CARRERA || XIV
MARTIN
Una vez mi "padre" salió del cuarto me quede completamente enfurecido, el solo recordar las cosas que pasaron cuando el se fue me llenaba de furia.
Recuerdo muy bien que a penas mi padre se fue ella estuvo unas semanas bien, pero luego no aguanto mas y quedo hecha trizas y que un día, cuando se quedo dormida en el sofá soñó con mi padre. Recuerdo que ella en el sueño solo pedia que le dejase de golpear, luego le desperté y le ayude a ponerse el pijama, fue ahí cuando vi una cicatriz que tenia en la parte baja del estomago, una cortada que a mi parecer era de algo malo y luego le vi la espalda, había como tres quemaduras de cigarrillo.
Y ahí me quedo clarísimo, ellos se habían divorciado por que el la golpeaba, por eso mismo desde esa noche decidí perder el contacto con Sebastian e hice lo que pude para no tener más contacto con el.
Enfadado por todos los recuerdos que tenia en mi mente no encontré nada mejor que salirme por la ventana e ir a algún lado a despejarme.
Salí de casa y comencé a caminar, eran casi las doce y las calles del lugar estaban vacías, pero estaba muy claro de que en el centro estarían todos de fiesta así que hasta allá me fui.
Obviamente me pedí un taxi para llegar allí y al llegar al centro comencé a caminar hasta quizá entrar en algún ligar sin el DNI.
Estaba en eso cuando me pararon unos chicos del colegio rival, y es que nosotros, me refiero, Clara y yo, vamos en Las cumbres, mientras que nuestro colegio rival es El valle. Yo soy parte del equipo de futbol y por eso mismo tengo mas contacto con los del otro colegio ya que constantemente tenemos partidos.
— Ostras pero si es Martin Yatra solo por las calles de Ibiza. — me dijo Marco cuando me frenaron.
— ¿Ustedes en Ibiza también? — dije yo cuando comencé a saludarlos.
— Hemos venido a fiestas, pero solo nos aceptan en las carreras. — dijo Julio.
— ¿Carreras? — dije confundido.
— ¿No conoces las carreras? — me pregunto marco y yo solo negué con mi cabeza.
— Venga sube que te llevamos. — dijo Julio y me monte en su 4x4.
Tardamos casi unos treinta minutos en llegar al lugar y cuando lo hicimos quede flipando.
Era una especie de lugar abandonado, había un montón de chicos en motos, musica a tope y chicas bastante guapas la verdad.
Poco tardaron los chicos en sacar unas cervezas del maletero de Julio y comenzar a pasarlas.
— ¿De verdad nunca habías venido? — dijo Julio al posicionarse al lado mio.
— Hace casi un año que no venia a Ibiza, antes no existía esto según yo. — le conteste.
— Pero si en Madrid también hay Martin. — dijo Julio riendo contagiándome a mi.
— ¿Tu corres? — le pregunté yo a Julio.
— Aquí en Ibiza no, pero en Madrid si que lo he hecho.
— Y te da mucha adrenalina ¿no? — dije muy interesado.
Julio soltó una leve risa y luego volvió a hablar.
— Por que no vienes por aquí mejor. — dijo el comenzando a pasar por entre medio de la gente hasta llegar a una parte en la que había una pista bastante larga. — Ahora espera unos segundos que en cualquier minuto empieza.
Yo lo quede mirando algo confundido, no entendía mucho a que se refería.
No fue hasta que comenzó a sonar una sirena y un cumulo de gente se puso a lo largo de la pista, obviamente a la orilla y luego varios chicos con motos se pusieron uno al lado de otro.
Una chica se puso en el centro y comenzó a hacer unas cuantas señas, poco tardo en sacar un pañuelo y lanzarlo al suelo, a penas lo hizo todas las motos comenzaron la carrera.
La adrenalina que me genero solo ver eso me dejo muy emocionado. Era como una aceleración en el corazón que te dejaba muy a gusto.
De pronto un chico dio un disparo y debo admitir que me asusté, pero note que era una bala falsa y era una indicación para los corredores de que debían de levantar la rueda delantera y comenzar a andar así.
— ¿He respondido a tu pregunta? — me dijo Julio una vez termino la carrera.
— Hombre ahora solo quiero comprarme una moto. — dije yo y luego chocamos las cervezas.
Pasamos de ahí a un botellón que había en el centro del lugar. Las cervezas caían como lluvia en invierno y las chicas se nos acercaban un montón solo por el hecho de que Julio tenia la camioneta mas excéntrica del lugar. Vamos que se notaba que a este le sobraba la pasta.
Me lié con solo una chica y por un momento logre olvidarme de todo lo que estaba ocurriendo con Lucia y lo ocurrido en casa antes de venirme.
El resto de la noche hubieron unas dos carreras mas y no fue hasta las cuatro de la mañana que nosotros nos comenzamos a ir a casa.
Julio paso a dejarme a mi casa y yo me adentre otra vez por mi ventana que había dejado abierta antes de irme.
Entre en mi cuarto sin hacer ruido y luego me fui hasta la cocina a comer algo ya que solo habíamos bebido en el botellón.
Estaba en eso cuando de la nada se prendió la luz del lugar. Me cague de pensar que fuera mi madre y me regañase pero por suerte no lo era.
— ¿Se puede saber que haces llegando a esta hora? — dijo Clara.
— ¿Esta mal? — dije confundido.
— Esta mal que hayas salido, no has pedido permiso eso lo tengo claro.
Dijo eso y yo comencé a reírme, quizá si que llevo unas cuantas cervezas de mas.
— ¿De que te ríes? — dijo ella confundida.
— Clara lo tiene claro. — dije yo y comencé a reírme como tarado contagiandola a ella.
— Vale que has bebido bastante. — dijo ella.
— Solo unas cuatro, cinco.
— ¿Cervezas?
— Si, luego creo que también había tequila, no lo tengo muy claro la verdad, es confuso.
— Venga tira a la cama antes de que mamá nos escuche. — dijo ella apuntando al pasillo que llega a los cuartos.
— Ya mamá.... — dije riéndome de ella.
— ¡Oye! — dijo ella cuando yo comenzaba a irme.
— ¿Si?
— Te quiero... — dijo ella y luego dejo ver una leve sonrisa.
— Y yo pesada.
Ahora si ambos nos fuimos a nuestros cuartos a dormir antes de que mi madre nos viese y me regañase.
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SEMPITERNO
FanfictionSEMPITERNO: que durara siempre, aunque tenga inicio, nunca tendrá fin Pt 2 de AETERNUM.