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AITANA
Me levante a la mañana siguiente con el sol entrando por mi ventana, cogí el movil de la mesilla de noche y eran las nueve y media por lo que me levante.
Pase por el cuarto de mateo y estaba despierto por lo que lo lleve conmigo a desayunar.
Una vez ya listo eso el me comenzó a rogar ir a la piscina por lo que le puse su bañador y luego de llenarle la cabecita con protector solar y ponerle su salva vidas, le deje adentrarse en ella mientras yo le observaba desde una de las sillas para tomar el sol.
Estaba en eso cuando Sebas apareció por un costado pero siguió de largo hacia el mirador, ni siquiera saludo a Teo o a mi.
¿Será que le molesto lo que hablamos ayer?
Si no estuviera con mateo en la piscina iría tras el, pero no puedo irme y dejarlo solo aquí por lo que me decidí a ir mas tarde a hablarle.
Pasaban los minutos y yo solo me reía de las mil y un piruetas que me mostraba Teo en la piscina. Fue en eso cuando aparecio el otro hombre que faltaba, Tin.
— Buenos días. — dijo el restregándose los ojos y apareciendo solo con unos shorts.
— Buenos...
— Dios que calor. — dijo sentándose a mi lado.
— Es Ibiza, aquí siempre hay mil grados. — dije yo y ambos reímos.
Me gustaba verle feliz, no lo había visto así por mucho tiempo.
— Oye tin... tu como estas con...
— No importa mamá, Lucia solo es mi ex y ya, nada mas.
— ¿Seguro? Sabes que puedes contarme todo...
— Que si
Y en ese momento volvió a pasar Sebas, esta vez se acercaba a nosotros, pero a penas llego Martin se levanto y se fue.
Sebas le miro un tanto dolido y luego hizo el amago de volver a irse pero yo le frene.
— ¿Que pasa? — dije preocupada.
— Nada. — dijo el dolido.
— Venga Sebas, dime que pasa.
Y justo en ese momento vi pasar a Clara dentro de la casa así que le llame, tenia claro que Sebas no hablaría aquí.
— ¿Si? — dijo ella cuando llego a nosotros.
— ¿Puedes cuidar a Teo mientras nosotros vamos a ver algo? — dije yo.
