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AITANA
Llegamos a la cocina con la excusa de que iríamos a buscar la tarta de cumpleaños pero la verdad ambas sabemos que era para evitar el tema.
— La he cagado un poco. — dijo Ester una vez estábamos solas y nadie nos oía.
— Solo un poco. — dije y ambas reímos.
— ¿No saben nada de ustedes?
— Creen que nos conocimos y fue amor a primera vista... —conteste y Ester estallo de risa.
— Bueno... es mejor que se queden con esa historia la verdad...
— No me imagino como reaccionarían, sobretodo martin, te imaginas como se tomaría el saber que su padre pues...
— Jugo contigo...
— Si, que yo lo tengo bastante superado, pero se que el se sigue martirizando por todo eso...
— Ya, es que bueno la que le hizo que hicieran ese jueguito resulto ser...
— Ni eso saben...
— ¿Como?
— Los chicos piensan que Sofia falleció, no que la asesinaron...
— ¿Y eso?
— Sebas no sabe como explicarles todo eso, ya sabes que le duele el tema y no quiere pues cargar a sus hijos con un trauma...
— Sebas es buen padre... — dijo Ester un poco afligida.
— Y Aron también....
— Lucia no lo sabe...
— Ya, lo se...
— Me explicas como le digo a mi hija que su padre nos abandono al enterarse que la estaba esperando y se desapareció de la faz de la tierra...
— Bueno si esta chungo, pero por lo menos encontraste a Aron.
— Y lo agradezco siempre, toda la escuela fuimos solo amigos y cuando Sebas nos fue uniendo para ser mas que amigos al principio no me daba, pero luego...
— Luego te pillaste...
— Lo que daría por revivir esos días... Tu y Sebas juntos con tu barrigota y yo con Aron con mi barriga, un poco mas pequeña que la tuya, pero barriga...
— ¡Te quiero tonta! — dije abrazándole — Venga llevemos la tarta que si no estos se van a impacientar.
Ester llevo la tarta con las velas encima con un gran numero 35.
