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AITANA
Pasaron los días post la gala para dar la "bienvenida" a la empresa a Martin y han pasado unas cuantas cosas. Entre ellas Jorge se ha quedado en casa con nosotros.
A pesar de que el y Sebas ya no se llevaban muy bien, han aprendido a soportarse y sobrevivir con la presencia del otro.
Por otro lado he visto a Tin un tanto mas animado, quizá sea por su nuevo trabajo y el poder tener mas "autonomía".
Clara al parecer ha tenido dramas con Tomi porque paso de traerlo todos los días post colegio a traerlo nunca.
Ahora mismo me encuentro en una cafetería desayunando con Jorge ya que queríamos tener un tiempo para nosotros sin tener los chillidos de los chicos de fondo u a Sebas merodeando por ahí intentando escucharnos.
— Debo admitir que cuando me dijiste que se irían juntos a Ibiza supe que algo iba a pasar entre ustedes. — me dijo Jorge.
— No si ahora todos dicen eso. — dije con una sonrisa en el rostro mientras bebía de mi cafe.
— Ya, era mejor callarlo antes de que te enfadaras.
— Venga cambiando de tema, como ha ido todo en USA.
— Hay algo que debo de contarte. — dijo acomodándose en su asiento algo incomodo.
— ¿Que ha pasado? — dije preocupada.
— Me fui unos días a LA y cuando estaba por el centro comercial me encontré con Alejandro...
— Alejandro, ¿El Alejandro de Ester? — dije incrédula ya que nadie sabia algo de su paradero desde hace diecisiete años casi.
— Si...
— ¿Y te ha dicho algo?
— Pues me ha preguntado por todos, Ester incluida...
Justo cuando dije eso me atragante con el café que en su momento estaba bebiendo.
Pensé que había sido por la noticia que acababa de decirme Jorge, pero en verdad había sido por la misma razón que llevaba generándome un dolor desagradable por casi un mes ya.
— ¿Estas bien? — dijo Jorge muy preocupado al ver como no dejaba de toser y llevarme la mano al pecho.
— Si, es solo que me arde.
— ¿Donde? — dijo el preocupado.
Yo le indique los lugares en los que me sentía el ardor y al ver su expresión pude notar que quizá no era una buena señal.
