ¿Quienes son ustedes? —No tuvo que esperar respuesta, Haechan logró asimilar el rostro de ambos, uno se le hacia conocido por una razón y al otro lo había visto demasiadas veces—¿Señor Lee Donghae?